Nuestra Magia

Parte 98

Narra Wanda

-no Yelena- me rio 

- oh vamos, no sería tan tontería- acaricia su vientre de mamá

va a ser madre con Kate

-¿te acuerdas de cuando nos acostamos?- me mira fijamente y bebo de mi cerveza

- algo me acuerdo si- contesto

solo quería salir del baño e irme con mi chica

-¿y no quieres... repetir?- la miro espantada

-¿qué?- se acerca- Yelena amo a mi esposa- hablo molesta- no pienso hacer nada- me cruzo de brazos

-por favor... a Kate le da miedo hacerme daño ahora que estoy embarazada, y yo necesito...- me levanto

- te he dicho que no, dile que se le quiten las tonterías, el sexo es mejor estando embarazada- agarro mi chaqueta

- para ella no...- habla triste

camino a la puerta y antes de irme la veo llorar

- desde que estoy embarazada no soy atractiva para nadie, ni siquiera para ti- empieza a llorar

joder...

- Yelena, escúchame- me acerco y me siento - yo no te rechazo porque no te vea atractiva, yo te rechazo porque no puedo ver a nadie con los mismos ojos que la veo a ella, y tengo que ser sincera conmigo misma- hablo calmada

-pero Wanda, hazme ese favor... sé que rindes bien- niego 

- no, es que ni me excito si no es con mi mujer, estoy en un punto de mi vida que solo lo puedo hacer con el amor de mi vida, y tú no eres esa persona, si quieres yo hablo con Kate... pero no le pongas los cuernos anda- la miro 

se calla unos segundos

-Perdón... lo siento, sé que está mal, pero las hormonas las tengo...- asiento 

- ya, que me vas a contar- me rio levemente sabiendo los cambios que tuvo mi chica

- pues si podrías hablar con Kate de forma disimulada... - me pide

- no te preocupes- acaricio su espalda y me levanto - me voy que me esperan en casa- le doy un beso en la cabeza y salgo dirección a mi coche

joder Yelena...

Conduzco hasta casa y aparco en el garaje

nos hemos mudado, ahora vivimos en una casa más grande, un poco más lejos del centro...

- Buenas- saludo entrando y los veo a todos en el sofá- mira mis niñas bonitas- lleno de besos a Lizzie y Cloe- peque- remuevo el pelo de Pietro - y mi querida esposa- me agacho para darle un beso

- ño- se interpone Lizzie

- hey, tenemos que hablar de estos celos, tu madre es mía- gruño

- Mío- se sube en su regazo 

- pero bueno- me quejo y mi chica se rie

- tranquilas que puedo estar para todas- la mira a los ojos y se esconde en mi cuello 

- Lizzie no quieres jugar conmigo a...- antes de que acabe de hablar Pietro se separa de su madre y va con el 

pequeña niña de 3 años...

- ven conmigo que aquí no puedo besarte - le agarro la mano y caminamos a la cocina entre risas

al llegar cierro la puerta y la subo en la encimera

- debo saludarte bien...- me acerco a sus labios y la beso de manera muy pasional

su lengua sigue mi ritmo hasta que se separa de repente