Dulces noches de pecado. Él es mayor, él es rico, él es guapo, él es el padre de su novia. El deseo y la perdición era su segundo nombre. Deberían de parar lo que estaban haciendo pero las cosas malas.
Jamás se sintieron tan buenas.
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portada...
Resto del capítulo en Inkspired. Uso wattpad para darme a conocer pero estos caps no los puedo subir por política. :(.
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Sus manos viajaron a los pantalones ajenos para desabrocharlos, cosa rápida con la ayuda de un energético Jungkook, que lucía tan desesperado, queriendo esto tanto como él. — Rápido, rápido.
— Tranquilo, chico. —Su corazón palpitó, adorando el gran entusiasmo de este mocoso. Esta no era la manera en que pensó que terminarían. O que follarían si se daba la ocasión. Cosa que no pensó, por supuesto. Porque no podía pensar en el novio de su hija en su cama, en sus sabanas, en su casa, con sus fuertes piernas alrededor de su cintura mientras él se perdía en el calor dentro de su cuerpo...Joder, Taehyung, enfócate.
Pero incluso si se enfoca, todo terminaba en esto. Teniendo a este hermoso chico en su escritorio, a punto de follarlo. Con ese cabello rubio pegado a su frente por lo sudado que estaba, o bien en su cama mientras lo destrozaba con toda la pasión que podía llenar su cuerpo.
Porque le provocaba hacerlo. Paso por paso. Piel contra piel. Destruir a este mocoso, hacerlo llorar de... Joder.
— Uuuuhh. — De nuevo, otro puchero, no era legal que hiciera esos pucheros, no era malditamente legal, maldición. Menos con esa carita que tenía: Ojos grandes y dilatados, que parpadeaban y se entrecerraban de manera perezosa y provocativa, labios finos completamente rojos por ser mordidos, pómulos suavemente pronunciados pero gorditos, como un adorable y lindo conejito.
Sin pensarlo mucho, lamió sus propios labios, probando de ellos el dulce sabor de Jungkook. Después de aquel beso, quería otro y otro y otro. Quería probar si podía hacer que Jungkook se corriera solo con sus besos.
El chico estaba tan desesperado, pero ese lado tímido todavía no salía por completo de él. Su mirada estaba algo escondida por las hermosas pestañas curvadas que tenía. Parpadea tímido, esperando que él tuviera el control. Era un buen chico. Es perfecto.
— Eso es, quédate quieto para mí, ¿sí harás eso, nene? — Quería probarlo. Le gustaba jugar con sus amantes. Saber cuánto pueden durar antes de deshacerse.
— Uh...
— ¿Hm?
— Sí... ah... está bien.
Sus miradas siguieron conectadas hasta que el rostro de Taehyung se consiguió justo por encima de la entrepierna de Jungkook.
Lo había acomodado una vez que se deshizo de los pantalones ajenos. Guió a Jungkook hasta que este se recostó en el escritorio, tirando todo lo que había encima para su comodidad, y así, poner los pies contra la fría manera, completamente abierto para él. Era una vista caliente, los pantalones del chico estaban en algún lado junto con sus zapatos, solo tenía unas medias llegando casi a sus rodillas, y la camisa que se moría por quitársela, pero sabía que una vez que lo hiciera no iba a parar, solo iba a querer más y más de su cuerpo, de él.
De descubrir las mil maneras en las que podía hacerlo tocar el cielo.
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