Hacía un buen día cuando me fui a dar una vuelta hasta Los Lagos. La tarde estaba tranquila y las calles también, había poca gente por la ciudad.
A medida que voy avanzando a paso ligero por los parques se ensanchan las calles y empiezo a ver el verde de la naturaleza y grandes extensiones pobladas de árboles frente a mis ojos.
Ando por los caminos de piedras sin un rumbo fijo mirando lo que me rodea, la vista es maravillosa desde aquel espacio verde apartado de la ciudad, apenas se veían los altos edificios desde tan lejos. En el horizonte se podía ver el atardecer de colores anaranjados y los rayos del sol eran halos dorados.
Camino un poco más y me apoyo en las barandillas de madera que no permiten el paso al lago.
Las aguas cristalinas las surcaban los patos que las habitaban. Desde donde estaba había buenas vistas a los lagos. Si quisiera caminar un poco más hay varios lagos en la zona que por eso tiene ese nombre.
Es un lugar muy bonito alejado del bullicio, allí se respira plena naturaleza y tiene bonitos almendros y cerezos para disfrutar de ellos.
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Cosas que pasan en la vida y sobre mí TERMINADA
AcakPensamientos, sentimientos, emociones, metas, sueños y esperanzas de una adolescente, de este mundillo como escritora en práctica. ****************** Si has llegado hasta aquí, me alegro, si no te dedicas a juzgar y criticar a alguien detrás de una...
