DRUNK | SEUNGIN

PT12: Toc, toc.

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–Vaya, Minho!– Habló el castaño con una sonrisa nerviosa– No esperaba verte por aquí.

—Su amigo lo miró confundido, girando la cabeza junto a una sonrisa— Pensé que te había dicho por chat... ¿Estás ocupado?

–No...– Respondió mientras veía tras el hombro de Lee, viendo al chico que también estuvo en dicha fiesta.
–Hyunjin... Hola.

—El chico mencionado saludó igualmente— Disculpa, parece que interrumpimos.

–Minho: Es cierto... ¿Con quién estás?

–Seungmin: ¿Yo...? Con nadie. ¿Por qué?

—Minho frunció el ceño, bajando su mirada al cuello de Seungmin, notando al instante su rostro también manchado por varias marcas rojas— Pues... ¿Esos son chupetones?

–Seungmin: ¿Qué?– Bajo la cabeza y se intentó ver a sí mismo– No, no. Es labial!

–Minho: Ya... ¿Y por qué tienes labial en todo el cuerpo?

–Eh- Pues!--
–Soltó un suspiro al escuchar unos pasos que se dirigían hacía él.

—El chico menor terminó de abrir la puerta por completo, subiendo la mirada con una expresión tranquila— Hola.
–Se sorprendió un poco al ver a quien también estaba en la entrada– Vaya reunión.

–¡¿Jeongin?!– Exclamaron Minho y Hyunjin a la vez.

–Creí que lo odiabas– Añadió Minho, claramente sorprendido.

–Seungmin: Y... ¡Sí!

–Jeongin: ¡Yo- No--! ¡Yo no le hice eso!– Dijo negando con la cabeza.

–Hyunjin: Pero... Tienes el mismo color en tus labios.

–Jeongin: Eh--
¡Tiene explicación!– Interrumpió– Yo sólo venía a recoger algo que dejé ayer.

–Minho: ¿Ayer?

–Jeongin: Ah--

–Seungmin: Mierda, ¿no te puedes callar? ¡Sólo lo empeoras!

Ambos comenzaron a discutir en voz alta, empujándose e ignorando al par de chicos frente a ellos.

–¡Hey, hey!– Gritó Hyunjin, intentando separarlos– ¿Qué les pasa? ¡Parecen niños pequeños!

–¿No los habías visto?– Habló Minho, quien estaba viéndolos con los brazos cruzados– Siempre es lo mismo.

–Bien, lo siento! –Seungmin se apartó un poco, dando dos pasos hacía atrás– A ver, ¿a qué se debe su visita? Puede que me hayas dicho, pero la verdad no recuerdo nada.

–Minho: Necesitábamos tu computadora para terminar unos trabajos que tenemos que hacer. Ya sabes, la de último modelo que dijiste haberte comprado... Pero parece que llegamos en mal momento.

–Seungmin: No, para nada!– Dijo antes de subir la mano e intentar limpiar la marca más cercana a sus labios, frotándose la cara con un poco de fuerza.

–Seungmin... ¿Qué mierda estaba pasando...?– Habló Minho en voz baja.

—Seungmin suspiró y se apartó de la entrada, colocó una de sus manos sobre la puerta y con la otra señaló el interior de su casa— Pasen, mi habitación está a la derecha, en la primera puerta.

Hyunjin le devolvió una sonrisa antes de entrar con un poco de pena.
Jeongin al verlo, fue trás él, recibiendo una mirada furiosa de parte del castaño.

Al momento que los perdió de vista por completo, Minho se acercó rápidamente a su amigo.
–¿Me vas a decir qué está pasando?

—Seungmin hizo un pequeño reproche, girando a ver con una mirada adolorida al chico frente a él— Por favor... Déjame en paz...

–Minho: ¡No, no! Realmente esto es confuso. Hace nada estabas diciendo que lo odiabas... ¿Y ahora esto?, ¿qué hacían?

–Seungmin: Espera, espera.
¡Me estás asfixiando! Nisiquiera estábamos haciendo nada, ¿cómo se te ocurre tal cosa?

–Minho: No sé, dime tú. Te tomaste muy en serio lo que te dije ayer.

–Seungmin: ¿El qué?

–Minho: Lo de arreglar las cosas con él follando. Nunca me haces caso... No pensaba que en esto sí.

–Seungmin: No follé con él, ¡en la vida!

–Minho: Sólo mírate el cuello. ¿Te besaba o te comía?

–¡N-ninguna de las dos!

–"¿Ya terminaste tu escena de celos?"– Se escuchó a Jeongin, quien estaba llegando nuevamente a la entrada.

Al ver que ambos se giraron y se quedaron en silencio, Jeongin giró los ojos y habló nuevamente.
–Hyunjin dice que te necesita.

–Sí, ya voy.

Minho caminó dentro de la casa, dejando a Seungmin solo fuera.

—Seungmin se cruzó de brazos mientras veía al chico frente a él— ¿Ya te irás?
...¿O no has terminado de cagarla?

–Jeongin: Mh... Creo que me quedaré un rato más... Tal vez alguien necesite que le ayude en algo.

–Seungmin: Yo necesito que me ayudes.

—El pelinegro alzó una ceja, aún con una sonrisa en su rostro— Ah, ¿sí?, ¿en qué?

–Es que... Me estoy enfermando un poco– Caminó a la entrada, acercándose hasta llegar frente a él– Y... Creo que el causante eres tú.

–Jeongin: No soy doctor.

–Seungmin: Es que la culpa es tuya y de tu maldita cara, si te largas me podría mejorar.

–Esa es una forma muy infantil de decir que te gusto, Seungmin.
Aunque me vaya, cada que me vuelvas a ver sentirás eso en el estómago.

–Vete a la mierda.

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