— Joderrrr cállate ya— le grito a la almohada estresada.
Anoche me he dormido tarde y ahora tengo un sueño de lo más insoportable.
Me levanto mal humorada de la cama y me voy a duchar.
— ¿Qué me pondré hoy? — le digo a nadie en realidad, solo sé que estoy en ropa interior analizando rápidamente mi closet a ver qué me pongo hoy.
Es el primer día de clase en la universidad y aunque quiero lucir bien ya voy ree atrasada. En última terminó colocando unos jeans, una camiseta negra y encima mi cárdigan de Taylor Swift.
Mi cabello me aplico masaje, me hago una coleta alta, agarro mis gafas y salgo a desayunar.
— Buenos días — saluda mi madre
— Hola ma
— Casi que no sales — ataca ella y así comienza un año más de regaños porque yo tardo una eternidad en cambiarme y bla-bla-bla.
Como de rapidez, mi papá me lleva a coger el bus, estoy tan nerviosa, pero el día pasa sin contratiempo, llegó un poquitin tarde, así que corro a buscar el salón.
— Ayyyy — me quejo cuando un rarito me tropieza y ni siquiera tiene la decencia de disculparse. Se va tan rápido que ni tiempo me da para fijarme en cómo era, perfecto, al menos sé que romance típico de Wattpad no tendré porque ni para fijarse sirven estos.
Suspiro y me encamino al salón.
Al abrir la puerta ¡Sorpresa!, interrumpo la clase y apenada me siento en el espacio libre.
La primera clase pasa tranquila y mientras termino de tomar notas en mi cuaderno y el profesor lanza otra pregunta, la cual casualmente también me sé y alzo la mano.
— Señorita West — me da la palabra nuevamente el profesor.
— Oh, vaya, la cerebrito quiere volver a iluminarnos. — Dice un wey algo raro, está vestido todo de negro, pantalones anchos, camiseta, una sudadera de dicho color y lo más raro es que incluso lleva puesta una gorra que le tapa buena parte del rostro.
— ¿Pero a ti qué te pasa? — le respondo
— Que eres fastidiosa, no siempre puedes llamar la atención, ya mejor siéntate niñita
— No seas ridículo, si quiero o no participar no te compete, ah y allá tú que no sepas ninguna de las respuestas y yo te haga sentir menos sin siquiera intentarlo
— No seas ridícula, tú no sabes qui...
— Ok, ok, chicos ya siéntense y respeten la clase, cualquier inconveniente personal lo arreglan fuera, mi clase no es lugar para eso, por favor — Dice el profesor, pero el chico raro y yo estamos enfrascados en un juego de miradas que por más que intento no puedo romper ¿Y salir perdiendo?, sobre mi cadáver.
El profesor se termina interponiendo entre ambos y haciendo que ambos perdamos
— O se sientan y calman, o ambos se quedan fuera de mi clase, TODO el semestre— Ok ¿Había necesidad de resaltar el "todos"? Lo dudo, pero claramente termino sentándome porque estoy ahí por una beca la cual puedo perder fácilmente, sin contar que pagar la recuperación o repetición de un semestre está en todo menos en mis posibilidades.
Al parecer él tampoco quiere ser partícipe de un espectáculo y la burla del salón porque se sienta también.
La clase transcurre entre participaciones tanto de él como mías y una que otra indirecta hacia el contrario. Me fijé en que al parecer el chico si tiene full conocimiento y buena oralidad, pero parece MUY vago, una clara competencia si se esforzara cosa que dudo, así que podría decirse que este semestre tiene posibilidades de ser divertido.
— Quiero que lo hagan en parejas, pueden ser libres, se ponen con quien gusten, EXCEPTO una la cual elegiré yo — Que no sea yo, que no sea yo — la señorita West y el O'Connell.
— ¿Qué? — Responde él.
— Pero — digo yo al tiempo.
— Así como oyeron y no hay peros que valgan.
— Profesor no es justo que haga eso
— Es mi clase, así que de hecho yo decido lo que es y no es justo — dice procede a guardar sus cosas, yo resoplo e intento acercarme
— Puede ser, pero yo no trabajo con nadie, prefiero el trabajo individual — Responde el chico
— No lo he puesto a decidir, es obligatorio acatar mis órdenes
— No sabe quién soy yo, verá que me saldré con la mía.
— Claro, corre a llorarle a tu papi para que soborne al rector y obligue al profesor a dejarte solo — ataco yo
— No seas ridi...
— No vayan a comenzar, por favor, intenten trabajar juntos, quien quite y les guste.
— No, gracias— decimos al unísono y él me mira mal, agarra su mochila y sale del salón enojado. Ok, parece que me tocará hacer el proyecto sola, cosa que no parece mala idea.
Un par de clases más después del almuerzo y mi día termina, me voy a mi casa y me lanzo a la cama, agotada.
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¿Y Si logras superar mis barreras?
Novela JuvenilUn corazón roto, una chica decidida a no permitirle el paso al amor otra vez. Vanesa West, una joven que apenas cae en la cruel realidad, su vida aunque no siempre fue de cuento de hadas, a pesar de lo mucho que sufrió nunca vio la necesidad de esc...