Trigésima carta

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Hemos llegado al lugar al que no quería ir.

Me ha hecho bajar y seguirlo hasta la desolada cabaña.

Al entrar me estremezco al ver nuevamente las imágenes con cruces y de nosotros colgadas en una dañada pared de madera.

Sigo al señor Gómez hasta el final de la cabaña y me hace detener justo encima de una cruz.

Le he preguntado que significaba la cruz y me ha dicho que es el lugar donde ha estado su hija amarrada.

Me he tensado de tal manera que creo que hasta el bebé se ha quedado igual que yo.

Le he preguntado de que hablaba y me ha contestado que ahí es dónde él encontró a su hija cuando la secuestraron.

Esto ya no me gusta. No sé si realmente quiero escuchar todo lo demás... O mejor dicho si lo soportaré.

Cartas al cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora