Con o Sin Dinero

Capitulo 9

Joseph

-Te enamoraste de verdad, eso es lo que te sucede.- Me mira sorprendido como si no pudiera creer lo que le estoy diciendo, me hace reír levemente. -Confía en mi, si no te hubieras enamorado realmente de Lilibeth, todavía estuvieras coqueteando con esa chica y hasta hubieran quedado para verse en la salida y solo Dios sabe lo que hubiera pasado entre ustedes.

Por unos segundos me quedo hipnotizado observándome al espejo que tenemos por seguridad por si alguien decide llevarse un trago sin pagar mientras atendemos a los demás. Ésta angustia de volver a verla me esta matando, no puedo evitar sentir un nudo en la garganta a causa de este miedo agonizante.

-John…papá vio a Jessy.

-¿De cuál Jessy estamos hablando? ¿Tu chica? ¿La que has buscado por años?

-Sí.- Suspiro mirándolo a los ojos porque ésta vez sí necesito a mi mejor amigo, no a sus típicas bromas y él parece entender ese lenguaje. -Me dijo que fue justo cuando él llegaba de uno de sus viajes de negocios. Me dijo que uno de sus hombres la visualizó y enseguida se lo informó.

-Joe, de verdad. Me alegro enormemente porque si de verdad la vio, estas a punto de encontrarla, pero…vas a sufrir. No te lo digo por mal, soy tu mejor amigo, solo es cuestión de tiempo para que su madre te encuentre a ti y ésta vez si la desaparezca para siempre de tu vida.

Suspiro con notable agobio girándome de cara al publico, quiero gritar. John tiene razón en lo que dice. Si acepto por completo estar en la compañía de papá, necesito a alguien a mi lado y no podría ser más nadie que John. Lo volteo a ver decidido a convencerlo para que venga conmigo, pero lo encuentro con la mirada perdida hacia las mesas. Sonrío sutilmente al ver que es a Lilibeth a quien mira, no esperaba que estuviese aquí hoy. Mis ojos viajan al rededor de la mesa, visualizo al chico que habla con ella y luego a la otra chica. Es ella…es Jessy. Todo a mi alrededor gira en cámara lenta, no sé ni como definir lo que siento ahora mismo.

-¿Joe, amigo, estás bien? Te noto algo pálido.

Vuelvo a girarme dándoles la espalda, tomo toda mi cerveza de un solo trago. Aun no puedo creer que ella este aquí, que la tenga a solo algunos metros de mi. ¿Y si solo es una ilusión creada por mis ganas tan inmensas de verla nuevamente? Jonathan trata de averiguar lo que me sucede mientras yo trato de calmar mi corazón desenfrenado. Vuelvo a mirarla y esta vez mi mirada se encuentra con la suya. Por su expresión de sorpresa puedo aceptar la idea de que sí está aquí, por Dios, “Te extrañé tanto”.

-¿Joe que sucede? Estas actuando raro. ¿Por qué murmuras?

-Es ella John.

-¿Qué? ¿Quién? ¿A que te refieres con que “es ella”?

-¡Es Jessy joder!

…

Los tacones resonaban por el pasillo, la mujer movía sus curvas modelando el vestido pardo y unos guantes de cuero hasta los codos. Un estilo bastante lujoso para aparentar la fortuna que obviamente no tenía. Su unión con el padre de Andrés la sacarían de las deudas que la estaban acechando y que obviamente su hija no tenía ni la más mínima idea, tampoco el padre de Andrés quien también quería sacar provecho de la situación.

-Aquí tengo los documentos Héctor, solo falta que los firmes y nuestra unión será oficial.- Coloca los papeles sobre la mesa de cristal del centro junto a la pluma costosa que había conseguido de una de sus muchas conquistas.

-Si me permites, mi estimada Rosaura, me llevaré los documentos a mi casa y luego de leerlos detenidamente los firmaré. Ya sabes, por ese dicho que dice “Cuentas claras conservan buenas amistades”.