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-Como cancelaste la clase pasada por alguna razón que no me interesa estamos atrasados así que más te vale hacerlo bien hoy, ¿si?-

-Si Aus- digo señor.-

-Bien, ¡Malvinas entra por favor!, ¿te acuerdas que te comente que traería a una alumna?.-

-Si, no pensé que fuera la hija menor del señor U.K.-

-Bueno, basta de parloteo, empezamos de una vez.-

A veces el mundo puede ser un lugar pequeño, bastante pequeño. Continuamos la clase, la pequeña era una niña tímida, no me imagino como es vivir en una familia tan horrible a tan corta edad.

El domingo volví a casa de Japón, después del miércoles nos habíamos vuelto más cercanas, nunca había tenido amigos que no fueran mis hermanos así que se sentía lindo tener una conexión con alguien distinto

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El domingo volví a casa de Japón, después del miércoles nos habíamos vuelto más cercanas, nunca había tenido amigos que no fueran mis hermanos así que se sentía lindo tener una conexión con alguien distinto.

-¿Bibi?-

-¿Si, qué pasa?-


-¿Porqué siempre te quedas mirando a la nada, qué tanto piensas?-

-Nada, es solo algo que me suele pasar, no te preocupes.-

-Ya~, ¿me preguntaba si podrías ayudarme en algo?-

-¿Qué pasa?-

-Estaba pensando si me ayudabas a hacer mi traje para la presentación, se que trabajas con Francia entonces...-

-¡Claro!, digo me encantaría ayudarte.-

-Eres muy diferente, ¿sabias?- Me dijo mientras se reía.

-¿Eso es bueno o malo?-

-Tendras que averiguarlo- Mencionó mientras se levantaba y se iba hacia alguna habitación del departamento.

"Tu eres la diferente."

-¿Un momento, "Bibi"?-

-Vamos es un lindo apodo.- Decía mientras volvia a la sala con una taza de té.

-Lo que tu digas "Jap-jap"-

-No empieces, ¿o quieres que te tire la taza encima?-

Y otra vez empezamos a jugar y reír, cualquier persona que nos viera diría que eramos como dos niñas pequeñas jugando, pueden que tengan razón pues pasamos nuestra infancia en medio de una guerra, ella vio morir a su padre a los 11 años debió ser algo muy traumatico para ella. Una vez nos reincorporamos empezamos a ver los vestuarios para la presentación.

-¿No es muy complicado para ti?, esta bien si no puedes hacerlo.-

-Si vieras la colección que estamos haciendo, como sea, puedo empezar tomando tus medidas si me permites.-

-Adelante.- Me dijo mientras se paraba. -¿Hace cuanto trabajas con Francia?- Empezo a pregunto mientras le empezaba a tomar medidas.

-Pues, desde pequeña quería diseñar, después de la muerte de URRS pasamos tiempos difíciles y empecé a buscar trabajo, no se porque la señorita Francia me dio el trabajo, al final yo era la hija de un "genocida", aunque tampoco es que ella nunca hubiera matado a nadie, ¿cuántas colonias ha tenido 2, 3?-

-30.-

-Ah.- Suspire, su respuesta me había tomado por sorpresa.-Bueno, pues cuando me contrato pensé que me pondría con algún costurero de alguna fábrica suya, pero en vez de eso me hizo su "protegida" si se le puede decir así, el caso es que yo soy la de las ideas, boceteo los diseños y ella los aprueba, también me pide que le lleve cosas y eso, la mayor parte del tiempo es vino, ya sabes como es.-

-Si...-

Continuamos el día sin dirigirnos palabra alguna, andaba más callada de lo normal. Pronto dieron las 6, habíamos avanzado bastante en el vestuario y ya casi terminábamos la presentación, le había dicho que yo terminaba los vestidos, solo nos quedaban dos días y el quinto era de ensayo así que teníamos que apurarnos.

 Pronto dieron las 6, habíamos avanzado bastante en el vestuario y ya casi terminábamos la presentación, le había dicho que yo terminaba los vestidos, solo nos quedaban dos días y el quinto era de ensayo así que teníamos que apurarnos

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Era la hora de comida en el trabajo, me había quedado en una de las máquinas mientras comía.

-¿Se puede saber que haces?-

-T-Terminado unos pendientes, Fr-Francia.-

-Los pendientes en su casa, Verónica, anda muévete que me vas a dañar las máquinas.-

-S-Si, perdón.- Respondí de forma tímida mientras recogía mis cosas.-

Al llegar a mi casa salude a mis hermanos, cené y subí las escaleras hasta una habitación a una puerta del baño la cual tenia un cartel con la inscripción "estudio Bi" algo simple, idea de mis hermanos, esta casa ya tenia muchas habitaciones vacías así que decidieron utilizar aquella que alguna vez tuvo escrito "Росси́я"(Rusia) como un pequeño estudio para mi, un gesto lindo para mi cumpleaños número 86.

Abrí la puerta con algo de esfuerzo, no era el lugar más ordenado del mundo pero tampoco era un basurero, prendí la uz y me encerré, todavía tenía mucho trabajo que hacer, estas últimas dos semanas me las había pasado haciendo mi vestido así que era un trabajo menos, solo tenía que terminar unos bordados, pero me hiba a concentrar en el vestuario de Japón primero. Pasaron las horas y pronto dieron la una, un golpe y un sonido de perilla girando.

-Biel, ya es tarde ve a dormir, ¿Quieres?- Me hablo de forma calmada aquel hermano mio que siempre y cuando digo siempre es siempre, traía una caja en la cabeza.

-Ya voy, solo déjame acabar este dobladillo.-

-Bien, entonces me quedo.- Respondió mientras se acercaba a mi y cerraba la puerta.

-No tienes que, anda ve a dormir.-

Y aunque le dije eso el insistió y se quedó hasta que termine, pero cuando me di cuenta ya se había quedado dormido, me levante cuidadosamente, se había sentado en el suelo al lado de mi silla, acomode unas cosas y lo levante, no sabría decir si yo era más fuerte de la que pensaba o el era demasiado liviano, apague la luz y cerré la puerta con el en brazos. Me dirigí a la undécima puerta del segundo paso dejándolo recostado en la cama, con cuidado le quite la caja notando que le había crecido su cabello azul, acaricie su cabeza mientras lo analizaba, sus ojeras eran más notorias sabia que algo no estaba bien con el, pero nunca había querido ir con algún especialista.

Me levante de la cama y me dirigí a mi cuarto cerrando antes la puerta del contrario, me senté en mi cama dejando las lágrimas caer, siempre que trabajaba en esa habitación empezaba a llorar, sabía que era un regalo de mis hermanos y apreciaba eso, pero no había superado aun lo que esa habitación significaba, lo que significaba la persona que había vivido ahí o las que vivieron en los otros dos cuartos, cuartos que estaban a escasos metros del mío. En algún momento caí dormida con una presión en mi pecho, aún así mañana me tocaba cocinar y no hiba a dejar mis obligaciones por algo tan estúpido como mis sentimientos, mis hermanos son más importantes que todo, más importantes que yo.

Dos mundos, un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora