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— ¿aló? — se escucha al otro lado. Bajo cuidadosamente de las escaleras y dejo las brochas en el piso.

— Si, dígame— respondo nerviosa.

— Hija, pensé que no ibas a contestar.

— Mi nombre es Amy trate de llamarme así por favor.

— Perdón. — escucho que dicen con sarcasmo del otro lado del celular—¿Cómo estás?

— Bien gracias por preguntar— respondo.

— Qué bueno, mira no te quería molestar, pero es que no tengo a nadie más para recurrir y estoy pasando por una situación un poco difícil.

— ¿Situación difícil? — pregunto sarcásticamente.

— Si Amy, mira tu papá debe un dinero y ahora estamos en problemas...

— ¿Todavía sigues con él? Es enserio que me llamas solo para poder ayudarlo.

— Mira, la situación de él es muy delicada Amy, está hospitalizado y ya no tengo más recursos solo me quedas tú, nuestra hija.

— ¿Hija? — pregunto con una risa nerviosa— solo en situaciones desesperadas soy su hija, pero cuando su hija estaba en una situación desesperada ustedes no estuvieron me abandonaron... como siempre— digo lo último después de un silencio incómodo.

— No sé ni para que te llamo si siempre sales con lo mismo, ¿No puedes olvidar eso? Amy ya no eres una niña, estas bastante grande.

— No quiero que vuelvas a llamarme, para ti yo estoy muerta.

— Igual que Pablo— dice. — de por si ustedes solo fueron una carga en mi vida.

Le corto la llamada y voy al baño.

Vomito todo lo que no he comido en la mañana y me quedo unos minutos sentada alrededor del inodoro.

Todo va a estar bien.

Todo va a estar bien.

Todo...

Escucho mi celular sonar, pero mis ojos están tan nublados que no logro ver nada, siento como me estoy quedando sin aire y después de unos minutos de estar sofocada sin poder respirar se queda completamente todo en negro.

**************

No sé cuánto tiempo me quedé en el baño, pero cuando despierto estoy en mi cama y escucho a Mike hablar preocupado con alguien.

— Eso fue un ataque, lo teníamos controlado, pero no sé qué es lo que está realmente pasando.

— Necesito que me ayude doctor.

— Lo vamos a intentar Mike, en las próximas sesiones vamos a tocar el tema.

— Gracias doctor.

— Creo que ahorita se despierta y es mejor que estés con ella. Nos vemos Mike.

Unos minutos más tarde Mike entra a la habitación y me da una sonrisa de boca cerrada.

— ¿Cómo te sientes? — pregunta sentándose en una esquina de la cama.

— Bien— digo.

— No mientas, por favor.

— Me siento mareada nada más.

— Vomitaste— no lo pregunta, él ya lo sabe.

— Si, y después de eso me quedé sin aire y ya no recuerdo más.

— Te estuve llamando y como no respondiste salí rápido del trabajo, te encontré en posición fetal dormida y el inodoro lleno de vomito.

— No podía respirar— es lo único que digo.

— El doctor Ramírez dijo que puede ser un ataque de pánico, pero no entiendo por qué si venias bien.

— Ella llamó— susurro.

— ¿Quién llamó? — pregunta él,

— Ella y le dije que yo estaba muerta para ella y te diré lo que respondió— me seco un poco las lágrimas— igual que Pablo, a ella nunca le importamos Mike. Nunca.

Mike me abraza muy fuerte y me dice que todo va a estar bien.

— ¿A qué viene? Yo me sentía realmente bien pero últimamente me he sentido mal, los sentimientos de culpa, angustia, enojo y pensamientos muy feos se quedan por mucho tiempo. No me quiero sentir otra vez que estoy sin salida, sin esperanza.

— Tranquila mi vida, yo estoy aquí— me susurra— te voy ayudar, vamos a salir de esta.

— Dile que se vaya, que se lleve todos mis ahorros si quiere pero que no vuelva nunca más por favor— suplico llorando, el corazón me duele, respirar duele.

Caí en la realidad que hay personas que no merecen ser llamadas mamás, que no se preocupan en lo más mínimo y que piensan que solo es una obligación y carga.

— Mi vida, no le podemos dar el gusto, eso es lo que ella quiere el dinero, pero no, dejemos que ella resuelva sus asuntos.

— No quiero que me vuelva a hablar.

— No lo va hacer mi vida.

— Estaba pintando la pared— susurro, cierro los ojos y siento tanta paz.

— La vi, te está quedando preciosa mi vida.

— La quiero terminar antes que...— me siento tan cansada que fue lo último que digo antes de quedarme dormida.

Mis sueños últimamente eran de mi niñez ahora son de mi vida adulta, de lo feliz que estaba antes del accidente.

Como quisiera regresar el tiempo.

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Buenas Buenas, este capítulo es un poco más revelador con respecto a la mamá de Amy. ¿Qué les está pareciendo la historia? 👀

Pueden dejarme sus ideas o comentarios y los estaré leyendo cada uno!!!!!!❤️❤️❤️❤️🥰🥰🥰🥰

Ketych❤️

AmyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora