Nuestra Magia

Parte 38

Narra Wanda

Baja su cabeza un poco más y sonrio mirandola

- lo haces tan bien...- muerdo mi labio mientras la veo meter la punta en su boca

me mira a los ojos y ya se podría acabar el mundo que me daria igual

sigue a un ritmo marcado pero variando los movimientos

con ella, jamás una experiencia sexual será la misma, nos gusta innovar, variar las posiciones y demás...

no me extraña que wandito no funcione con nadie más, ahora quiere ser estricto... después de probar el oro, no vuelves al cobre

y ella es diamante...

- mhm- gimo y levanto un poco mi cadera para introducirla más

lo recibe encantada

pasa sus manos por mis muslos acariciandolos lentamente y masajeando con tranquilidad mis testiculos

la saca muy poco a poco de su boca, y masajea con sus manos apoyandola contra sus labios

- un dia de estos me matas- tiro la cabeza hacia atras y cierro los ojos

- como babeas por mí...- sonrie y noto como se mueven sus labios en mi punta

la miro 

- no lo sabes bien...- acaricio su menton- me queda muy poco- miro sus labios y chupa lentamente

puta abuela...

- viene- le advierto y asiente - ¿te lo vas a tragar todo?

deja un hilo de saliva 

- todo- acaricia mis muslos y cuando sus labios vuelven a rodearme me dejo ir

oh joder... mira que yo he estado con chicas muy... como diría ... sucias, si eso no suena tan mal

pero cuando se pone asi de sucia y sumisa a la vez... buf, tremenda

segundos después se levanta con una sonrisa y me deja un beso en los labios

- ven, me toca a mí - le agarro de la mano y se rie

- tenemos que ir con Pietro, le prometiste un helado, esta noche me lo devuelves- habla

miro la hora

- es verdad- me pongo los pantalones y me levanto- pero esta noche no te escapas- le doy una nalgada y camino al baño

- auu- se queja y me rio 

que bien me lo paso

...

Firmamos todos los papeles que me han hecho firmar solo porque salga unas horas y bajamos a la calle

- hace que no salgo fuera muchísimo, estoy emocionado- celebra y sonreímos mucho

- iremos a caminar tranquilamente con un helado, además es probable que te canses rápido - el asiente

- ya, pero bueno, nos sentamos- habla contento y se abre el ascensor

Nos bajamos y caminamos al coche

- este- habla ella y Pietro lo mira

-¿Tienes un Porsche?- habla alucinando y ella asiente - que chulo - se acerca y tengo que mover el asiento para que se siente detrás

Se sienta en medio de los dos en ves de escoger un sitio

Eso también lo hacía mi hermano, quería ver mejor el camino, le calmaba