Capítulo 13.

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Felix odiaba las clases de Deportes.

Sudando por todas partes, sintiendo que iba a desmayarse en cualquier momento, Felix trataba de respirar para no morirse. No en frente de los odiosos de sus compañeros.

―¡Que horrible te ves, tu grasa rebota, Lee! ―gritó Youngdo, pasando a su lado con sus amigos―. ¡Gordo!

Trató de ignorar los insultos, a pesar de que no era tan sencillo como aparentaba. Sin embargo, Felix no iba a llorar delante de ellos.

El profesor les gritó que dos vueltas más alrededor de la cancha y daría por terminada la clase. Felix iba a llorar si eso seguía así, sin entender los motivos de esa tortura física a la que los sometían. Más delante de él, Jeongin iba corriendo-saltando, era un poco gracioso de ver, y mucho más adelante, Soobin se entusiasmaba corriendo detrás de Xiumin y Moonbyul, los mellizos híbridos de hámsteres que huían de él. Pobrecitos.

Lo peor no era, en realidad, correr a plena luz del sol a las tres de la tarde. Bueno, sí era malo, pero no lo peor para él. Lo peor era que, por el sudor, la camisa de deportes se le pegaba al cuerpo y marcaba más sus rollitos. Sentía demasiada vergüenza de que todos lo vieran así, pero no tenía alguna justificación para faltar, además de que sabía que eso le haría bien. ¡Si quería bajar de peso, no podía rendirse tan rápido! Es sólo que era algo difícil soportar la vergüenza que le invadía.

Ahora chilló cuando Youngdo volvió a alcanzarlo y le pellizcó el costado con fuerza. Se echó hacia atrás, jadeando por el dolor, y el híbrido de hiena lo soltó con un gesto burlón mientras sus amigos estallaban en carcajadas.

―¡Eres tan asqueroso! ―gritó, antes de salir corriendo cuando Soobin se volteó y corrió hacia Felix, gruñendo.

―¡Son unos idiotas, no les hagas caso! ―habló Soobin, agarrándole la mano para acompañarle en la última vuelta.

Felix le siguió, aunque desanimado por la situación. Soobin, a pesar del sudor y el cansancio, se veía adorablemente bonito. Más adelante, Jeongin también lucía así. El único que desentonaba en ese grupo era él, y la tristeza aumentó por eso mismo.

Todo empeoró cuando la clase terminó y el profesor los mandó a ducharse. Felix siempre era de los últimos en meterse, no quería seguir siendo objeto de burla, y Jeongin le acompañó en esos minutos. No ingresaba al camerino sino hasta que todos salían, esperando en el pasillo y sentado en el suelo.

Estaba conversando con Jeongin, que le hablaba sobre salir de camping el fin de semana, cuando del camerino salió Youngdo con su grupo de amigos. Felix rogó que pasaran de largo, que no lo tomaran en cuenta, pero no fue así.

―¿Por qué no vas a bañarte? ―dijo Youngdo, deteniéndose frente a él―. Tu olor es repulsivo.

―Mi o-olor está bien ―tartamudeó Felix, retrocediendo. Jeongin parecía tan temeroso como él, pues estaban en presencia de carnívoros, que además eran alfas.

―¿Qué dices? Gordo y con un aroma horrible, ¡en definitiva, ningún alfa querrá tener un omega tan asqueroso! ―habló Sikyung, con gesto de desprecio.

―¡Claro que sí! ―saltó Jeongin―. ¡Chan está muy interesado en Felix! ¡Si no se detienen, él se va a enfadar mucho!

―¿Chan? ―se rió Youngdo―. ¿A qué no sabes? ¡Él sólo está contigo por una apuesta!

―¡Me-mentira! ―chilló Felix, sintiendo su corazoncito apretándose ante esas palabras.

Se dijo que eso no era cierto, Youngdo debía estar mintiendo. No había forma en que eso fuera verdad, Chan le demostró un montón de veces que le quería honestamente y no iba a reírse de él.

Wild chipmunk ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora