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Me desperté con dificultad y cansancio dándome cuenta de que estaba en una habitación ajena, rápidamente me senté en la cama y miré hacia mi derecha encontrándome a aquella mujer que me robo el corazón. No recordaba como había llegado ahí, pero no me quería ir, sin darme cuenta la presencia ajena también despertaba abrazándome por la espalda, acción la cual me tomó por sorpresa haciendo que me sobresaltara.

–Buenos días.– Dijo al tiempo que besaba mis labios.

–Buenos días.– Respondí algo confusa. –¿Qué pasó anoche?–

–No quisiste irte así que te invite a mi casa y aceptaste.– Respondió algo adormilada.

–Ay Dios, Kaz debe estar preocupado, debo irme.– Me levante rápidamente de  la cama y empecé a considerar mis opciones sobre que hacer.

–Oye... Sobre lo de anoche, ¿ahora qué?–

–¿Cómo?–

–¿Cómo? ¿Ahora qué?–

–Perdón se me hace tarde.– Me despedí y me dirigí a la planta baja del edificio dejando sola a la dueña de la habitación.

Después de un rato llegue a mi casa, entré con cuidado a esta, todavía era  temprano y me daba miedo despertar a mis hermanos.

–¿Donde estabas?– Habló una voz proveniente del sofá, al parecer mi plan no había funcionado.

–¡Kaz!– Grité. ––¿Qué haces despierto?–

–Me preocupaba por la hermana que avisó su repentina desaparición con un "Me voy con Japón, luego te veo" acompañado de excesivos corazones.–

Me sonroje al escucharlo, ¿realmente había escrito eso?

–P-Perdón.– Respondí apenada. –Creo que bebí de más.–

Tras eso subí a mi cuarto a cambiarme, pues en unas horas debía irme al trabajo.

Al llegar a París todo transcurría con normalidad, lo único relevante sería el baile de anoche en el que claramente Francia y Reino Unido se lucieron como siempre, aunque yo no recuerdo haberlos visto, Dios la cabeza me daba vueltas

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Al llegar a París todo transcurría con normalidad, lo único relevante sería el baile de anoche en el que claramente Francia y Reino Unido se lucieron como siempre, aunque yo no recuerdo haberlos visto, Dios la cabeza me daba vueltas.

–Otra grandiosa fiesta, como la de cada año, ¿no te parece Violeta?–

–Bielorrusia, y si, esa fue otra increíble noche.– "Lo único increíble era que había conseguido novia" ¿novia? realmente no habíamos quedado en nada, a ver ella me gustaba y yo le gustaba a ella, ella me besó y...

–¿Vivianne, me estas escuchando? No importa, el punto es que el inútil de mi esposo empezó a quejarse cuando ya estábamos regresando al aeropuerto sobre...– Siguió hablando, pero ya no le estaba prestando atención, mis pensamientos estaban en otro lugar en ese preciso momento en el que me di cuenta de algo:

Me le había confesado a Japón, Japón la mujer que me gustaba y no solo eso si no que mis sentimientos eran correspondidos, eran demasiadas emociones en conjunto, realmente no pensé que algo así pudiera pasar y menos a mi, un país subdesarrollado que aparte de todo podría ser fácilmente considerado una dictadura, las posibilidades eran mínimas y al final sucedió que fui correspondida por una potencia.

Bueno, una cosa era la nación como tal que era desarrollada por superiores y otra eramos las representaciones que se desarrollaban como los ciudadanos, pero con unos pequeños detalles, por ejemplo el tener el peso de todo un país sobre nosotros desde que nacemos. Aún así como representaciones estábamos fuertemente atados a nuestro territorio haciendo que nuestras acciones afecten estos.

Acciones como empezar una relación, anteriormente las representaciones se casaban entre ellos por acuerdos o dominios territoriales, actualmente es más por amor, pero sigue siendo comprometedor para ambos territorios, pero ¿qué va a pasar con nosotras? Digo, no podemos hacer pública nuestra relación y... oh por Dios.

–¡Valeria, ven acá!– Gritó mi jefa desde alguna habitación lejana.

Obedecí las órdenes ajenas mientras en mi cabeza empezaban a surgir dudas; o sea no conocía muchas relaciones homosexuales, solo recuerdo la de Austria y Suiza, pero ellos son países desarrollados, no puedo comparar mi situación con la suya; yo, un país que ni siquiera aceptaba eso, eso que yo era y que aparte ahora tenía a alguien más que, si no fuera por poco también es discriminada.

Acababa de descubrir que lo que tenía con Japón era "indebido" en un mundo donde menos del 20% de naciones aceptaban el matrimonio igualitario, había llegado a pensar que mi vida era un horror, pero esto era otro nivel, un nivel que condenaba a dos personas por amar.

Acababa de descubrir que lo que tenía con Japón era "indebido" en un mundo donde menos del 20% de naciones aceptaban el matrimonio igualitario, había llegado a pensar que mi vida era un horror, pero esto era otro nivel, un nivel que condenaba a do...

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Había sido un día agotador, pero finalmente llegué a mi casa y tras cenar con mis hermanos me puse a lavar los trastes. Estaba concentrada en mi trabajo hasta que alguien tocó la puerta.

Abrí con desconfianza esperando ver a China.

–Japón, ¿qué pasó?– Pregunte, pero no hubo respuesta de su parte, ella ya había entrado a la sala.

–"¿Qué pasa?" Que me dejaste plantada en mi habitación, Biel.–

–¿Plantada?–

–No te hagas, te hice una pregunta y en vez de responderme te hiciste la que no escuchaste y te fuiste.–

–¿Qué pregunta?– Estaba confundida, no recordaba de lo que me estaba hablando.

–Respóndeme, ¿y ahora qué?–

–Es que no entiendo a lo que te refieres.–

-Anoche te me confesaste y me besaste, ¿qué significa eso?–

–¡Qué me gustas!– Era raro decir eso o admitirlo en voz alta y más enfrente de ella, aunque ya lo había hecho, pero estaba borracha en ese momento así que para mi eso no valía.

–¿Y qué más? ¿Qué quieres de mi?–

–Yo... no lo sé–

–A ver. Bielorrusia me gustas, haces que me sienta feliz y como una puberta enamorada, alegras mis días, eres lo mejor que me ha pasado en mi vida y te veo como una persona increíble y me gustaría tener una relación formal contigo. Tu turno.–

–Yo...– No sabia que decir, ella me miraba esperando una respuesta y no sabia como dársela. –Japón, eres una persona genial, una de mis mejores amigas, me has acompañado cuando te necesite y cuando supe que me gustabas realmente no sabía que hacer, pensé que solo se quedaría en un amorío imposible, pero ahora me doy cuenta de que enserió esta pasando y creo que si quiero tener algo contigo, no, quiero tener algo contigo.–

–Perfecto, ya esta aclarado ahora te quiero en mi casa mañana a las 6:00 a.m.– Tras decir eso se levantó y se dirigió a la salida. –Te quiero.– Dijo como final.

Me quedé estática procesando lo sucedido hasta que una voz me sacó del trance.

–¡¡Biel!!– Gritaron desde las escaleras.

–¿Ahora qué pasa Kaz?–

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⏰ Última actualización: May 01, 2024 ⏰

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