MUERTE DE UN CHAPERO (homoerótica)

Especial Luca

HOLA A TODOS, MIS QUERIDOS LECTORES. FELICITADME, QUE HOY A LAS 12:08 DE LA MAÑANA CUMPLI MIS DIECISEIS AÑOS, ¡YUPI!

AHORA ESTOY A PUNTO DE IRME A COMER A UN RESTAURANTE CON MI FAMILIA. ESTOY DESENAOD RECIBIR MIS REGALITOS.... ;)

BUENO, ESPERO QUE EL ESPECIAL DE LUCA OS GUSTE, LO HE HECHO BASTANTE LARGO. NO INTERFIERE CON LA HISTORIA, YA QUE ES TAN SÓLO UN RETAZO DEL PASADO DE LUCA.

DISFRUTAD LA LECTURA ;)

Especial Luca

Estaba confundido. Nadaba entre cuerpos bailantes y escurridizos, esquivando manos audaces y rápidas que pretendían adherirse sobre cada parte de su joven e inexperto cuerpo. La música le retumbaba en los oídos y le hacía inhibirse de todo. Las luces lo cegaban y no atinaba a ver a más allá de dos metros de sus narices. Le escocían los ojos, y ya se había desgarrado la garganta de tanto gritar. No los encontraba. Y él nunca había estado en un sitio como aquel repleto de personas que se manoseaban entre ellas sin parar, como si el hecho de permitir que el aire corriese entre sus cuerpos los dejase sin vida, como si corriesen peligro nada más separarse. Se podía oler el deseo. Y, sin embargo, le costaba enfocar la vista y observar los detalles. La música, las luces, y el simple hecho de encontrarse allí, ya le distorsionaban la realidad. No estaba asustado, pero sí nervioso y confundido, desorientado. Porque le gustaba la presencia de los hombres a su espalda, le gustaba sentir la calidez de los sujetos desconocidos, de sus miembros medio despiertos presionando contra sus glúteos. Eso le asustó.

Luca y varios compañeros de su instituto, los cuales eran dos años mayor que él, habían salido a celebrar la graduación de los mayores, decidiendo que el mejor sitio para bromear y pasárselo bien sería un bar de ambiente. Luca era todavía demasiado joven para frecuentar lugares así, pero siempre le dijeron que era muy espabilado y listo, y supo buscarse a amistades mayores para que le hiciesen favores cuando los necesitara. Aquella fue una de esas ocasiones, en las que pudo disfrutar de las ventajas de tener unos amigos de dieciséis años que te llevan con ellos de fiesta. Pero no sólo era la graduación de sus colegas lo que celebraban, sino que el de ojos celestes también cumplía catorce años ese día y sus amigos quisieron sacarlo de Barcelona prometiéndole que, según ellos, sería una tarde inolvidable. Eran en total doce chicos adolescentes los que habían quedado para festejar, y todos tomaron un tren desde Estació de Sants hasta Sitges. Había nueve paradas entremedio, y tardaron cerca de una hora en llegar.

Antes de ir directamente al sitio que tenían previsto, se bañaron en la playa con la ropa puerta, y Luca fue tirado al agua a la fuerza. Para el grupo de amigos, el de ojos celestes siempre fue el protegido, puesto que era el más pequeño en cuanto a tamaño y edad de todos ellos. También se inflaron de cervezas en uno de los chiringuitos, bebiéndosela con un embudo que encontraron tirado por el suelo. La gente los miraba con extrañeza, pero a medida que las horas pasaron y el cielo se oscureció, la cosa cambió completamente.

Para ser una ciudad pequeña, la vida nocturna de Sitges era increíble. Los doce jóvenes se encaminaron al mismo sitio, sabiendo el lugar al cual les llevaría aquel sinsentido: la Calle del Pecado. Durante el día era una calle tranquila que unía el centro de la ciudad con el paseo marítimo, pero cuando llegaba la noche y se abrían las persianas de los bares, se transformaba en el ruidoso inicio de una fantástica noche de fiesta en Sitges. A lo largo de la Calle del Pecado se situaban una hueste de bares con terrazas, música estridente y gente interesante. Lo mejor era simplemente pasear por allí y entrar y salir de los diferentes bares hasta que encontrabas uno que te gustase. Había un montón de opciones para salir de fiesta en Sitges, solo se tenían que mantener los ojos abiertos y estar atento a la gente y en la calle para saber dónde estaban las mejores fiestas de Sitges. Salieras por donde salieras en Sitges, siempre había una cosa segura: la fiesta empezaba en la Calle del Pecado.