capitulo 7

22 1 0
                                        

Secuestrador lindo.


Aprieto mi arma con fuerza, este chico lindo no va a manipularme.

— Dame a mi amiga. — nos miramos fijo cada uno con una mirada distinta.

El con ganas cogerme mientras me mata y yo suplicando al cielo no morir hoy.

— Déjame pensarlo — lleva su mano a su mandíbula simulando pensar — no — sonríe hipócrita mente.

Hago una mueca de indignación, este animal me está tomando de boluda.

Es que sos boluda.

Ruedo los ojos mentalmente, voz molesta.

Suspiro tratando de relajarme y no matar al hombre enfrente mío por impulso.

— ¿Problemas mentales, cariño? — me da una sonrisa más falsa que el bolso Zara ilimitado de Lily.

— No, solo que me saca de quicio tratar con idiotas como tú —. Se le fue la sonrisa y a mí me nació una.

Poeta nos saliste, ¿porque no cantabas poesías en las calles en vez de andar apuñalando chicos y robando a niños?

Cállate.

Hago un puchero falso — ¿No te gusto saber que eres idiota, cariño? — lo burló.

— Cuida tu boquita, gatita. Acordate que quien tiene a tu amiga secuestrada soy yo — sonríe superior.

Le voy a borrar esa sonrisa de un golpe.

Si llegas, este alcanza la altura del drogadicto.

Y es verdad, el hombre frente mío mide como 1'90.

Está claro que quiere estar aquí conmigo, es obvio sino ya me hubiera desarmado en 2 segundos, o sea mido 1'66.

— Bien, dame a las chica y me voy — prometo mientras mi pie golpetea contra al piso por nervios.

Suelta una risa ronca — Ahora que te conozco, amor. — niega lentamente — no pienso dejar que te vayas — su mirada es tan oscura que me dió escalofríos.

Realmente prefería estar en el escape room.

Miro a mi acompañante confundida — ¿Que? — suelto con la boca hecha un nudo de pensamientos.

Suspira como si le pidiera al de arriba que le dé paciencia. — tu amor, cometiste el peor error de tu vida y fue plantearte enfrente mío — sonríe macabro — serás mi reina y una reina no elige serlo.

Mierda, realmente voy a nececitar apoyo.

— No puedo creer que un cuerpo tan hermoso este lleno de tanta locura — susurro incrédula.

El hombre al cual desconozco cómo se llama me mira completamente indignado.

Lo sé cariño, a veces cuesta aceptar realidades.

— No estoy loco, solo digo las cosas como son. — pelea.

Ay dios mío, que mierda hago.

— Soy parte de una mafia peligrosa si me secuestras te van a cazar como a un conejo y no quieres eso, ¿O si?— suelto un vómito de palabras

Arquea una ceja divertido. — Nadie hablo sobre secuestros — este hombre si piensa que me voy a quedar por mero propio paso de loco a esquizofrénico.

— Va a llegar un punto dónde no vas a querer irte de mi lado y pediras ser mi reina — lazo una estruendosa carcajada, es la primera vez que me río así en años.

El me mira enojado cruzado de brazos, levanto mi mano libre pidiendo un segundo para respirar.

— Te equivocaste de chica, yo no soy de las que ruegan ni mucho menos andan atrás de hombre — suelto una última risita.

Suspira derrotado — en ese caso no me queda otra alternativa que secuestrarte — a este hombre que le pasa.

Bueno, plan C en marcha.

Miro horrorizada la pared atrás de mi acompañante mientras señaló, cuando mira para atrás de él sin pensarlo corro fuera de la habitación.

— ¡TRAMPOSA DE MIERDA!.

Perdón lindura pero no pienso ser secuestrada por nadie hoy.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 12, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

incontinencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora