"XOXO"

"De la ficción a la realidad"

Capítulo 8

Anthony quería tener sexo con su nuevo novio, pero no habían podido ese día en su casa. Andrew subió y golpeó fuertemente la puerta, asustándoles y bajándoles la excitación. Después de ahí, la universidad, les quitaba más y más tiempo, asfixiandoles hasta el cuello. Estaban en época de exámenes y con lo fanático que era el castaño, se habían visto y saludado solo en los pasillos. Husk se enteró de su reciente relación y los felicito a ambos realmente feliz por la pareja.

-Sabia que eran el uno para el otro—dijo en un susurro.

-¿Qué dijiste?—preguntó Alastor.

-Nada, nada—trato de desviar el tema. Alastor también quería hacerlo con el rubio pero no sabía cómo abordar el tema, era inexperto en esto del noviazgo y sabia que no estaba siendo el mejor novio, pero no podía evitar obsesionarse con el estudio, quería sacar la carrera cuánto antes. Al terminar los exámenes tuvieron más tiempo, por lo que el rubio se autoinvito al departamento del moreno. Fue incómodo, los dos sentados en la cama.

-Debes quitarte los zapatos al entrar—el sabía lo obsesivo que era.

-Lo sé, querido—

-Cuando nos saquemos las ropas—el rubio se sonrojo –debemos ordenarla en la silla de la esquina—

-Entiendo, no hay problema—

-¿Te bañaste hoy?—

-Al, cariño, no hay que pensarlo tanto—se acercó a su novio y le acaricio el rostro –la idea es dejarse llevar—

-Dejarse llevar, bien—pero no actuaba. El rubio rodó los ojos y tomo la iniciativa de besarle. Movió sus labios hasta que las lenguas entraron en acción, lo acostó en la cama y lo toco por algunos lugares sensibles haciéndolo estremecer. Desabrochó uno a uno los botones de la camisa, dejando aquel torso fibroso a su disposición. Bajo por el cuello, besando y chupando todos los rincones de su moreno. Alastor estaba tenso, sentía a su novio pero pensaba en la saliva, en los besos y ¿Cuánta infecciones tendrá las bocas?

-Debes relajarte, estás tenso—se levantó y lo miro a los ojos, su estrategia no estaba funcionando por lo que pasó rápidamente a la acción. Desabrochó el pantalón y tocó el miembro de Alastor por encima de la ropa, el susodicho gimió despacio, por fin disfrutando de todo. Anthony sonrió y empezó a tocar todo a su paso de manera tortuosa, lenta. Metió la mano por debajo del bóxer y pudo apreciar lo caliente y húmedo que estaba. Empezó el vaivén, arriba y abajo, maravilloso al tacto viendo cómo su novio se revolvía nerviosos soltando gemidos y jadeos—creo que estás listo—bajo y con su lengua saboreo la punta con líquido, era salado y exquisito. Alasstor se asustó.

-No tienes que, es sucio—

-No lo es, porque eres tú y te amo—volvió a engullirlo, sabía que controlaba su lengua provocando mucho más placer. Subía y bajaba con la lengua, metiéndose hasta el fondo el tronco. Alastor gemía, ya no recordaba todos esos pensamientos obsesivos, solo aquella cavidad caliente que lo envolvía. Empezó a penetrarlo, sus caderas se movían sola, ya no pensaba. Pronto Anthony se detuvo, se quitó el buzo que portaba, dejando libre su propio erección, se colocó a horcajadas y tomo los dos glandes, masturbándolos juntos, acompañándose de su cadera.

-Anthony—su nombre se escuchaba maravilloso en aquella voz temblorosa.

-Alastor, me encanta—sentía tanto placer, amaba verlo con los ojos entrecerrados, la boca media abierta, gimiendo, y las mejillas sonrojadas. Era mucho mejor de lo que soñó, no pudo aguantar más, necesitaba sentirlo dentro. Se preparó con sus propios dedos mientras seguía masturbándolo, cuando ya sintió que estaba listo se puso encima y se autopenetro en la imagen más surreal y encantadora que había presenciado el de ojos rubí. Cuando estuvo todo dentro, lo tomo de las caderas y lo observó. Su rostro estaba contraído de placer y dolor.

-¿Te duele?—era la primera vez que tenía sexo, se sentía demasiado placentero y eso que no se había movido.

-¿Broma? Lo amo—se movió a horcajadas, haciendo que el pene entrara y saliera cada vez más rápido. Alastor no pudo mantener la cordura, cambio de posiciones, quedando ahora el al mando, arriba, subió las piernas color nieve del rubio a su hombro y lo penetró con toda potencia, olvidándose hasta de su nombre. Siguieron así un buen rato, entre gemidos y jadeos. No querían que terminara pero Alastor no podía más, se corrió dentro de su novio, cayendo rendido. Segundos después lo siguió Anthony, todo aquello le había parecido un sueño, jamás se espero tener realmente así a Alastor, el hombre de su vida.

-¿Cómo estuvo?—preguntó con la respiración agitada. Los dos estaban acostados desnudos encima del cobertor.

-Estuvo muy bien, quisiera repetirlo—era directo y eso le encantaba. Anthony lo abrazó y le depositó un beso amoroso en su hombro descubierto.

-Cuando te recuperes lo haremos todas las veces que quieras y a la hora que quieras—

-¿No hay un horario?—

-Claro que no, es cuando quieras—rio por la inocencia.

-Esto me gusta cada vez mas—rieron los dos abrazados aun, desnudos en su cama.

**

Quizás jamás se iba a saber quién estaba extorsionando a Anthony ni quién publicó la historia, lo que si se sabía que eran el romance del momento, y cuando vieron a sus dos compañeros entrar, tomados de la mano y viéndose con amor, no esperaron, los rumores se esparcieron cómo dinamita. Hasta Cherry los felicito y quizás eso daba pie para que la relación se restableciera de alguna forma. Un pelinegro miraba todo con una leve sonrisa en el rostro.

-Por lo menos sirvió para que estuvieran juntos—y nadie lo escucho.

FIN