🎴Qué hará Dumbledore ahora [Traducción]

🎴Capítulo 6: Atrapado

Resumen:

¿Qué puede hacer Dumbledore?

Tom y Severus están teniendo un día de diversión

Tom, Severus y Steffan apenas regresaron a sus aposentos antes de que comenzaran a reírse. No pudieron contenerlo. Tom y Severus habían escuchado la conmoción y la sorpresa de todos por el periódico y todos sabían que era verdad. Minerva duró solo unos minutos más después de que Dumbledore salió corriendo del Gran Comedor antes de levantarse y salir lentamente, todos podían decir por su rostro que estaba furiosa y se dirigía a buscar al Director.




El Gran Comedor quedó en silencio después de eso, todos tratando de averiguar qué hacer exactamente.



Nadie habló durante mucho tiempo y, de repente, solo se necesitó un susurro para encender el Comedor con la charla. Rápidamente se fueron después de eso, no querían estallar en carcajadas en el Gran Comedor para que todos los vieran.




Tom y Severus enviaron a Steffan a reunirse con sus amigos en la sala común, querían escuchar lo que pasaría en la oficina del director.

Dumbledore estaba paseando por su oficina, no podía creerlo. ¿Por qué James le dio a alguien sus recuerdos? Solo había una manera en que eso podría haber sucedido. Sabía que el hombre había pasado la última semana borracho hasta la saciedad en varios bares, no costaría mucho que alguien pretendiera escuchar al hombre para que soltara la lengua. No podía creerlo. Todo el mundo iba a estar buscando respuestas, iba a tener que proporcionar alguna prueba sólida de que no había matado a Harry a propósito ahora. Agachó la cabeza, exigirían Veritaserum y él les contaría sobre las barreras y saber sobre el abuso y no hacer nada al respecto, y tan pronto como mencionara que todos los Potter, Lupin, Black, Molly y Arthur Weasley lo sabían, el lado luminoso se asaría en el Wizengamot y todos se apartarían de ellos.





Vio que Minerva estaba afuera de su puerta y se negó a abrir, ella seguía exigiendo la entrada y finalmente un patronus entró exigiendo que le hablara o estaría llamando a los aurores a menos que él comenzara a explicar todo. No estaba demasiado preocupado por eso, lo más probable es que estuvieran en camino hacia allí. Sabía que Lucius Malfoy no perdería tiempo en asegurarse de eso. Dejó escapar un gemido. Sabía que tenía que enfrentarla y finalmente abrió la puerta.




Entró, y Dumbledore reconoció las señales de que apenas controlaba su temperamento. Si bien sabía que rara vez perdía los estribos, cuando lo hacía era hora de agacharse y cubrirse y esperar a que pasara la tormenta. —Será mejor que empieces a explicar todo ahora mismo. Sé que te dije que eran los peores muggles.




—No estoy muy seguro de por dónde empezar —Dumbledore le dijo—. Realmente pensé que era para su propia protección. No pensé que lo matarían.




—Sabías que fue abusado, ¿no? —ella preguntó.




Dumbledore agachó la cabeza, sabía que no podía mentirle, saldría a la luz y no estaba seguro de qué más podía hacer. Sintió tanta culpa a lo largo de los años por la muerte de Harry. —No sabía que era tan malo. Regresé después de un año, su magia estaba reaccionando mal con ellos, solo pensé que era porque no eran tan fáciles de lidiar como James y Lily, así que puse más barreras. Honestamente, no pensé que fueran tan malos o crueles.




—Sabías que lo estaban lastimando y lo dejaste allí, pusiste barreras para asegurarte de que no reaccionara para protegerse, ¿es eso lo que me estás diciendo? —ella preguntó. Su magia crepitaba a su alrededor.




—Sí, en realidad todos lo hicimos —Dumbledore le informó.




—¿Quiénes? —preguntó una nueva voz. Dumbledore se giró hacia la puerta y vio a Erick Greenlish, Kingsley Shacklebolt y John Dawlish parados allí.




Dumbledore suspiró, no tenía opción ahora. Había admitido que otros sabían. —James y Lily Potter, Sirius Black, Remus Lupin, Molly y Arthur Weasley. Todos lo sabían, esperábamos protegerlo, incluso planeé redactar un contrato de matrimonio entre Ginny Weasley y Harry para cuando fueran mayores. Era para protegerlo. Esperábamos que decirles a todos que Charlie era el Salvador mantendría a Harry a salvo.




—En lugar de eso, sus parientes lo mataron, y tú los liberaste, los enviaste a una bonita y amable prisión muggle —Minerva lo atacó—. Les hiciste creer a todos durante años, después de que mataron a Harry, que Charlie todavía era el Salvador, en lugar de corregir tus errores, los empeoraste. Ese niño no es más que un matón. Si él y Ron Weasley no se detienen, matarán a alguien como Sirius casi mata a Severus en su quinto año. No hiciste nada más que encubrirlo y no aprendiste.




—¿La historia de alguien que casi muere en un ataque era Severus? —preguntó Kingsley.




—Sí.




—Bueno, eso explica por qué lo odia tanto —Kingsley murmuró—. Estamos aquí para arrestarte, Albus, y debo decir que estoy muy sorprendido. Sabes que presentaremos esta memoria en tu juicio.




—Soy consciente, no esperaría menos —Dumbledore respondió—. No estoy seguro de si esto ayudará o no, pero realmente estaba destinado para proteger contra el regreso del Señor Tenebroso. Él regresará.




—Puras mierdas —Minerva dijo—. Has estado diciendo eso durante los últimos 10 años y él aún no lo ha regresado. Nadie lo ha visto ni oído hablar de él. Estoy harta de escuchar tus mentiras —miró a los aurores—. Pasaré por el Ministerio y proporcionaré mis recuerdos de esto y cualquier otra cosa que necesiten —ella salió de la oficina.




—Albus, ven con nosotros, estás bajo arresto —declaró Kingsley. Dawlish avanzó, sacó las esposas supresoras de magia y se las puso en las muñecas. Juntos salieron todos de la oficina.