Capítulo 25 Miedo al amor y corazones rotos

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Tener miedo al amor es tenerle miedo a la felicidad que está podría traer a tu vida, una que ya es feliz por si sola.

No creo en los complementos, ni mucho menos en las medias naranjas. Creo que somos lo suficientes completos y suficientes para ser la compañía de alguien en vez de su otra mitad

Tenerle miedo al amor para mi es el resultado de una mala experiencia y no te culpo si ese es el caso, es común que algo así suceda luego de un corazón roto. Mi trabajo aquí es darte las suficientes razones para que no descartes la posibilidad de amar y ser amado, mucho antes de intentarlo o de que incluso llegue a pasar

Tener miedo es parte de ser nosotros mismos, de algo nuevo o de algo que ya causó estragos en nosotros. Pero tener miedo también puede ser un impedimento en nuestra vida

El amor para mi no es el centro de mi universo, pero si es parte de mi.

Dicen que un escritor deja su vida entre letras y rimaz y yo, dejo mis derrotas y victorias trasadas en cada párrafo. Sintiendo el dolor de un corazón roto y conociendo un amor complemente distinto al anterior. Conociendo a una nueva yo que no sabía que existía, eso hace el amor.

Por mucho tiempo tuve miedo a enamorarme, cuando lo hice tuve miedo a la traición. Cuando me traicionaron le tuve miedo a la soledad, luego de ello el miedo ganó. Tuve tanto miedo que me aferre a alguien que no me quería por lo que era, si no por lo que podría ser.

Tuve miedo muchos años, tuve miedo a todo lo que eventualmente podría pasar y paso. Lo irónico de esto es que luego de tener tanto miedo y que esos miedos se hicieran realidad, desapareció. Luego de que me rompieran el corazón y de conocer el amor por primera vez, ya no tuve miedo

Ahora creería mucho más en el amor, porque se que existe. Porque se sintió lindo entre lo que cabe amar, porque si es cierto que luego de la tormenta sale un sol radiante. Porque enamorarme de alguien que no merecía mi amor me hizo darme cuenta que amar no es un error, enamorarnos de la misma persona que nos rompe una y otra vez el corazón si lo es.

Cuando era una niña temía enamorarme, desde temprana edad pude percibir lo duro que es amar a alguien que ya no está. Temí amar desde lo ciego, temí que mi vida estuviera en juego acusa del amor. Temí amar tanto que olvidara amarme a mi misma

Y eso pasó.

Cuando ame amé con todo el corazón, entregué todo de mí. Entregué demasiado y perdí. O eso dirán terceros por ahí, porque para mi no fue una derrota. Amar por primera vez me enseñó que para amar no es necesario poner a esa persona por delante de ti mismo, me enseñó que tener miedo solo te hace cometer errores y estrellarte. Cuando amas desde un amor ciego y dependiente entiendes que el único impedimento aquí eres tú mismo

Yo perdí mi miedo cuando todos esos miedos se hicieron realidad ante mis ojos, perdí el miedo cuando el dolor traspasaba mis barreras. Cuando me di cuenta que yo misma evitaba lo inevitable

Con esto no quiero decir que para que el miedo se vaya tienes que déjate vencer, con esto quiero que entiendas que tener miedo y hacerle caso no te salvará de nada

Arriésgate, ama con todo el corazón. Caete mil veces y levántate tres mil, valora los buenos momentos y vive los malos al máximo. Aprende de tus errores y continúa con tu vida

La vida no es tan duradera como querríamos que sea ¡por ello vive¡ Ama y sobre todo vive tu corazón roto sin miedo

Créeme cuando te digo que siempre llegan mejores personas a tu vida, para acompañarte y ser felices sin miedo ni inseguridades. Un amor sano, un amor sincero. Un amor por el que vale la pena luchar por amor.

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