ִ ۫ 𓍯 ִֶָ 𝐦𝐢𝐥𝐤 ⑅ 𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧 . 𔘓𓂃 ִֶָ

ㅤ ㅤㅤ🥛 ๑◞ cap. uno '' 🥛

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Yoongi tenía la maldita manía de usar una puta moneda, todo el jodido tiempo, era su moneda de la "suerte" y la llevaba a dónde quiera que iba. Si apostaba, la usaba; incluso si tomaba desiciones serias, la usaba también.

Era una calma para su jodida ansiedad. Sufría de ansiedad casi todo el tiempo, su cuerpo se comportaba inquieto y amaba mucho la adrenalina.

Era una persona sociable, muy sociable a decir verdad, a pesar de que su infancia no fué del todo buena, se esforzaba para que su futuro fuera brillante y lleno de paz. Sus amigos lo tachaban de "irresponsable" por ser una persona que le valía verga todo, hasta su propia vida. Yoongi no era una persona demostrativa y afectiva, le costaba demostrar sus sentimientos. Y para algunas personas, él solo era un frío sin corazón.

Pero para sus amigos era todo lo contrario, no era una persona problemática, de hecho, era muy pasivo, ya que de por sí, todo le importaba poco, no tenía un motivo por el cuál volverse responsable, ni siquiera se consideraba un motivo de sí mismo, para su vida.

Solo quería disfrutar y vivir su juventud como todo buen jóven hormonal. Era un mujeriego de mierda, no desaprovechaba la oportunidad de acostarse con alguien cuándo la suerte le salía.

Era como tener miles de vidas. A Yoongi, todo le salía bien, era como si su vida hubiese sido ofrecida al diablo. Era despreocupado y no le tenía miedo a nada.

Era un gato con miles de vidas.

- Yoongi, deja de estár apostando tu dinero, no seas tan idiota - Namjoon veía con el ceño fruncido a su pálido amigo, tratando de que entrara en razón.

Yoongi rodó los ojos, con notable aburrimiento.

- Dejame en paz, solo será ésta ronda - dejó a la vista sus hermosas encillas y NamJoon chasqueó la lengua con molestia - Ya verás, luego nos iremos a comer a uno de esos restaurantes de ricos. -

Namjoon negó, divertido. Al parecer, Yoongi no iba a cambiar nunca, era un completo testarudo.

- ¡No me estés jodiendo! - Yoongi veía con el ceño fruncido, al sujeto que se encontraba con su "amigo" al otro lado de la mesa - No estés hablando en inglés- soltó molesto.

Los dos gringos que estaban en la mesa del billar, hablaban entre ellos, secretamente. A Yoongi le jodía que lo tomaran por estúpido. Pues claro, él no era ningún estúpido.

Era cierto que él no podía hablar inglés, lo admitía. Pero el juego de cartas, prometía mucho dinero, para el afortunado ganador. No estaba en sus hermosos planes, perder, claro que no.

Esos estúpidos se iban a joder, sí o sí.

- No te preocupes - le susurró Namjoon, en el oído - Se perfectamente lo que estos cabrones están diciendo - a Yoongi le brillaron los ojos al recordar que Namjoon podía hablar el puto inglés, con fluidez.

- ¡Ja! Hoy se los va a llevar la que se los trajo, par de cabrones - susurró por lo bajo, mientras una risita salía de sus labios - Muy bien... - llamó la atención de la dos hombres - A empezar esta mierda, que ya me quiero largar de aquí - tomó las cartas y las varageó, para luego repartirlas.

- Veo que tienes prisa - le sonrió uno de los Américanos - Te recuerdo qué, una vez términemos ésto, te irás sin ningún centavo - habló con un acento coreano, perfecto.

-¿Por qué no vienes y me chupas la verga? ¿Eh? Puta - Namjoon se acercó y sonrió nerviso.

- Yoon, ya, apresurate - se quejó - Me estoy aburriendo.

Yoongi se acomodó en su asiento y lanzó la moneda al cielo. Vió como aquélla, caía en la mesa y admiraba maravillado, lo que había caído.

Cara.

- Ya perdiste, gringo de mierda - comenzó a ver su jugada y sonrió en grande.

El gringo rodó los ojos.

- Lo que esa moneda sacó, no significa nada - rió - De igual forma, perderás - aseguró con convicción.

- Si, como sea - vió que su jugada era brutal.

Namjoon abrió los ojos al ver el par de cartas que habían puesto en la mesa, los dos gringos américanos.

Pero Yoongi acercó las suyas y sonrió en grande al ver que había ganado todo el maldito dinero que había en la mesa.

Esos hermosos billetes verdes, eran todos suyos.

- ¡Bualá! culero - volteó su vista al gringo - ¿Cómo te quedó el culo? - el gringo gruñó molesto y se puso de pie.

- Vámonos Bernan - su amigo asintió y se puso de pies, junto con él - Sólo tuvo suerte.

Yoongi le restó importancia y Namjoon se acercó a la mesa a ayudar a recoger todo el dinero que su amigo había ganado.

- Diablos Yoon, eres el puto amo - Yoongi se tocó el pecho orgulloso.

- Lo sé Nam, lo sé.

Y sí, tal vez, Yoongi si le había vendido su alma al diablo.