Capítulo 40

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El viaje de Tokio hacia Okinawa era largo y todos estaban nerviosos en saber cómo se encontraba Sawamura, y con todos nos referimos literalmente a todos, los chicos de segundo y tercero de Karasuno y Seidou junto con la familia Sawamura, los entrenadores de ambas escuelas, el amigo del castaño con su novia, los universitarios e incluso el medico de Seidou con su hijo y amigo.

Ellos mismos se habían sorprendido en ir en el mismo vuelo a Okinawa aunque claro, primero acordaron verse en Tokio para el vuelo hacia la prefectura de Okinawa donde ocuparon mayor parte del avión, solo había pasado un día desde la llamada de Katsuro a Tetsu para saber la condición del menor y todos están muy pero muy asustados de que en verdad llegaron tarde.

-Su atención por favor, estamos a punto de llegar a la terminal de Naha y estamos iniciando nuestro descenso, por favor abrochen su cinturón de seguridad, pongan sus respaldos en posición vertical y abran sus ventanillas, en este momento queda prohibido el uso de cualquier aparato electrónico con mayor pulgadas a las de una tableta, todos los aparatos electrónicos con menor o igual de pulgadas a las de una tableta únicamente podrán ser utilizados en modo avión, gracias por volar con Japan Airlines.

La voz de la azafate resonó en todo el avión, los chicos y mayores sintieron como los nervios volvían a florecer en sus interiores, pronto verán las consecuencias de no haber sido más precavidos.

Cuando el avión aterrizo y las compuertas se abrieron, entre empujones se movieron para ir lo más rápido posible al hospital, la mayoría salió del aeropuerto mientras que los entrenadores, algunos chicos de segundo de Karasuno, Nagisa junto a sus hijos menores y Rei se quedaron para esperar las maletas.

Al momento que llegaron al estacionamiento vieron un par de camiones militares y en frente de ellos se encontraban los primos de Tetsu quienes no tenían una mirada agradable que digamos, ambos morenos les dijeron que se suban al camión por lo que todos obedecieron.

Entre empujones otra vez se subieron a la unidad mientras que los tres morenos se subieron a la cabina, cuando ya todos estaban acomodados Katsuro prendió el camión y tomaron rumbo al hospital mientras el otro se quedaba en la espera del resto junto con los equipajes que trajeron.

Durante el trayecto nadie había dicho alguna palabra, Daichi y Ryosuke están haciendo todo lo posible para que sus demonios no salgan a flote y fueran a matar a aquellos seres que lastimaron al castaño, por otra parte Suga veía como el aura negra de su "¿novio?, bueno quien sabe, lo que sean ahora" se intensificaba con cada segundo que pasaba, tenía la intención de tomarle la mano para tranquilizarlo, sin embargo estaban a tres asientos de distancia y del otro lado por lo que es imposible.

Suspirando con frustración se encogió en su asiento tratando de buscar la forma de cómo resolver la pelea que tuvieron hace unas semanas, Miyuki por su parte sentía como sus dedos picaban por causa de los nervios, quería ver a su lindo castaño sin importar el estado que se encontraba, quería tenerlo entre sus brazos para poder cuidarlo mejor y llenarlo de mucho amor y cariño que tanto necesitaba en los últimos años, el será su soporte, su apoyo incondicional.

Después de lo que parecía ser una eternidad lograron llegar al hospital, los morenos descendieron de la cabina y Kenji se dirigió a la parte trasera para que los demás bajen mientras Katsuro y Tetsu se dirigían al interior del hospital donde los demás no tardaron en seguirlos.

Recorrieron los pasillos dirigiéndose al área de cuidados intensivos donde el miedo volvió a apoderarse en todos, llegaron a la zona de espera encontrándose con dos uniformados custodiando la entrada y a un azabache mirando por donde están llegando.

-Qué bueno que llegaron déjenme me presento, mi nombre es Hiroshi Masuyo, división de infiltración y hackeo.

-Es un gusto conocerte, ¿Cómo está mi primo? – el mayor frunció el ceño mientras los gemelos Yuki agachaban la mirada.

Roto DNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora