Capitulo 8

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JIMIN

Si lo analizaba bien, jamás había permitido sentir algo por alguien. Su mayor reacción hacia otra persona era desprecio, deseo o diversión. No tenía mucho más que agregar.

Nunca sintió un amor real, excepto una vez, pero el dolor fue más grande que el sentimiento, así que fue cruelmente opacado. No podría decir que alguna vez alguien le gustó tanto como para ponerle nervioso, o que tuvo ese típico romance de adolescencia que te hace olvidar del mundo entero, o el primer corazón roto donde aprendes una forma nueva de sentirte. No, no se lo permitió.

Las cosas que tenía que hacer siempre eran más importantes, dejando de lado cualquier relación. Aunque la persona tuviera todo lo que deseaba encontrar en alguien que lo hiciera sentir "querido", era una tarea demasiado difícil, al parecer. Siempre terminaba deshaciéndose de cualquiera que quisiera algo más que un encuentro casual, dejándolo en toda su vida sin un novio.

Deseaba de algún modo no haber sido tan cerrado porque ahora estaba en problemas, y eso obviamente implicaba que la primera persona por la que sentía algo más tenía que ser un alfa llamado Jeon Jungkook

Una pesadilla por donde lo viera.

Quizás era alguna especie de karma por todos esos alfas que hizo llorar, posiblemente lo era. ¿Porqué el primer chico que lo hacía sonrojar no era otro que un veinteañero hijo de dos personas que conocía demasiado bien? De la forma más literal, había visto a ese niño desde los ultrasonidos, lo sostuvo cuando apenas era un bebé, le dio de comer y le enseñó una infinidad de cosas.

Posiblemente era lo más moralmente incorrecto, pero cada vez que sus ojos se cruzaban, cada vez que existían esos pequeños toques inocentes y, ¿qué decir del beso más ardiente de su larga vida? Todo en él se conectaba con el contrario. Parecía que sus almas se unían y el físico solo demostraba lo que ellas querían.

Todas las horas hablando de cosas que nadie más entendería, las risas llenas de diversión hasta el punto de sacar algunas lágrimas, e incluso las veces "accidentales" en las que se quedaban dormidos juntos. Cada parte era lo que siempre había esperado de una relación. Era como un cuento de fantasía.

Porque, para él, estar con Jungkook era simplemente perfecto. Se conocían tan bien que sabía de sobra que funcionarían de forma excelente.

Con la frustración al tope, terminó de ordenar su escritorio, odiando de alguna manera que hacía mucho tiempo no veía al menor. Era su castigo por tratarlo mal. Sí, también le dolía.

Saliendo lentamente hacia el balcón de la habitación, suspiró.

No es que se quedaría mucho tiempo aquí, pero posiblemente estar solo empeoraría la situación, ya que no existirían más encuentros casuales como antes, mucho menos charlas. Desde que Jungkook había vuelto a su departamento, apenas se enteraba de lo que hacía el alfa, y lo que sabía era por espiar a los padres de él.

Demasiado inmaduro de su parte. Negando una vez más, admiró el cielo.

Hoy era un gran día, la fiesta finalmente estaba a tan solo unas horas y todo el bullicio abajo se lo recordó. Eran más que todo pequeños detalles de llevar cosas para el salón. Cuando dijeron algo sencillo, simplemente se imaginó una fiesta en el patio, pero luego de que le mostraran el lugar, pensó que tal vez tenían una distorsión de la realidad.

WEST COAST || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora