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Su mano seguía en el mismo lugar, Lisa estaba paralizada y volvió a la normalidad cuando los dedos de aquel hombre se fueron hacia su braga.

- ¿Qué haces?- preguntó nerviosa mientras se alejaba del chico

- Tocándote la pierna- dijo sonriendo

- ¿con que derecho?- preguntó

- Aunque no creas lo tengo- dijo riendo y camino hasta la nevera.

Este tenía una playera blanca puesta y una pantaloneta negra, llevaba unas pantuflas blancas y su cabello como de costumbre estaba despeinado.

Abrió la nevera y sacó un tarro con agua, quito la tapa y tomo un poco, luego volvió a poner la tapa y lo dejo donde estaba anteriormente.
Lisa solo lo observaba pensativa por lo último que había dicho.

- ¿Por qué dices que tienes derecho a tocarme?- preguntó curiosamente mientras Jungkook guardaba el agua.

- Lo tengo ¿o no?- preguntó acercándose cosa que hizo que Lisa se alejará

- No lo sé- dijo

- Ve a dormir nena se te hace tarde- dijo acercándose, pero Lisa se alejaba.

Llego un punto en el que Lisa ya no se podía correr más estaba acorralada por Jungkook. El pelinegro agarro de la cintura a la chica y la atrajo hacia él.

- ¿Qué haces? Sueltame- dijo mientras quitaba las manos de Jungkook

- Lisa...- susurro en el oído de la chica

- ¿Qué pasa?- contestó nerviosa

Era la primera vez que veía a Lisa tan nerviosa y eso me encantaba, su mirada era baja y sus labios rojizos, no sabía que mirar, sus ojos o sus labios. Para ponerla más nerviosa vacile un beso igualmente como hizo anteriormente, su mirada estaba postrada en mis labios que se acercaron a los suyos y ya estando muy cerca vio los ojos de Lisa cerrarse y se alejo.

- ¿por qué tienes los ojos cerrados Manobal? - preguntó burlón

- Eres un estúpido- Lisa se iba a alejar, pero Jungkook la detuvo y volvió a acorralarla.






Las curvas de Lalisa ManobalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora