5- "who'd have believed you'd come along"

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AGOSTO 2023

Estaba pasando, estaba tomando un barco a una isla para una boda que no le interesaba tanto pero sí le interesaban los invitados, en especial una de ojos color cielo. Aunque debe admitir que con Ricardo logro mantener su amistad y un poco con su novia, si algo pudiera ser rescatable de todo ese desastre de ruptura fue la amistad que nació entre los dos.

Y aquí estaba sintiéndose la persona más lista del planeta porque pase lo que pase va haber cerveza y comida gratis.

El plan consistía que una vez llegado a la isla quedaba en casa de los novios que tal vez al principio le daba algo de angustia molestar pero no podía abandonar en este día tan especial y eso que casi desistió de último momento por compromisos laborales, el universo era insistente porque ahora estaba casi por llegar junto con el novio por los mismos motivos, así que se dejó llevar. Iba quedar toda esta semana, había alquilado un traje color vino y con lo mucho que odia usar estas cosas busco algo lo más moderno posible pero también vintage, pocos sabían o tal vez todos, era todo un fashionista.

-          Alba me ha de querer matar –le hacía gracia pero siempre supo tener empatía

-          Ya estamos aquí anda cambia esa cara fea que no se arrepienta

-          Gracias por venir conmigo –Flavio sabía que esta era una declaración más allá de un viaje para el día más importante de su vida

-          Anda

Desde la ventana se podía ver la hermosa playa que no pudo evitar un poco de nostalgia, creía ser más fuerte y ahora se preguntaba sí una semana no era demasiado para su corazón, porque en sensible no le gana nadie.

Seis horas de viaje después de todo el curro de la semana en la discografía lo tenía agotado y eso que era joven para tener la espalda así de reventada, por suerte sí bien recordaba había estos sitios exóticos donde hacían masajes con todo tipo de aceites.

Y así cuando menos lo necesitas sucede el caos...

-No encuentro mi maleta –estaba todo pálido- No estoy bromeando contigo

- ¿Cómo no vas a encontrarla? –la situación era posible pero siempre para no creerse, aunque siendo él tampoco se sorprende – ¿Cómo es esto posible?

-Pues desaparecieron... a ver qué quieres que haga –siempre lo tomaban como una persona tranquila porque nadie nunca sospecha lo nervioso que se ponía cuando las cosas salían de su control.

- Vamos... -y el celular de su amigo empieza a sonar- Amor – este hizo unas señas pero Flavio decide ir en búsqueda de sus pertenecías, este viaje estaba empezando tan mal que atentaba contra su positivismo.

Habían llegado al puerto a las cinco de la tarde pero no salieron del lugar hasta las siete de la noche, entre reclamar la maleta perdida que por descuidado dejo en el otro puerto, esperar la llegada de Alba y también tener que conformarse con alguna que otra prenda de en los objetos perdidos que le habían ofrecido, estaba que no veía el momento de llegar a la casa y despejarse.

-          ¡Anímate! Que esta noche hay fiesta de bienvenida

-          Lo siento mucho Fla –iban en el auto de Alba quien llevaba  unos lentes de sol grande y unos ruleros en el cabello- pero no te preocupes que Ricardo te presta la ropa

-          ¿Qué tiene de malo mi ropa? –la pareja ríe como sí de un chiste privado

-          Va ser una fiesta temática

Una fiesta de lentejuelas... porque otra cosa no era. Apenas llegaron y Alba lo acompaño a uno de los cuartos de invitados porque la casa era tan grande que había como diez habitaciones, parecía un hotel. Su habitación era modesta y con vista a unas montañas, el agradecía que de momento iba estar solo porque hay habían dos camas. Después de todas y cada una de las indicaciones y hacerse un mapa mental por fin tuvo tiempo para él. Iba buscar su ropa pero recordó que solo tenía estas de quien sabe quién además de las de Ricardo y trato de encontrarse, más valía recuperar sus cosas. Y cuando bajo había un montón de gente, extraños y algunas caras conocidas.

-          Flavio –era Alba con un montón de sus amigas y entre ellas una que conocía

-          Flavio –la Marta- Alba me había dicho que venías pero hasta no verte no lo creía –y sus ojos estaban con diversión

-          Vamos que hay mucha comida y bebidas para toda la noche... ¡Estoy tan feliz! –abrazo con efusión a ambos- Voy a buscar a Ricardo

-          Te ves bien –se siente estudiado- ¿Hace cuánto que no nos veíamos? Desde... -la corta

-           Si

-          ¿Te estoy poniendo incomodo? -analiza sus palabras mientras ella toma más de su cerveza

-          Un poco sí –Marta rompe en carcajadas- Anda ¿Te divierto?

-          Más aburrido también estas –ella rueda los ojos- Voy a traerte una cerveza

Lo bueno fue que pudo relajarse y lograr algo de equilibrio en su día lleno de infortunios, paso un rato con Ricardo y sus amigos jugando al poker, otro rato con las chicas cantando al karaoke, y siempre bebiendo de por medio que  tal vez debía parar. Sí que una vocecita en su cabeza no dejaba de invocar a una persona que no podía ver por ninguna parte, las chicas comentaron que salió con un chico, cosas que no debían de molestarle pero no dejo de mirar el reloj, pasaban demasiadas cosas, mucha bebida y ruido. Nunca fue partidario de vicios pero de vez en cuando exploraba la nicotina, a lo que salió afuera ya desde hacer un rato a por uno o dos cigarros, y entonces la vio, bajaba de un coche mientras se despedía de alguien que no alcanzo a visualizar, rápido se concentró en apagar el cigarro que no la pille analizando su apariencia. Estaba bonita como sí el tiempo nunca hubiera avanzado pero todo había cambiado y cada uno estaba con lo suyo haciendo vida, la vio tan feliz que se sintió culpable por estar aquí.

-          Hola

-          Hola

-          No sabía que venías, bueno sí pero no sabía que sí –sus ojos, sentía que podían ver su alma mientras ella se perdía formulando palabras que no podía procesar porque todo ella la hipnotizaba

-          ¿Qué? –estaba pillándose el dedo para reaccionar- Vine con Ricardo

-          ¡Genial! Voy entrando que nos estamos montando un show –era un ahora o nunca mientras la veía alejarse con ese vestido ceñido y pensó todo lo que durante semanas tuvo en la cabeza y todo le parecía insuficiente... pero tenían que, mientras sonreía.

SAL DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora