🌸°2°

0 0 0
                                    

Ha pasado una semana desde que inicie el trabajo en equipo con Japón, son cosas para "fomentar el compañerismo" según ONU o algo así no estoy muy segura la verdad, el punto es que son trabajos de equipo de un mes de duración que al final se van a presentar en las reuniones.

-¿Biel?.-

-¡Perdón!, ¿qué pasó?.-

-Te estaba preguntando si agregabamos  algún video, Dios, si seras tonta.-

-Perdón, me parece buena idea.-

-¡¿Vas a empezar a tomar enserió el trabajo o qué?!.-

-Yo-yo... los siento, creo que ya tengo que irme, te-te veo la siguiente semana, ¿ok?.-

Me levante y me fui de allí, Japón intento detenerme pero yo solo la ignore, esta vez Kaz no paso por mi, me dijo que iba a ver que hacía con su presentación y camino a casa me puse a llorar.

-Idiota, idiota, ¿por qué eres así, por qué?.-

Cuando llegue a casa me encontré con Letonia.

-¿Biel, estas bien, qué pasa?.- Me preguntó, aún con la cabeza agachada reconoció que no estaba bien.

No le respondí, directamente me fui a mi cuarto a llorar y en algún punto me dormí.

Al día siguiente me levante, era lunes otra vez pero decidí no ir al trabajo, revise mi teléfono, 11 a.m., 5 llamadas perdidas de Japón a las 10 p.m.

Me levante y fui a la sala, Kazajstán estaba cocinando todavía.

-Buenos días.- Me Saludó, yo solo lo ignore y fui a recostarme en el sofá, eramos los únicos ahí presentes.

-¿Estas bien?.- Una vez dijo esas palabras me eche a llorar, el inmediatamente se acercó a mi.

-Soy una estúpida.- Dije entre llantos, el solo me abrazo hasta que me calme, sirvió una parte del desayuno en dos platos y se acercó a mi.

-Come, dime ¿Quieres salir o quedarte?.-

-No quiero estar aquí.-

-Esta bien.- Dijo y seguimos comiendo.

Me insistió en que debía bañarme o no nos iríamos y a regañadientes termine bañandome.

-Bien vamonos, ahí ellos a ver que hacen.-

-¿A dónde vamos?.-

-Es una sorpresa.-

Subimos a la camioneta y salimos del bosque. Después de un rato llegamos a una pequeña feria.

-¡Sorpresa!- Al ver el lugar me emocione tanto que me abalanzé sobre el.

Pasamos el resto del día en la feria, pasando de los juegos a los puestos de comida una y otra vez, tomamos fotos y recibimos varias llamadas de nuestros hermanos que se resumían en "¡¿donde se supone que esta el desayuno?!" Fue divertido y pude despejar un poco la mente pero todavía sentía que algo no estaba bien. Al final nos fuimos como a las 6 p.m. y en el camino le pedí un favor a Kaz.

 y en el camino le pedí un favor a Kaz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eran las 6:30 p.m., estaba en el suelo de mi casa revisando mi celular cuando alguien toca mi puerta. Al abrirla estaba Bielorrusia parada al otro lado del marco.

-Biel,¿qué-qué haces aquí?-

-Lo siento mucho, en serio, no-no se lo que me paso, me importa mucho el trabajo y-y no quería que te enojaras, yo solo-.-

No la deje continuar pues me abalanzé pata abrazarla.

-Perdóname a mi.-

Después de eso acordamos vernos el miércoles y de nuevo el sábado.

El martes seguí con mi rutina pero como era de esperarse al llegar al trabajo me esperaba una regañiza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El martes seguí con mi rutina pero como era de esperarse al llegar al trabajo me esperaba una regañiza.

-¡¿Quién te crees que eres como para dignarte a faltar, si ya te estoy dando un descanso es por algo?!, si me vuelves a fallar no seré tan piadosa contigo, dame tu libreta, espero que al menos hayas hecho algo de valor.- Me dijo mientras me arrebataba la libreta con una mano pues la otra estaba ocupada con obviamente una botella de vino.

Me levante como pude para ir al baño a limpiarme la sangre y llorar un poco.

-Estúpida...estúpida, estúpida, ¿quién me creo yo para faltarle el respeto a la persona que me da de comer?-

A veces, muchas veces pasaba lo mismo, hacía algo que enojaba minimamente a Francia y ella empezaba a beber y a beber hasta que quedar lo suficientemente borracha para que no le importara nada y empezar a patearme hasta sangrar, en casos extremos rompía la botella y empezaba a golpearme con ella.

-!!!Viveka¡¡¡, ¡tráeme otra botella de vino!-

-¡Ya voy!-

Finalmente llegue a mi casa a descansar.

El miércoles llegue a casa de Japón a la 1 p.m. como siempre, pero para mi sorpresa en vez de la laptop que usamos había una japonesa con una cesta de picnic.

-Ya hice la parte que teníamos que hacer el sábado así que decidí que podíamos salir a algún lado.-

-Yo-yo conozco un parque cerca de mi casa talvez podríamos ir o-.-

-Perfecto, vamos.-

Bajamos al lobby del departamento y por alguna razón decidí agarrarla de la mano para guiarla y en ese instante sentí una especie de corriente eléctrica extraña, la miré a los ojos, me recompuse y seguimos caminando.

Al llegar ella se puso a analizar el lugar, era un parque a unas cuadras de mi casa algo pequeño, árboles, un sendero que lo recorría por completo, bancas de un lado y farolas del otro. De repente empezó a caminar y yo en un instinto la empecé a perseguir hasta que se detuvo en un área fuera del sendero rodeada de árboles.

-¡Aquí es!.- Exclamó para después dejar caer el mantel de a cuadros rojos y blancos y sentarse encima con las piernas cruzadas. -No estaba muy segura de que comías o si tenías alergias así que traje unos sándwiches de jamón y queso, de pollo, un poco de sushi, agua natural, jugo de naranja y macarons.

-Guau, estoy bastante impresionada.- Dije mientras me sentaba lentamente sin poder creer todavía lo que estaba pasando.

-De nada, ahora a comer.-

Empezamos a agarrar la comida y a platicar de cualquier tema, pronto el cielo empezó a tornarse naranja y decidimos irnos ya.

-Fue lindo venir y despejar un poco la mente, ¿no niñita enojona?.-

-¿Disculpa?-

-Así te puse ese día que nos conocimos, como nunca me contestaste y solo te la pasabas viéndonos con cara de asco...-

-Bueno al menos yo si sabia pronunciar mi nombre, no "Nimon".- Y entre risas aquella niñita regreso sacándome la lengua y empezando a correr en dirección a su casa conmigo persiguiendo por detrás entre risas y gritos.

Dos mundos, un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora