Capítulo 5

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La lluvia se deslizaba por los ventanales de aquel cuarto de hotel donde dos adolescentes se estaban amando sin ningún pudor. Las sábanas sedosas color rojas eran testigo de todo el calor y la pasión que ellos desbordaban. Los gemidos suaves en el oído, los gruñidos de placer en el cuello, los rasguños que ella le brindaba a su espalda y las penetraciones profundas que él le concedía. Todo lo tenían guardado para ellos solos.

Al terminar con una radiante sonrisa, Joseph se dejó caer al lado de la chica mientras con su mano alejaba los mechones de su cabello que se pegaban a su frente debido al sudor. Por otro lado, la chica lo abrazó recostando su cabeza en el pecho de su amado mientras ambos trataban de controlar la respiración agitada que tenían.

—Te juro que solo tú me harás sentir llena y completa, Joseph.

—Te juro que no amaré a ninguna otra mujer de la forma que te amo a ti, Jessy.

...

—Joseph tranquilo, por favor, cálmate.— Jonathan seguía frenando las terribles ganas que Joseph tenía de matar a esa sirena.

—¡Juro que yo no sé nada! A mi solo me pagaron para que me acostara contigo, ¡Ni siquiera sé de quien están hablando!

—De acuerdo, entonces dime quién te pagó para que lo hicieras.— Lilibeth se acercó con mucho cuidado hasta la cama donde aún estaba la chica. —Escucha, esto es muy importante para él y si lo ayudas te prometo que nosotros también te ayudaremos a ti. Él no te hará daño, solo está alterado. Tú eres su única salvación en estos momentos, podemos pagarte el doble de lo que te pagaron antes.

La chica la miró dudosa mientras Jonathan la mirada sorprendido, ¿Desde cuando tenía esa inteligencia maravillosa? Sin duda alguna las palabras suaves de Lilibeth la convencieron y decidió hablar, pero solo con la condición de que Joseph se alejara de ella por completo.

—Está bien, ahora solo estamos tú y yo, confía en mi. ¿Quién te pagó? ¿Cómo era?

—Era alto y tonificado, como esos a los que le gustan hacer ejercicio. Su pelo era castaño y tenía un tatuaje de una brújula en su cuello. Creo que su nombre era...

—Nick.— La interrumpió Lilibeth.

—Si, pero, ¿Cómo lo sabes?

—Muchas gracias por la información, sonríe a la cámara.

—¿Qué?— Rápidamente Lilibeth sacó su celular tomándole una foto a la chica.

—Te pagaremos más si cierras la boca y mientes diciendo que realmente Joseph te partió en dos. Quienes te pagaron querrán asegurarse de que sea verdad así que asegúrate tú de que ellos se crean la mentira.

...

Lilibeth

—Muy bien, aclarame nuevamente cómo es que conoces a ese sujeto.

Suspiré sin apartar mi mirada de la suya, esa mirada que delataban sus celos. ¿Le digo la verdad o le miento? Si le digo la verdad probablemente me arrepienta y si le miento probablemente él se moleste conmigo. ¡Al diablo! Quiero verlo celoso, sería mi mejor venganza por andar de coqueto con esa tipeja llamada Emily.

—Tuve un pequeño romance con él, nada real.

—Ah, nada real, pero todavía recuerdas su nombre.— Se acerca a mi apoyándose en los brazos de la silla donde estoy sentada. Acerca su rostro al mio haciéndome titubear. —Dime la verdad, ¿Qué significó él para ti?

—Bueno...— Vamos Lilibeth, tú puedes hacerlo. —La verdad es que fue mi primera vez y fue tan magnífica que no he podido olvidarlo. La forma en que se movía, cómo me penetraba y...

Con o Sin DineroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora