Rico cerró los ojos y escuchó los dulces gemidos emitidos por ella, hasta que abrió los ojos y vio su cuerpo temblando y la vio llamándole burlonamente.
- Ahhhhhhhhhhh Federicooooo.
- Ah pequeña, quería hacerte sentir lo bueno del placer de dos. - Habló suavemente tocando su miembro que estaba duro de lujuria.
- Señorita, señorita, ¡la cena está lista! - gritó Carmela desde el pasillo. La señora era una de las criadas que cuidaban de la casa y ayudaba a Vicenta en todo. Federico oyó su llamada y se dirigió al rincón para entrar por la puerta que dividía su habitación de la de ella.
Cristina seguía dentro de la bañera cuando se dio cuenta de que la puerta estaba entreabierta y vio que alguien se alejaba. Se quedó allí unos instantes más y luego salió, sonriendo al sentir el perfume de Federico en su habitación.
- Señorita, la cena está lista, Vicenta le pidió que bajara. - y la señora estaba en la puerta de la habitación.
- Muy bien, me voy. ¿Está Rico en casa?
- Sí, subió hace un rato, y como usted no ha bajado, Vicenta me pidió que viniera a buscarlos a los dos, tendremos visitas.
- ¿Visitas? - Era curioso. - Mis padres siguen en la ciudad, ¿quién viene?
- Un comprador con su hija, le dijo su padre al niño Federico.
- Muy bien, ahora bajo. - cierra la puerta del pasillo y se va a cambiar, al salir del armario se dio cuenta que la puerta de la habitación de Frederico estaba abierta, caminó y lo llamó.
- Hola pequeño, puedes pasar. - suspiró al entrar y sintió su perfume y vio la expresión de satisfacción en su rostro.
- Vamos a cenar, Vicenta dijo que ya está listo. - él estaba sentado en el sillón junto a la ventana. Y sonrió cuando la vio acercarse.
- Sí, vamos, me ha dicho el padrino que viene un amigo suyo para hablar de negocios, ¿podemos hacerlo en la cena?
- Sí, así sabré más de las negociaciones que estáis haciendo. ¿Se queda a pasar la noche?
- No lo creo, porque le acompañan su mujer y su hija, que casualmente también estudió agronomía.
- ¿Su colega? - preguntó cerrando la cara, dando la impresión de que se sentía incómoda.
- No sé, creo que no, bajemos. Ah, hoy estás magnífica, o mejor, como siempre, pero ¿has cambiado de perfume?
- ¡Jabón nuevo! - él sonrió y comprendió lo que ella quería decir con jabón nuevo.
La cena fue agradable, sólo estaban presentes el señor Barros y su mujer. Cristina estaba incluso aliviada, pero con lo que no contaba era con que la chica llegaría para el postre. Todavía estaban en la mesa, Vicente había preparado un dulce que a Cristina le encantaba. Semifredo, una mezcla de helado y sirope de vino. Todavía estaban en el comedor cuando Benito, uno de los camareros, entró con una joven rubia.
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Soñar Contigo - Nuestro mejor contrato(en español)✅
FanfictionSoñar Contigo - Nuestro mejor contrato, es un acuerdo sensual entre dos personas. Un contrato que te llevará al delirio