"Bésame"

92 8 2
                                    


Capítulo 6

Se sorprendió por la pulcritud y el orden de aquel departamento. Alastor le pidió quitarse los zapatos y dejar su chaqueta en la percha, acepto todas las reglas, y al ver aquel espacio, comprendió un poco más al moreno. Quería mantener todo controlado, quería tener un ambiente limpio y así se estaba feliz y en su elemento. Hicieron su investigación y el de ojos rubí se impresiono lo aplicado e inteligente que era el rubio, siempre pensó que compraba los trabajos, copiaba o algo así, pero el mismo era quien hacía todo y sacaba buenas notas.

-¿Tú lees?—Anthony se sorprendió, ya que nunca, el moreno, se había interesado en él.

-Si, leo hartas novelas—Alastor había perdido el interés, volviendo al trabajo—y también históricos—volvió la mirada al rubio.

-¿Qué tipo de historia?—así charlaron casualmente, discutiendo sobre temas que tenían en común, y tenían varios. El tiempo se pasó volando, no sé dieron cuenta cuando el sol se escondió en el horizonte dejando paso a la noche. Habían terminado el trabajo y Alastor empezo a ordenar todo para poder ir a descansar, había sido un día bastante productivo y se merecía un pequeño descanso.

-Mira lo que traje—saco de su bolsa la botella de licor. El castaño subió una ceja.

-¿Y eso por qué?—

-Vamos, hemos trabajado todo el día, es normal divertirse después. Trae unos vasos—el moreno suspiro. Fue a la cocina y trajo lo que pidió su compañero, así tomo el primer sorbo que le quemó la garganta.

-No se cómo pueden tomar está porquería—sabia horrible y atontaba.

-Para callar a tu yo interior ¿No sientes esa voz intrusiva diciéndote puras palabras ofensivas? Pues yo quiero matarla, por eso me drogo y tomo tanto—se encogió de hombros tomando su contenido al seco.

-Entiendo, se llaman pensamientos intrusivos. No sabía que tú también los sentías, te veo tan alegre y sociable—volvió a tomar. Ya sentía el calor en sus mejillas y la ligereza en el cuerpo.

-Vamos, todos tienen problemas. Pero yo no me preocupo, trato de ignorarlos—Alastor lo observó y se dio cuenta cuánta similitud tenían aquel Anthony con el de la historia.

-Es como el Anthony de la historia, vivía despreocupado pero tenía un gran problema familiar. No me digas que tú también—Anthony se sonrojo, porque esa historia la había escrito a su imagen y semejanza.

-Bueno, mi hermano me odia…—no quería dar más detalle porque había una mínima posibilidad de que el castaño lo descubriera.

-Quien lo escribió te conocía bien, o más bien, es como si tú lo hubieras escrito—un foco se le encendió en el cerebro.

-Vamos, no digas eso, toma un poco más—le lleno el vaso y le alentó que tomara. Haría que olvidará aquella certera afirmación. Alastor obedeció, el alcohol estaba inundando su sistema haciéndolo más suelto y más tonto—Por cierto sonrisas ¿Alguna vez has tenido sexo con alguien?—no tenía pelos en la lengua y se acentuaba más aún con el alcohol. Además que quería cambiar encarecidamente de tema.

-¿Y eso? ¿Tienes curiosidad de mi vida?—le dedicó la sonrisa más sexy que el rubio había visto, no pudo evitar ponerse nervioso.

-Bueno, yo..—no sabía que responder sin delatarse.

-Te pusiste nervioso—sonrió aún mas—tranquilo, te responderé. Yo jamás he tenido ningún tipo de encuentro sexual con nadie, creo que conlleva un estrés que no estoy preparado para sufrir—aquella respuesta tan sincera, no sé la esperaba.

-¿Estrés?—

-Piensa lo que conlleva, todo lo que hay que preocuparse y exponerse a una persona. Leyendo la historia, lo hace ver tan fácil, tal libre de cierta manera, quisiera ser ese Alastor—Anthony lo entendía.

"XOXO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora