Malditas mallas. No puedo creer que Friday me esté haciendo usar mallas. Daniel, Pete, Logan, Seth y yo estamos en el dormitorio de Paul y Friday luchando para entrar a nuestros trajes de elfo.
Pete tiene su par y los mira como si fueran un rompecabezas en una caja de Cracker Jack1.
-¿Qué diablos se supone que debo hacer con ellos? -pregunta.
Logan se desviste hasta quedarse en sus bóxeres y se sienta en el borde de la cama. Él empieza a remangar un par de mallas, enrollándolos en sus dedos hasta que se estira para colocarlos en sus dedos de los pies. Luego mete su pierna peluda en un lado, y repite lo mismo con la otra.
-Hombre, eres demasiado bueno en eso -dice Daniel.
Logan se encoge de hombros.
-Tengo una hija -responde.
Logan no mira hacia arriba, o tiene que leer los labios de Daniel. Todavía no puedo acostumbrarme a eso. Escuchó lo que dijo Daniel. A veces, solo quiero sentarme y ver como todos los sonidos llegan a los oídos de Logan. Quiero ver sus reacciones y verlo asimilar en ruido. Sé que suena estúpido, pero es importante.
Seth está haciendo la misma cosa que Logan acaba de hacer con las mallas.
-Amigo -le digo.
-Hermanitas -gruñe-. Usan mallas.
-Le he quitado a un montón de mujeres sus mallas, pero nunca se las he puesto -dice Pete. Estira la cintura de sus mallas-. ¿Se supone que deben apretar tus bolas?
-Si no las tienes subidas hasta tus orejas, creo que te gustarán -se burla Logan.
Abro la puerta y saco mi cabeza.
-¡Cupcake! -Llamo. Peck viene por el pasillo-. ¿Estabas pensando en tener otro hijo? ¿Cómo, algún día?
1 Cracker Jack es una marca americana de aperitivo compuesto de melaza con sabor a dulce cubriendo palomitas de maíz y cacahuetes, bien conocido por ser empaquetados con un premio de valor trivial dentro.
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Ella se ríe.
-Puede ser. ¿Por qué?
-Porque creo que estas mallas van a cortar mi capacidad de producir esperma.
Se ríe de nuevo y extiendo mi cabeza por la puerta para darle un beso. Pete camina detrás de mí.
-¿Es así como van? -pregunta.
Él abre la puerta y Peck grita y se gira para mirar hacia la pared. Él está llevando bóxeres bajo las mallas, pero sus huevos están aplastados en una gran bola.
-Bueno, esa es una imagen que nunca seré capaz de sacar de mi cabeza. -Peck está allí con su rostro cubierto.
Empujo el hombro de Pete.
-¿Qué carajos, Pete? -le digo-. Mi esposa va a tener la imagen de tus bolas aplastadas en su cabeza ahora.
-Mejor mis huevos aplastados que tus bolas reales -dice Pete-. Tengo huevos impresionantes.
-Eso no es lo que dice Reagan -se burla Peck. Esta es una de las muchas razones por las que la amo tanto. Ella puede seguirle el ritmo a mi familia.
-Oh -canto-. ¡Reagan habló mal de tus bolas!
-¡Reagan! -grita Pete.
Reagan asoma su cabeza por la esquina y pone sus ojos en Pete.
-¿Qué?
-¿Has estado insultando mis bolas? -pregunta Pete.
-¿Es así como le llamas a lo que hice anoche con ellas? -Ella le sonríe.
El rostro de Pete se vuelve rojo.
-No, eso se llama...
-¡Hey! -grita Daniel-. No necesito escuchar acerca de tus bolas o lo que tu esposa hace con ellas.
Murmuro al oído de Pete:
-Amigo, totalmente quiero oírte hablar de eso. Más tarde, sin embargo, cuando el mojigato se haya ido de la casa. -Asiento hacia Daniel.
Miro y Daniel está completamente vestido. Está usando shorts de elfo verde, mallas con una pierna delgada y tiesa debido a su prótesis, una
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camisa blanca ondeante, y un gorro navideño verde con pequeños cascabeles rojos en la cabeza.
-No puedo creer que ustedes idiotas me convencieran de unirme a esto -se queja mientras camina junto a nosotros y sale a la sala de estar. Todas las chicas silban cuando hace una reverencia dramática.
El resto de nosotros terminamos de vestirnos y salimos para sentarnos en la sala de estar para esperar a Josh y Paul. Sólo espero que Josh esté en un buen estado de ánimo cuando llegue aquí. Y que esté dispuesto a tomar la oferta de Paul
Él puede tener demasiado orgullo. Tendremos que esperar y ver.
-¡Oh, Dios mío, lucen increíbles! -chilla Friday mientras se pavonea hacia nosotros. Ella está vestida con su estilo clásico, pero con los colores rojo y verde por Navidad, porque habrá cámaras allí esta noche. Eso es sólo un especial de nuestro reality show. Nos gustaría hacer este evento con o sin ellos, pero las personas que ven nuestro show les apasionan las buenas obras, y a nosotros también.
La puerta se abre y Paul y Josh entran. Josh avanza hasta detenerse.
-Yo no voy a usar uno de esos -dice él.
-Oh, sí, lo harás -dice Friday. Ella se le queda mirando.
-¿En serio? -Los ojos de Josh se abren como platos.
-Totalmente -dice Friday, poniendo sus manos en sus caderas-. Los tuyos están en el dormitorio.
-Será mejor que vayas y te cambies -dice Paul. Josh se voltea para seguirlo al dormitorio.
-Espera -dice Friday-. ¿Cometí un error? ¿Va a ser muy difícil para ti? -Su rostro se ruboriza, porque acaba de darse cuenta que las mallas podrían ser muy duro para él.
-Si digo que sí, ¿puedo dejar de usarlos? -Josh sonríe, mirándola de nuevo.
Friday le lanza una almohada a la cabeza y se ríe. Él entra en el dormitorio con Paul y ambos salen unos minutos más tarde. No fue demasiado duro para él. Está vestido como Paul, y ambos lucen tan ridículos como el resto de nosotros.
Un golpe suena en la puerta y la abrimos para encontrar a las cuatro hermanas de Peck. Ellas van a ser las niñeras mientras vamos a este evento. Bueno, a todas menos Gracie, porque a ella no le gusta nadie excepto Matt. Matt va a llevarla en un marsupio para bebés en su frente.
Las Zero se paran en la puerta y miran de un hombre a otro.
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-Oh, Dios mío -dice una de ellas-. Es como un episodio de La Dimensión Desconocida, donde todos los elfos cobran vida, sino que esos eran desproporcionados y torpes.
Pete me mira.
-¿Acaba de llamarnos torpes?
-Creo que sí. Y desproporcionados. -Todavía estoy tratando de decidir lo que eso significa.
-Creo que ellos son sexys -dice Peck mientras se pone su brazo alrededor de mí. Me inclino y la beso en la frente.
-El año que viene, van a estar viendo a nuestro bebé, también -le digo a Peck, descansando mi mano sobre la redondez de su vientre. Me sonríe y apoya su cabeza en mi hombro.
-Será mejor que salgamos o vamos a llegar tarde. -Paul apresura a todos por la puerta. Tenemos camiones fuera del refugio para desamparados llenos de juguetes para niños y niñas, y tenemos sorpresas para los adultos, también. Muchos de ellos.
Me froto las manos. No puedo esperar para hacer esto.