Capítulo 6

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Advertencias: exhibicionismo, voyerismo

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- Has mejorado mucho tu técnica oral, Kyojuro. -halagó Akaza entre gemidos, el rubio estaba arrodillado frente a él y lo chupaba hasta llevárselo a la garganta sin sentir arcadas.

Akaza alzó la mirada para confirmar que el demonio que había capturado y amarrado a un árbol minutos antes, los estuviera viendo atentamente.

Si debía ser sincero no le agradaba que un perfecto desconocido los estuviera mirando mientras hacían cosas tan privadas, pero Kyojuro le había confesado que quería tener... audiencia.

Y él como buen amante debía cumplir.

Unas noches atrás los dos se habían encontrado, en esa ocasión particular no se acostaron, se limitaron a intercambiar algunos besos y caricias para luego acostarse a contemplar el cielo, como una pareja compartiendo tiempo juntos, en aquella atmósfera tan agradable y pacífica, Kyojuro sintió la confianza de contarle un vergonzoso secreto.

- ¡¿Te gustó que tu compañero Pilar nos haya escuchado teniendo sexo?! -preguntó Akaza en tono cardiaco.

- ¡Baja la voz! ¡No es eso! Simplemente me atrae la idea de que alguien más nos vea... o nos escuche... en esa situación, no me vayas a decir raro porque tú también tienes gustos raros.

Akaza no podía reclamar, la última vez le había pedido a Kyojuro que se vistiera de mujer y aunque renuente, lo había hecho y hasta se había metido en el papel.

- Está bien, no voy a discutir eso último, pero permitir que alguien nos vea nos puede meter en serios problemas, el mirón tendrá que morir después. -determinó con un suspiro resignado.

- ¿Entonces estás de acuerdo? -preguntó Kyojuro ilusionado.

Akaza no respondió con palabras, comenzó a besarlo con lujuria, el rubio sonrió dentro del beso, tenían un plan.

Ahora se encontraban ahí, desnudos, en algún rincón muy lejos de toda civilización para que ni por error alguno de los cazadores o incluso otros demonios pudieran encontrarlos en plena faena.

Kyojuro quería que los miraran, sentía ese morbo, pero eso no significaba que pudiera ser cualquiera, se moriría de vergüenza si alguno de sus conocidos lo vieran de ese modo, por ello eligieron a un demonio debilucho que tuvo la mala fortuna de toparse con ese par, Akaza se encargó de amordazarlo y amarrarlo fuertemente para que no tuviera oportunidad alguna de escapar, estaba obligado a ser testigo del encuentro íntimo entre un Pilar y una Luna Superior.

- Vaya, sí que te excita que nos miren, estás más caliente que en otras ocasiones. – dijo Akaza jalando a Kyojuro del cabello para separarlo de él, ya casi se lo estaba comiendo.

En vez de ofenderse por la acción, el rubio continuó masturbándose casi de forma vulgar, el otro se le quedó mirando con deseo, estaba comenzando a entender aquella extraña dinámica de mirar y ser mirado.

- Ya quiero que me la metas. -dijo Kyojuro dejando de tocarse, se puso de pie y le dio la espalda, inclinándose levemente.

- ¿Desde cuándo tienes metido este juguete? -preguntó Akaza asombrado retirando el pequeño objeto de madera, estaba completamente lubricado.

- Poco antes de que nos encontráramos, quería estar preparado para este momento. –admitió con un poco de pena.

- Definitivamente cada vez nos ponemos más creativos. -agregó el demonio, le indicó que abriera más las piernas para que pudiera entrar mejor, acto seguido tomó las caderas ajenas y se clavó sin mayor dificultad.

Kyojuro soltó un largo gemido, respiró varias veces y después levantó la mirada, comprobó que el desconocido continuaba mirándolos y por su expresión podía deducir que le gustaba lo que veía, eso solo hizo que se encendiera más.

Luego de un momento de ajuste, Akaza comenzó a moverse con rapidez, por instantes Kyojuro sentía que se quedaba sin aire debido a la fuerza de las penetraciones, Akaza tuvo que sujetarlo de ambos brazos para que no perdiera el equilibrio y fuera a dar al piso.

- ¡Oye bastardo! ¿Te gusta cómo hago puta a este Pilar? Si fueras un demonio fuerte podrías hacer lo mismo. -se burló Akaza con diversión.

- ¡Akaza! -gimió Kyojuro intentando sonar molesto por el término tan ofensivo con el que lo había llamado.

- ¿Qué? Los dos sabemos que te gusta eso, prácticamente me estás exprimiendo. -comentó sin dejar de penetrarlo.

El rubio se sonrojó y tuvo que morderse los labios al quedar en evidencia, lo bueno de aquello era que el forzado espectador no viviría para contarlo.

- Se me están acalambrando… las piernas en esta posición… -logró articular Kyojuro entre embestidas.

Akaza se salió lentamente y le soltó los brazos con cuidado para que tomara un respiro.

- ¿Quieres que nos sentemos? Podrías saltar sobre mí. -dijo señalando su dura erección.

El cazador aceptó la propuesta sin dudar, momentos después se encontró sentado en el exquisito miembro de su amante, moviendo las caderas, buscando más placer.

Llegó el punto en que ambos olvidaron que tenían compañía, se dedicaron a moverse, balbucear gemidos incomprensibles, a disfrutar el delicioso calor mutuo hasta alcanzar el orgasmo.

- Estuvo increíble, deberíamos repetir. -dijo Akaza con entusiasmo.

- Me encantaría, pero mi hermano sabe que no estoy en una misión y debe estar esperándome, no quiero que sospeche algo raro -se excusó con pesar, buscó su ropa y empezó a vestirse, su acompañante hizo lo mismo.

Cuando los dos estuvieron arreglados voltearon a ver al demonio que aún seguía atado al árbol.

- ¿Lo matas tú o lo mato yo? -preguntó Kyojuro dudoso.

- Esta fue tu fantasía, te dejo el honor de decapitarlo. -ofreció Akaza con una sonrisa, además, también quería volver a ver la maravillosa respiración de la llama.

El Pilar le sonrió de vuelta y así lo hizo, si alguien le preguntaba, él simplemente había salido a cumplir con su deber.

Al dar el asunto por terminado caminaron tranquilamente de regreso, aunque Kyojuro tenía algo de prisa, quería seguir pasando más tiempo con su amante.

- Por cierto, hablando de esto, ¿Qué pensarían tus compañeros si nos vieran teniendo relaciones? -preguntó Akaza con genuina curiosidad.

El rubio sintió escalofríos.

- No quiero ni imaginarlo, dirían muchas cosas pero sin duda pedirían que me ejecutaran por andar acostándome con un demonio, ¿Tus compañeros que pensarían si te vieran con un cazador?

Akaza puso mueca de asco y disgusto.

- Qué me importa lo que piensen esos pendejos.

Kyojuro lo miró sorprendido un instante y sin poder evitarlo se echó a reír, Akaza a su lado también empezó a reírse, los dos rieron con ganas.

Sin darse cuenta estaban disfrutando su relación más allá del sexo.

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Notas de autor: no tenía planeado actualizar este fic pero hoy de la nada se me ocurrió esta idea, recordé a una dibujante japonesa (no tengo el nombre a la mano) que dibuja mucho a Kyojuro con este fetiche y ni modo tuve que escribirlo (⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠) espero que les haya gustado ♡

Muchas gracias por leer y votar 💐

LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora