capitulo 3

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By Emma.

Las manos empezaron a sudarme a choros, a pesar de el frío de mierda que hacía, ni siquiera tenía idea de porqué, me encamine a tocar la puerta que por lo oscuro que se encontraba ya, esperaba (bueno no, rezaba) que mi nueva compañera no estuviese dormida, toque la puerta tres veces, esperando algo impaciente, pensé que nadie respondería cuando desde la parte de arriba se escucha como una persona va cuesta abajo rápidamente por las escaleras.

-¿Quien coño habla a estas horas?.-se escuchó una voz femenina detrás de la puerta mientras se acercaba.- Más vale que sea una emergencia o si no juro que le part...

En ese preciso momento cuando amenazaba con romper quién sabe qué cosas abrió la puerta, y quedó un poco confundida, extrañada supongo por que no me conocía de nada.

-¿Y tu quien mierda eres?.-Dijo después me ojeo rápidamente sin ningún disimulo, vaya.. pero si todos aquí tienen un genio de cojones.

-Me llama Emma, hum.., sabes hace un frío de puta madre aquí afuera si me dejas pasar te puedo explicar más cómoda seguro.-dije tratando de sonar lo más segura que podía posible.

Entrecerró los ojos, me hecho un vistazo para después empujar la puerta y dejarme pasar, a lo que rápidamente agradecí con la cabeza y me adentré, la casa era amplia ah decir verdad, había dos sofas color gris viejo,frente a ellos las escaleras que suponía conducían a los cuartos, después un poco más al fondo había una mesita con 4 sillas y un florero vacío, también había una máquina desde acá no se alcanzaba a ver bien qué es lo qué era, pero bueno eso no era lo importante.

-Vale, puedes sentarte, y comenzar a explicarme por que estás en mi casa ah estas horas y por que me has levantado.- dijo apuntando a uno de los sofás del salón.

Me encamine hacia el sofá, ella hizo lo mismo para quedar frente a mi, fue ahí cuando la observé detalladamente por primera vez, llevaba el cabello suelto, lo tenía hasta los hombros y flequillo un tanto desordenado, su rostro era un tanto delicado pero por lo que había escuchado su personalidad era todo lo contrario, llevaba puesto una camiseta blanca de tirantes y ¿shorts? Con este frío de mierda llevar shorts no era lo más conveniente a no ser por que quieres que te de un resfriado, ella carraspeó la garganta para que comenzara a hablar, ya me había quedado boba detallándola.

-Ah, si, bueno...- me rasque la nuca, mierda como se supone que cuento todo desde el principio.- bueno básicamente soy nueva por aquí, maria dijo que las casas qué hay no están en condiciones para que se puedan habitar aún, entonces me mando a esta casa, contigo.

Escuchó detenidamente todo lo que le estaba contando, después me miró a los ojos y asintió.

-María, María, sabia que algún día de estos me aventaría a alguien para compartir casa, por eso debí elegir la casa solo con una habitación.- suspiró encogiéndose en hombros.- pues si no me queda de otra, bueno Emma soy cat, supongo que ya te lo habrán dicho..., ya que vivirás conmigo tengo que decirte que no me gusta la gente ruidosa, ni mucho menos la gente cotilla, me gusta disfrutar de la tranquilidad cada que se puede, en este mundo un momento de tranquilidad vale más que las semillas de manzana.- se rio levemente.

Asentí a sus peticiones, la verdad es que no pensaba hacer mucho escándalo siendo nueva en ese lugar, no conocía a nadie, no quería llevarme de a malas con nadie.

-Que va no soy para nada ruidosa, no tienes de que preocuparte, además me estoy cayendo en sueño que podría quedarme dormida ahorita mismo, y debería de hacerlo, mañana comienzo con las misiones...- dije un tanto insegura, no me acordaba mucho de la conversación con María, y eso que fue hace unas horas.-Creo que junto a Jesse.

Mi comentario pareció caerle en gracia cuando mencioné a Jesse.

-¿Tu primera guardia? ¿Con Jesse? Seguro debiste haberle caído bastante mal a María como para ponerte con Jesse por ser la primera guardia que montas.-Fruncí el ceño hacia sus palabras, pareció notarlo enseguida.-No se como hayas conocido a Jesse, pero créeme que cuando de algo estoy segura, el es tipo más sagaz que eh conocido antes, el se huele las cosas desde lejos, además de ser un intensito de los cojones en las guardias.- ella rodó los ojos.- No hagas esto, mantente así, no hagas ruido, no, no y no, Aghh... ya me dolió la cabeza de pensar que en dos días me toca guardia con el.

Eso me hizo gracia y me hizo sentir como un alivio, la confianza que emanaba cat era única, y la relación que llevaban aquí me hacía sentir cómoda ah decir verdad, se me hizo una ilusión pensar qué tal vez en un futuro no muy lejano seríamos amigos los tres.

-Espero que me vaya bien entonces.-Comenté ya bostezando.

Después un largo silencio, pareció caer en cuenta de algo, y se levantó de inmediato.

-Vale, sígueme.- y empezó a subir por las escaleras, rápidamente tomé mis nulas cosas y la seguí.-Ya veo que estas muriendo en sueño, y como dices que mañana te toca con Jesse será mejor que descanses de una buena vez.

Llegamos a la parte de arriba de la casa, la cual solo era un pasillo con 3 puertas.

-Ese de ahí al fondo en mi cuarto.- apuntó hacia una puerta al fondo del pasillo.- y está será tu habitación.- abrió la puerta para dejar ver el interior en el cual era una pequeña recámara, con una cama con sábanas verdes, un mueble pequeño al lado, lo que más me sorprendió fue que tuviese un closet de media pared al lado, esto en verdad que era un sueño y un espejo de buen tamaño recargado en una de sus paredes.

Los ojos se me abrieron como platos y no pude evitar sorprenderme, si alguien me hubiese dicho por la mañana que esa misma noche me encontraría donde estoy parada, le diría que estaría demasiado chiflada como para creérselo.

-¡Wow! Pero que pedazo de cuarto más bonito, si te conociera te abrazaría te lo juro!!.-dije mientras me adentraba en el cuarto.

El mejor momento fue cuando me tiré en la cama, solo sentía como los ojos se me iban cerrando solos.

-Que persona tan más rara me acompaña.- dijo cat mientras cerraba la puerta y se iba.-¡Enfrente de tu puerta esta tu baño, por la mañana te levantaré yo antes que Jesse lo haga, si no estarás frita y sin desayuno!.- grito cat ya desde su cuarto.

No puede evitar sonreír.

Y fue cuando finalmente quede profundamente dormida, si de algo estaba segura, es que nunca me había sentido tan cómoda y segura durmiendo en un lugar, tanto que ni me cambie ni nada, con lo que llevaba puesto me dormí.

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PERDÓN.

Perdón por no haber actualizado hace siglos, pero es que a decir verdad, estaba en un bloqueo
lector/escritor que no me daba la fuerza de venir y escribir.

Por eso os traigo un capítulo algo largo.

¿Que opinamos de cat? Una monada ¿no?

Lost in the dark | Ellie Williams Donde viven las historias. Descúbrelo ahora