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—Es hora de tener la conversación.
Suelto un largo suspiro mientras me acomodo en el asiento, han pasado dos días de mi borrachera y le prometí a Andrew que hablaríamos de todo lo que pasó.
—Sí, es momento de hacerlo.
Las manos me sudan y tengo un sentimiento horrible en el estómago que no puedo controlar.
—De verdad que yo entiendo que tú tengas miedo de que yo te dejé por Lissette, ya que durante años se han encargado de esparcir el rumor de que ella es el gran amor de mi vida y que nadie nunca estará a su nivel, pero todo es completamente mentira, yo terminé con ella porque me engañó, eso solo lo saben mis amigos y mi familia, no soy de esos que cuentan su vida privada para mantener a todos felices.
» No quise causarte dolor e inseguridades, créeme cuando te digo que me dolió en el alma cuando pasaste por mi lado y me ignoraste, pero estás en todo tu derecho de no querer nada conmigo, de alejarte y romper esto que tenemos, yo de verdad lo entenderé, aunque me dolerá toda la vida, porque desde el primer momento en que te vi me visualice en cada ámbito de mi vida a tu lado.
Los nervios no me dejaran tranquila, me remuevo en el asiento mirándolo fijamente, no me gusta para nada lo que veo en sus ojos, Andrew nunca me ha dado motivos para desconfiar de él y yo siempre ando pensando en lo peor todo por mis estúpidos traumas, suelto un largo suspiro antes de hablar.
—Soy una inmadura, me la pasó diciendo que la comunicación es la base central de una relación, pero a la primera me encierro en un caparazón y mi mente se inunda de pensamientos de mierda que solo me hacen daño, no tienes por qué lidiar con una persona así, lo lamento por no ser la persona que te mereces, pero te quiero mucho y quiero que seas feliz.
—Tú eres la persona que yo merezco —entrelaza nuestras manos mientras deja un beso tierno, me trago con fuerza el nudo que creció en mi garganta —. Creo que no estas entendiendo, no tengo ojos para nadie más, solo para ti, mis sentimientos, pensamientos están llenos de ti Elowyn, suspiro, aspiro y muero por ti, eres todo lo que necesito, entiendo tus inseguridades y tus traumas y sé que es difícil dejarlas atrás, pero si quieres luchar por nuestra relación, lo vas a lograr porque yo iré de tu mano impulsándote hacerlo, respondiendo cada una de tus preguntas, dudas y eliminando cada una de tus inseguridades, si me lo permites, claro.
—¿No me quieres dejar?
—Nunca.
Me lanzó a sus brazos enterrando mi cabeza en su cuello, sus brazos se envuelven en mi cintura fundiéndose en un abrazo cuerpo a cuerpo, una sonrisa involuntaria crece en mis labios, no sé cuánto tiempo nos quedamos así abrazados, Andrew nos trajo al mismo lugar en donde me pidió que fuese su novia, desde aquí puedo ver el atardecer mientras suspiro por sus caricias suaves en mi espalda, cierro mis ojos perdiéndome en la sensación.
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Un deseo prohibido ✓
Novela Juvenil«+18» Él es la personificación de un dios griego. O eso dicen todas de Andrew Basset, el apuesto mariscal de campo, el chico que con una mirada hace que se te mojen las bragas, aunque es un gruñón, malhumorado e inquieto de primera, que va por la vi...