La alta música hace retumbar las paredes aun por fuera del club. La inmensa fila llegaba hasta casi la otra calle. Pero al ver a Freen realmente sexy parada a un lado del guardia, nos ahorramos eso, pasando de inmediato. Aun sorprendida al ver mi nombre y el de Irin en la lista.
—Dijo que llegaría acá en un rato más, ¿quieren tomar algo? —preguntó Freen fuerte sobre la música. Negue con la cabeza buscando dinero en mi bolso, no había echado ninguna centavo en ella— descuida, yo pagaré —sonrió dándose cuenta de mi error.
—Te lo pagaré —grité cuando la vi alejarse luego de que Irin emocionada haya pedido un vodka con naranja.
—¡Esto es asombroso! —saltó sonriendo como una niña pequeña en una dulcería mirando a su alrededor pensando que podría ser lo primero que comería.Una gran mano agarro mi brazo, haciéndome saltar y alejarme rápidamente por el contacto. Girándome para mirar quien había sido. Vi a Freen parada con un vaso de vodka en su mano y una sonrisa pequeña. A su lado, La chica de la foto, con ambas manos ocupadas por los tragos.
Dios, era caliente.
Avergonzada baje la cabeza, incapaz de mirarlo, Freen había hecho aquello quizá para probarle a su hermana mi problema. Estirando su mano, me paso el pequeño vaso y luego repitió lo mismo con Irin quien lo miraba asombrada mientras se humedecía los labios.—Ella es Engfa..., Engfa..., Becky —me apunto, presentándonos— Irin, Engfa....
—Un gusto chicas —sonrió y oh, que linda sonrisa.Al parecer, lo sexy, no era lo único que los hermanas Chankimha compartían, si no, también su hermosa sonrisa.
Un rato después, yo me encontraba en medio de dos calientes chicas, completamente intimidada. Irin me había dejado sola luego de irse a bailar con algún chico o chica y desaparecer por completo de mi vista.
—Bueno, que esperan, primero ¡a bailar! —dijo Freen parándose frente a nosotras, miré por el rabillo del ojo nerviosa a la gran Engfa.Para nada tímida, tomo mi mano y me condujo hacia la pista de baile, moviéndose al compás de la música a una distancia considerable. Miraba de vez en cuando a Freen quien me incitaba a bailar con gestos, mirándome divertida llevándose la interminable copa (de lo que fuera que tomaba) a la boca.
—No seas tímida, acércate —murmuro moviéndose, sin tener ningún contacto, como Freen había dicho. Con una paso pequeño, quedamos separadas por escasos centímetros.Rápidamente, mi cuerpo comenzó a picar, ansiando que sus manos por lo menos tocaran mi cintura y me acercará a ella para sentir completamente su anatomía pegada a la mía.
Oh Dios. Estaba realmente excitada solo con un baile. Jadeé moviéndome según la música dictaba, acercando mi pecho al suyo en cada compás. Vamos, tócame. Supliqué en voz baja. Cerrando los ojos. Sus manos se dirigieron a mi cintura y gemí ante el pequeño y rápido contacto.La situación no ameritaba aquello, ella no podía tocarme, Freen lo dijo. Así que la miré, y las inmensas ganas de que ella fuera con quien estuviera bailando me hicieron gemir.
Su mirada choco con la mía y pidiéndole que se uniera a nosotras.
Lo hizo.No tienen idea de lo difícil que es estar entre dos guapísimas chicas danzando sin saber que hacer. Ninguno de las dos me tocaba, ninguna de los dos estaba cerca de mí, y era lo más frustrante y excitante que alguna vez me puede pasar.
Gemí, al sentir el calor de la respiración de Freen tras mi cuello.
—Tócame —le pedí, inclinando mi cabeza hacia atrás, quedando a centímetros de su oído.
—Aun no —jadeo en mi oído.Anhelante a su toque, quise ser la primera. Mi brazo se estiro solo un poco y mi mano acaricio el brazo de Engfa suavemente. Pero ella se apartó, sujetando mi mano entre la suya.
—Aún no —citó las palabras de su hermana. Colocando nuevamente mi brazo a un lado de mi cuerpo.Esto era realmente injusto. Se suponía que debían ayudarme con mi miedo a ser tocada, pero ellas no hacían nada, me estaban dando un gran placer sin siquiera haberme tocado un cabello.
—Tócala Engfa —murmuró Freen a mi espalda.
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Virgen a los 25
RomanceSu mala experiencia sexual la hace tomar medidas desesperadas....pedirle consejos a su mejor amiga quien le recomienda visitar a una famosa sexóloga llamada Freen Chankimha. Ella realmente interesada por el problema de Becky Armstrong decide ayudarl...