AGOSTO 2023
Esta nerviosa mirando sus uñas para evitar pensar en que de verdad está avanzando.
En el transcurso de la tarde el tal "Paco" escribió para dar detalles de los precios y la cito para conocerse mejor porque dijo que le parecía guapa y muy graciosa, ella no podía estar más de acuerdo y aquí estaba dejando que María le haga unas trenzas ambas con mucha ilusión, digamos que estuvo despistada todo el día casi no queriendo contar pero callar nunca fue de sus fortalezas por lo que al final del día después de todos los recorridos y que Alba asegure que todo este bien para su gran día, terminaron en casa ayudándola.
- Tu trata de conseguirnos ofertas con los tragos –dice Alba mientras dobla toda la ropa que sacaron porque antes hubo un desfile de modas y eso que no había traído tanto de ropa- ¡Estoy enamorada de sus vestidos! No puedo esperar más días – El color escogido fue verde y Samantha había comprado un modelo espalda abierta para lucir sus tatuajes.- ¡Me caso chicas!
- Y todavía no tenemos un bar de tragos -María termina con su súper peinado- Estas hermosa –sonríen como madres orgullosas mientras Samantha piensa que no debería estar teniendo tanto preparativo para salir con ese chico que nunca más volvería a ver pero es una semana mágica, la locura brota en toda la casa- Oye Alba consígueme un amigo de Ricardo que ya no tengo pareja de baile –le guiña un ojo porque aparte de conseguir tragos casi gratis la idea era un compañero de baile y más cosas...
Ahora estaba aquí sin saber a dónde ir mirando a todos lados fingiendo paz mordiendo las mejillas porque no puede dejar de sonreír, la noche era joven y la vida una. Camino con su vestido rojo no era largo tampoco corto, y de maquillaje un labial del mismo color que pintaba su boca mientras se preguntaba sí terminaría manchando otra.
Estaba con una camisa de playa pareciendo el típico muchacho que uno ve en películas donde el trama es la vida en una isla, todo tan cliché que daba miedo, y permitió que la absorba cualquiera sea el libreto. Cuando la vio tenía una sonrisa tan bonita que casi desvía la mirada intimidado, y recordó que tenía que fingir que no estuvo comiéndose la cabeza esperando ser plantado porque Samantha jugaba en otra categoría.
- Hola
Estaban tiesos en esas sillas incomodas ya listos para leer el menú pretendiendo que no era la gran cosa esta improvisación de cita en un restaurante de comida rápida con precioso "accesibles".
- Esto de aquí es una recomendación mía siempre que vengo la compro –le tira una sonrisa donde ella puede ver todos sus dientes perfectos- con esto no puedes fallar
- Con que aquí traes a todas tus chicas –y sintió vergüenza por no pensar antes de hablar, era tanto el silencio y suelta eso, pudo jurar que tenía la cara roja mientras soltaba una risa falsa
- Casi –el muchacho "Paco" ríe- ¿Tengo cara de tener varias detrás?
- Un poco si
Decidió que por un rato mantendría la boca sellada y la conversación murió, y Paco parecía no querer forzar las cosas y no estaba mal ninguno quería cagarla pero tanto silencio la hacía pensar como que esto fue una mala idea, mientras no dejaba de moverse ya memorizando su pedido y otros platos de tanto leer la misma cosa, ella podría trabajar ya aquí.
- Con que una boda –suelta. Su personalidad parece más segura que hace un rato y Samantha deja el menú a un lado, ya estaban aquí después de todo
- Si. Mi amiga Alba la chaparrita –intenta indicar quien de todos era Alba- va casarse con el hombre de su vida es para emocionarse, no te creo lo rápido que pasa el tiempo –Paco puede ver como los ojos de Samantha se iluminan hablando de toda la historia de amor de esos dos y como terminaron aquí- Y la persona que iba preparar los tragos tuvo un inconveniente y ahora estamos contra el reloj –ríe nerviosa- entonces apareces tu nuestro salvador, bueno el bar y otros bares pero nos gustaste –ríen y por fin el ambiente tomo otro ritmo, hablar de otras cosas y otras personas sacaba lo mejor de los dos, puede que hasta suceda una segunda cita- Claro pero sí tu quieres hacernos ese gran favor
- Claro –respira profundo sintiendo que este era su gran momento- pero con la condición de que bailemos algo
- Que idiota –se tapa la boca- hay perdón.
Para Samantha fue una velada interesante quizás una como en otra parte, tampoco es que vivía encerrada, le gusta aprovechar momentos. Y así fue, esta noche hizo quizás amigos que también gusta de disfrutar momentos y con descuentos, porque sí que había conseguido bajar los precios para la boda y también un compañero que decía saber bailar pero era cosa para el futuro, ahora mismo la estaba llevando a casa porque tenía vehículo
- Tenía razón –y ella no entendió- eres divertida
- Claro –dice orgullosa- Tu sí que me sorprendiste muy bien –levanta sus pulgares
- Cualquier cosa sí estas aburrida o libre podemos quedar y mostrarte más lugares
- Lo tendré en cuenta –ella simula tomarse el tiempo para pensarlo- Claro –se despiden.
El vehículo empieza a moverse hasta perderse en la otra esquina mientras Samantha todavía no encuentra sus llaves que dejo Alba, habían decidido quedarse en las tantas habitaciones porque al final siempre estaban juntas. Esta por llamarla pero no quiere despertarla que mañana temprano venía Ricardo pero de verdad que no podía estar más tiempo fuera, hasta que por fin entre sus tantas cosas ¡Eureka!
"No podía ser... bueno sí podía ser pero por qué"
Sus ojos estaban perdidos en el otro y no salía palabra, tal vez algún susurro pero ella no escucha tan bien y él está a unos metros de distancia, se cruzaron en medio de la calle cuando él bajaba del vehículo con sus cosas ¿En qué momento llego? ¿Habrá visto todo y esperado para hacer su gran entrada? ¿Por qué le iba importar? Y camino, camino a pasos rápidos hasta llegar a él.
- Hola
- Hola
Pasaba algo muy raro para ambos y era que no podían gesticular nada y había tanto que decir
- No sabía que venías, bueno sí pero no sabía que sí –no tenía nada de sentido mejor se hubiera callado pero no podía respirar estando tan cerca suyo con una tensión que podía cortarlos
- ¿Qué? –rodo los ojos como si Flavio tuviera la culpa de que su cabeza no pueda formular oraciones pero ella sabía que había entendido- Vine con Ricardo –se puso serio y quedaron más cosas que decir llevadas por el viento ¡Malditos Silencios!
- ¡Genial! Voy entrando que nos estamos montando un show –y mientras lo dejaba atrás podía sentir su mirada clavada en la espalda y le gusto.