A la mañana siguiente, Cris tenía el cuerpo dolorido y se despertó sin Federico a su lado, se incorporó y miró a su alrededor, nada de él. Cuando bajó las escaleras frente a Vicenta, ve a la señora con el semblante triste.
- ¿Qué pasa Centa, por qué estás triste?
- El niño Federico se fue a la ciudad.
Cuando Cristina iba a preguntar qué había pasado, ya se le estaba apretando el corazón, cuando oyó la risa de Federico que entraba por la puerta, junto con la señora Consuelo y don Severiano.
- ¡Cuándo había soñado que pasaría tanta vergüenza!
- Déjate de tonterías Álvarez, ya sabes lo que dijo el doctor Mauricio, esto pasa. - miró a Cristina inmóvil y supo que algo era diferente en su hija. - Buenos días mi muñeca, ¿cómo está tu hija?
- Hola mamá, estoy bien, ¿qué pasó? - besó a su madre y luego a su padre, dándoles la bienvenida. - Buenos días Rico. - Dijo besándole los labios.
- Tu padre ha tenido una crisis, bueno no ha sido una crisis, ha sido gas de por medio. - rió ella.
- Hola hija, tu madre tiene la manía de comer cosas pesadas por la noche, yo tuve un fuerte dolor en el abdomen y casi me muero.
- Si me preguntaras de qué murió don Severiano, te contestaría con un ¡pedo! - Consuelo se rió y se sentó. - Vicenta, ¿podrías pedirle que nos prepare el café en el jardín?
- Por supuesto señora.
- ¡No me llamaste cuando te fuiste! - dijo mirando a Rico.
- Lo siento, mi madrina llamó y salió corriendo, lo siento mucho. - siguió mirándola cariñosamente.
Consuelo no dijo nada, pero se dio cuenta de lo unidos que estaban, sabía que algo había cambiado entre ellos, y le gustaba lo que veía, se llevaban muy bien. Consuelo miró a su hija y la encontró más excitada, y vio cuando Federico le puso la mano en la cintura cariñosamente.
- Hija, ¿cómo van las cosas por aquí? - preguntó la señora mirando a la pareja.
- Bien mamá, nada nuevo, ah sí vinieron a cenar aquí un par de amigos de papá, su hija es bastante vulgar. - Dijo molesta.
- ¿Hablas de Deborah? - Federico sintió la provocación. - No es vulgar mi amor, es una verdadera zorra.
- No, Consuelo, mi amigo lo va a pasar mal con esa hija suya, eso seguro. Pero hijos míos, decidme ¿cómo van las cosas por las fincas?
Fueron al jardín a desayunar, Vicenta fue llamada para acompañarlos, hasta que comentó que la niña, Cristina, había estado en la cascada por la noche. Cristina fue regañada por su padre, siempre le pedía que no fuera allí por la noche, pero enseguida miró a Federico que le informó que también estaba allí con ella.
Después del café, Cristina estaba en el pueblo, tenía que comprar material escolar para los hijos de los empleados de la finca, y Federico debía pagarle más tarde para que pudieran volver juntos a la finca Bananal, lo que ambos no esperaban era que se encontrarían en el pueblo.
Cristina recibió un mensaje de Rico, diciendo que estaba en el café de la plaza esperándola, cuando se dirigió a su encuentro, vio a Débora entrando en el mismo café, y supo que nada bueno pasaría.
- Freddy, querido, ¡qué alegría encontrarte aquí! - le abrazó por detrás en el mismo momento en que Cristina entraba en el café.
- Oye, estás loca, mujer, ¡suéltame! - se quejó Federico.
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Soñar Contigo - Nuestro mejor contrato(en español)✅
FanfictionSoñar Contigo - Nuestro mejor contrato, es un acuerdo sensual entre dos personas. Un contrato que te llevará al delirio