8: Sí te amo.

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¿Ubican ese sentimiento entre impotencia y al mismo tiempo tener todas las posibilidades del mundo a tu alcance? Es lo que me pasa ahora. Siento impotencia al no poder expresarle como me siento pero puedo hacerlo en cualquier momento. Un simple 'te quiero' cambiará todo pero ¿para bien? ¿Para mal?

Desperté al lado de el chico mas tierno de la vida. El cuarto apestaba a alcohol y estaba muy caliente, entonces me levante a mi cuarto a cambiar por un short y un crop blanco. Me lavé la cara y decidí ir rápido por unos tacos ahogados para cuando Atl despierte, tenga algo que comer. Estará muy crudo para entonces.

Maneje rápidamente al primer puesto decente que encontré, los pedí y regrese a la casa. Puse los tacos sobre la barra desayunadora de la cocina y en ese instante los recuerdos de anoche me invadieron. En esta misma mesa, Atl me acorraló y me dijo que me amaba.

-¿Sofi?- Escuché un pequeño grito. Justamente de Atl.

Camine hasta su cuarto y lo vi aun tapado en su cama, con las manos ligeramente apretando su cabeza. De seguro se esta muriendo.

-Dime.- Dije recargada en el marco de su puerta.
-Solo quería saber donde estabas. Me siento de la chingada.- Dijo.
-Me imagino. ¿Quieres comer? Te traje ahogados.
-¿De verdad? Eres la mejor.

Habiendo dicho eso se destapó y se paró de la cama. Se quitó la playera que le puse y bajó sólo en un pants gris algo ajustado.

Al entrar a la cocina se sirvió un gran vaso de agua y se lo tomó de verdad en una velocidad récord. Nos sentamos en la barra y comimos en silencio; cuando el se descuidaba yo aprovechaba y le veía la espalda desnuda. Llena de lunares y delgados vellos, de tez muy blanca. Lo más bonito.

-Mis papás y Yetli llegan en la noche. Tendremos todo el día para recoger y curarnos la cruda.- Dijo Atl.
-Yo no estoy cruda, Garza.
-¿En serio?
-Te lo digo.
-Te envidio.
-Yo te la curo, solo ayúdame a limpiar un poco para que la del aseo no les llegue con el chisme a tus papás.
-Me parece perfecto.

Terminamos de comer y entonces yo fui a recoger la basura y Atl se encargó de abrir todas las ventanas y poner las cosas en su lugar. Lo demás se lo dejaríamos a la del aseo. Nos subimos a mi cuarto mientras ella limpiaba.

-No quiero bañarme.- Dijo Atl sentándose en mi cama.
-Hazlo porque apestas a crudo. Ew.
-Ya en la tarde antes de que lleguen.
-Me da mucha hueva salir a comprarte un gatorade o algo.- Dije acostándome.
-Al rato voy yo, tu ya hiciste suficiente.- Dijo y se acostó al lado mío. Ambos estamos boca arriba, pero con las cabezas giradas hacia los lados para vernos.
-Te ves muy jodido de la cara.- Dije riendo.
-Así estoy bonito, no critiques.- Dijo él también riendo.
-¿y si te pones una playera?
-Así no verías mi estructural espalda que tanto te gusta.
-¿Qué?
-Estoy crudo, pero no güey.- Dijo acercándose mas a mi.
-Mierda.- Aparté mi mirada. El volvió a reír.
-Tu cuarto es muy oscuro.- Cambió el tema.
-Me encanta oscuro. ¿A ti no?
-Se ve cool. ¿Si cierro la cortinas que tal se ve?
-Compruébalo.

Atl se paró y cerró las cortinas, luego echó un vistazo y le dio su aprobación. De por si mi cuarto es escaso de luz, con cortina cerrada es como si fuera un anochecer eterno.

Escuchamos la puerta principal abrirse, seña de que ya no había nadie mas en la casa. Solo Atl y yo. El tenía una sonrisa algo macabra en su devastado pero impecable rostro.

-¿Sabes lo bien que te ves sin maquillaje?- Dijo él volviéndose a sentar.
-Que lindo, gracias Garza.- Dije seca.
-¿Por qué eres tan seca?
-Me gusta serlo.
-¿Y conmigo?
-Repito, me gusta ser seca.- Mientras hablábamos, nos íbamos acercando cada vez mas.
-¿Cuando me vas a dejar romper tus defensas?

Solo me quede callada y lo miré fijamente a los ojos, pidiéndole piedad prácticamente con la mirada.

-Puedo hacerte feliz, hacerte sentir viva. ¿Que no te gustaría?- Dijo Atl a centímetros de mis labios. A este paso va a matarme.
-¿Y qué es lo que tu quieres?- Contesté.
-¿En este momento? ¿Quieres saber la respuesta?
-Dime, Garza.

Me tomó por la nuca y rozando mis labios dijo:
-Quiero hacerte gritar.

No pude mas y dejé que me besara. Pero fue algo muy distinto a los anteriores, fue lleno de deseo. Autentico deseo.

De un segundo a otro el ya estaba sobre mi y mis manos viajaban por todo su pecho. Dejó de besarme el cuello por un segundo para remover mi blusa y así continuó hasta que no quedaba mas nada que quitarnos.

Atl comenzó a hacer lo suyo mientras yo gemía cada vez mas fuerte y clavaba mis uñas en su espalda. Jamás me imagine que llegaríamos tan lejos, pero simplemente no pude mas, no me pude contener.

Seguimos haciéndolo por un buen rato hasta que una ola de mero placer se apoderó de ambos y nos hizo gritar nuestros nombres.

-Te amo.- Le dije casi es un susurro.
-¿Que?- Dijo sorprendido.
-Lo que oíste.- Dije y le di la espalda para poder dormir un rato.
-Yo te amo mas, tenlo por seguro.

Y nos quedamos dormidos.

Ya caí.

Ya valí madres. Me enamoré.

》Eres Mía.《 ATL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora