ㅤ ㅤㅤ🥛 ๑◞ cap. dos '' 🥛

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...

Nam Joon veía la pálida comida sin gana alguna, y Yoongi estaba en las mismas. Habían decidido ir aún restaurante muy (bastante) fino.

Una, porque tenían mucha hambre, y otra, porque no sabían en qué, o cómo, comenzar a gastar el jodido dinero.

- De verdad... ¿Esta es la comida que sirven en éstos lugares? - Yoongi se encogió de hombros y Namjoon hizo una cara de desagrado - Si hubiese sabido de esto, te hubiera dicho que nos fuéramos a comer algo delicioso a la calle. La comida de ricos, es patética, yo no vine aquí por un pedacito de carne medio crudo y una untada de salsa con dos... - se quedó viendo el plato con el ceño fruncido - ¿Qué se supone qué es eso? - señaló dos cositas redondas de color verde, que se encontraban en su platillo.

- ¿Aceitunas? - se quedó pensadolo, y después de analizarlo bien, asintió - Sí, así se llaman.

NamJoon puso cara de horror y alejó el plato, con notable asco.

- Que puto asco - se quejó - Yoongi, vamonos a comer comida de verdad - su voz salió suplicante - Vamos a casa de Minnie, él si sabe de comida.

Yoongi asintió y se puso de pies, dispuesto a dejar la comida entera y sin haberla tocado. Dejó el dinero en la mesa y tomó sus cosas, junto a NamJoon y comenzaron a salir, por el elegante lugar. Había mucha gente, y todo se veía de maravilla, pero en estos momentos agradecía no haber nacido con tanto dinero. Pues había visto como un chico de su edad, estaba vestido con esos estúpidos trajes elegantes, mientras mantenía su postura firme, y escuchando una plática, que se tenían los demás hombres en aquella mesa. Seguramente estaba muy aburrido.

Pobre chico. Yoongi jamás se vería en aquellas circunstancias, que horrible sería.

Al salir del lugar, comenzaron a caminar, con dirección a una estación de trenes. No estaban lejos de casa, pero tampoco estaban tan cerca, y la verdad, al de piel pálida, no le gustaba caminar mucho.

- Al parecer el clima está agradable hoy - Namjoon se recostó en uno de los faroles que estaban cerca de algunas bancas, mientras observaba el lindo cielo - Más tarde iré a visitar a Seokjin - mencionó, al recordar que le había prometido al mayor, ir a verlo.

Yoongi dió un suspiro y soltó una risita.

- Vaya, te tiene muy enamorado, ¿eh? - dijo con burla y Namjoon rodó los ojos.

- ¿Y acaso tu no lo estás? - contra atacó, el de cabello rosa y Yoongi dejó de reír.

Llevó su vista hacía otro lado y observó cómo una

pelí rubia, no dejaba de verlo.

- Claro que no lo estoy - su voz salió tan normal, como si aquello que había dicho, no había molestado un poco a Namjoon.

-¿Ah no? - se acercó hasta el pelinegro y vió cómo saludaba con la mano, descaradamente a la chica, de minifalda - ¿Y Jimin qué? ¿Está pintado en tu puta cara o cómo? - su voz dejó en claro lo molesto que estaba.

Yoongi dejó de ver a la chica y esta vez, volteó a ver a su amigo, quién estaba con su ceño, dañado.

- Emm... - llevó su dedo índice a su boca y Nam lo quedó viendo - Jimin sabe que soy... diferente - se encogió de hombros, restandole importancia.

- ¿Diferente, dices? Si con solo decir eso, ya se sabe que eres como todos los demás - soltó un suspiro con molestia - Deberías de madurar un poco, ya estás muy grandecito, cómo para qué nosotros te digamos lo que tienes que hacer - le regañó - El hecho de que Jimin te ame mucho, no significa que va a estarte aguantando.

- Si tanto me ama... debe de demostrármelo, ¿no? - rascó su nuca, para luego soltar un suspiro - Si me ama de verdad, va a soportarme cualquier cosa.

Namjoon soltó una risa nasal.

- Sí, cómo tu digas... - los dos se quedaron callados, al ver que el tren, ya había llegado.

No dijeron nada más, sólo se sentaron en uno de los muchos asientos libres y se quedaron observando el lindo paisaje por la ventana. Cómo si aquello fuera lo más interesante en el mundo.

No fueron más de cinco minutos después y ya estaban de camino a la casa del pequeño rubio, de mejillas abultadas. Al estar frente a la casa de éste, Namjoon hizo una mueca. La verdad, con toda la pequeña plática que tuvieron, hasta el hambre se le había ido.

- Oh... ¡NamJoon hyung! - el pelirrosa dejó a la vista su hermosa sonrisa, al escuchar la alegre voz, inconfundible del lindo, Park Jimin.

- Hola Minnie - saludó con su mano desde lejos, pues el otro se encontraba en el corredor de la casa y Namjoon, estaba aún en la calle de enfrente, con un Yoongi con mucho sueño.

-¿Vas a entrar? ¿Dónde está Jinnie? ¿Por qué no vino contigo? - el rubio se acercó a ellos y abrazó a Namjoo, con una felicidad muy notable.

-Me gustaría, pero le prometí a Jin que iría a verlo hoy. De hecho... vengo con Yoongi de hacer un pequeño mandado y pues solo pasaba a dejarlo contigo - Jimin asintió entendiendo y volteó su vista hasta dónde estaba Yoongi, con los ojos cerrados y las manos en sus bolsillos.

- Está bien, hyung - volvió su vista al de hebras rosas y asintió, agitando su manita - Saluda a Jinnie de mi parte y dile que ésta semana iré a su casa, cuídate mucho y espero que para la próxima, vengan juntos.

Namjoon le sonrió y golpeó el hombro del mayor, asiendo cae. que abriera los ojos de golpe, pues casi se

- No vemos Minnie - se despidió del más bajo y luego se despidió de Yoongi - Nos vemos luego, idiota.

Yoongi hizo un sonido con su garganta y vió como NamJoon comenzaba su ida, en dirección a la casa de Seokjin, quién no vivía muy lejos de la casa del quién no vivía muy lejos de la casa del rubio.

Al perder de vista al de hoyuelos, llevó su mirada hasta su novio y lo vió sonreírle, como lo hacía todo el tiempo.

- Hola Hyung - el más bajo le saludó, agitando su regordeta mano y Yoongi suspiró - ¿Cómo estás hoy?

- Vamos a dentro Jiminnie, tengo mucho sueño - se quejó, pasando al lado de su novio, y comenzó a caminar, hasta las instalaciones, de la cómoda casa, del más bajo.

Jimin suspiró y volvió a sonreír, mientras seguía al mayor, a paso rápido. Después de todo, hoy lo había extrañado mucho.

Al estar adentro, vió a Yoongi subir por las escaleras y no tuvo más opción, que cerrar la puerta con seguro y subir hasta el segundo piso. Y al entrar a la habíatacion, lo vió tirado en la cama.

- Hyung... - se acercó hasta él y Jimin se asustó, pues el otro lo jaló, haciendo que cayera en el cómodo colchón, junto con él.

- Ven, tengo mucho sueño - tomó a Jimin de la cintura y lo atrajo hasta su cuerpo, rodeándolo con sus brazos y piernas, para poder estar cómodo, con el cálido cuerpo del menor.

Y ambos se quedaron así, con un Yoongi profundamente dormido, y un Jimin con el corazón latiendo a mil por horas.

Porque sí, porque Yoongi no era así de demostrativo con él, y ese momento debería de aprovecharlo, lo más que pueda.

Por esa razón, no se iba a quedar dormido.

 ִ ۫ 𓍯  ִֶָ 𝐦𝐢𝐥𝐤 ⑅ 𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧 . 𔘓𓂃 ִֶָ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora