No es tu compañero habitual de Veela Por: Janara

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Descargo de responsabilidad : no soy dueño de Harry Potter, sus amigos o sus enemigos.

Esta historia será una historia cortada en el tiempo. Sin embargo, no saltarán a la cama de inmediato, ya que esta historia es tanto, si no más, sobre desarrollo y crecimiento personal. Regañarme por apresurar las cosas no tendrá sentido, lo siento. Con suerte, encontrarás que la espera vale la pena, sonríe.

Este es un AU, que comienza al comienzo del sexto año de Harry. Probablemente habrá spoilers de los primeros cinco libros, pero ninguno del libro seis, ya que en mi universo HBP no existe.

N/A: Este capítulo ha sido reescrito ya que necesitaba una revisión importante.

Gracias Lia, por hacer la lectura Beta

Encuentra a tu pareja, Draco

Día uno: lunes 2 de septiembre de 1996

Draco Malfoy estaba sentado en la mesa de Slytherin, luchando contra el impulso de golpearse la cabeza contra la dura superficie. Se estaba volviendo loco lentamente, y no había nada que pudiera hacer al respecto. Al menos no todavía.

El Veela dentro de él estaba cantando en su sangre, instándolo a ir a buscar a su pareja y reclamarlos para que nadie más pudiera poner sus sucias manos sobre él. El impulso solo se hacía más fuerte cuanto más se resistía, y Draco no estaba seguro de cuánto tiempo más podría luchar contra el canto de sirena que era su otra mitad.

Draco había sabido casi toda su vida que era un Veela; su padre se había asegurado de que él supiera tanto de los peligros como de los beneficios a los que tenía derecho. Teniendo en cuenta la desgracia que Lucius había tenido con su propia pareja, Draco era muy consciente de las trampas que le esperaban hasta que hubiera reclamado de forma segura la otra mitad de su alma, lo que hizo que luchar contra el impulso de aparearse fuera aún más difícil.

Sin embargo, era un Malfoy y no estaba dispuesto a hacer ninguna tontería que pudiera poner en peligro todo su futuro. ¡Si tan solo su padre se diera prisa y llegara aquí!

"¿Estás bien?" preguntó Blaise, enviándole a Draco una mirada preocupada. De todos los Slytherins presentes, él era el único que tenía una idea de por lo que estaba pasando Draco. A pesar de su aspecto oscuro, Blaise Zabini también llevaba sangre Veela en sus venas. Sin embargo, estaba diluido, y no muchos de los dones de Veela se habían manifestado cuando cumplió dieciséis años, pero conocía las historias y entendía, de alguna manera, los impulsos que Draco estaba combatiendo en ese momento.

"¡No!" Draco espetó con dureza, solo para disculparse de inmediato. "Lo siento, Blaise, pero esto me está volviendo loco . Él está aquí, puedo sentirlo, huele tan dulcemente, pero está tan triste, Blaise, tan triste. Todo lo que quiero hacer es encontrarlo y abrazarlo y hacer que todo mejore, solo que yo no puedo. " Dijo Draco frustrado.

El chico rubio agarró su taza de té con mano de hierro, era un milagro que no se rompiera bajo la tensión, solo para no hacer ninguna tontería, como arrancarse el pelo. O correr arriba y abajo de las mesas, olfateando el aire. ¿Dónde diablos estaba su padre? No era como si no lo hubieran hecho esperar por siempre como estaba. ¡Había estado esperando todo el sangriento verano por el bien de Salazar!

Draco había cumplido dieciséis a principios de junio, y una vez que se recuperó del despertar de su sangre Veela, algo había estado inquietando en el borde de sus sentidos. Había sido una gran distracción, y era un milagro que hubiera logrado desempeñarse tan bien como lo había hecho en sus TIMOs.

Lo único que le impedía cazar a su pareja era el hecho de que no podía precisar quién era, lo que indicaba que, quienquiera que fuera, aún no había cumplido dieciséis años. Un hecho que de alguna manera puso un freno a los espíritus de Draco. ¿Y si su cumpleaños no fuera hasta Navidad? De ninguna manera iba a lograr hacer algo mientras estaba distraído así.