( 8:30 p.m./ Los Angeles California. )
Alex apenas llegaba a su hogar, se dirigió a la cocina, ya ahí, tomó asiento y se sirvió una copa de vino tinto.
Después de cada sorbo, los suspiros húmedos provenientes de la boca de Alex resonaban en aquella cocina grande y solitaria, en la cual habitaba un hombre triste y desesperado ahogando sus penas con alcohol, Alex, el cual llevaba media botella de vino, tomó los extremos de su pelo y empezó a jugar con ellos mientras los efectos de el alcohol lo consumían lentamente, hasta que sus ojos negros como canicas fueran tornando los colores vivos a un lienzo borroso y transparente.
Ya con los ojos completamente cerrados, por su mente, paso el recuerdo de un niño, un niño corriendo por los pasillos de su casa, un niño observando las flores blancas en el campo, un adolescente viendo cansado los restos de un libro flotar en un lago, y un adulto escuchando los gemidos de dolor de una mujer.Los sonidos casa vez eran más fuertes, tanto que empezaron a aturdir, Alex, asustado y borracho, se levantó de aquella silla de en la cual anteriormente estaba sentado, los sonidos seguían y tenía la vista borrosa, su cuerpo débil camino hacia su habitación, cansado, se recostó en la cama, para caer profundamente dormido entre las sábanas.
Por otro lado, en la florería, Phil salió curioso a con William.
─ Wil! ¿Qué te pasa?, Te veías muy enojado.
El humo atravesó la boca de William, el cual tiro su cigarro desgastado a la calle para después desprender los sonidos de esa misma boca.
─Phil, estoy confundido, el me tiene confundido, nisiquiera lo conozco tan bien, es un simple cliente, pero, tiene algo, algo que lo hace tan especial, algo que hace que sus ojos brillen ante mi presencia, algo que hace que su cabello se ondule cuando lo veo, estoy tan confundido, ¿Qué me trajo aquí? ¿Por qué me siento así?
─Ese chico... Realmente te tiene como a un tonto, Wil, ¿Que sientes cuando lo ves?
─¿Cuando lo veo?... Supongo que paz, mi corazón late fuerte, cuando me acerco a su rostro, siento como si estuviera apunto de entrar a el paraíso, es tan confuso.
─¿Confuso? Entonces, ¿No estás seguro si te gusta?.
─Yo... No lo sé, nunca me e enamorado, no puedo saber si esto que siento es amor, pero, supongo que lo es...
─Y ... ¿Quieres demostrarle ese amor?
─Así es...quiero mostrarle ese amor.
─¿Cómo crees que lo puedes hacer?
─A el, le parecen interesar las flores, si le llevo algunas para su jardín, ¿Se enamora de mi?, ¿Se sentirá atraído hacia mi persona?
─Cuando conocí a mi esposa, me sentí igual que tú, pero poco a poco entendí, que las personas que realmente te merecen, son las que aprecian tus esfuerzos por hacerlos felices, así que, llévale esas flores.William suspiro, guardo su encendedor, dio media vuelta y camino hacia Phil, agotado empezó a toser fuertemente, el humo que había entrado a su boca lo estaba ahogando lentamente.
─Oh... No te ves muy bien William, enserio tienes que dejar de fumar... ¿Qué te parece si vas a descansar?.
─ ¿Descansar?, No necesito descansar, estoy bien. Dijo tosiendo de dolor, el humo le quemaba la garganta.
─ No te estoy preguntando niño, tienes que descansar.Phil tomó a William de la mano y lo ayudo a llegar a su recámara para recostarlo.
─ Mañana verás a ese chico, y le daras las flores, seguro lo va a apreciar...
Para cuando Phil dijo eso, William ya estaba dormido.
( 6:30 a.m. / Los Angeles California. )
William abrió sus ojos, adolorido se levantó y miro la hora, era demasiado temprano, pero ahora el ya no podría dormir, pensante, recordó las palabras de Phil.
Por unos minutos dudo de ir a la casa de Alex, no quería molestarlo, pero eligió ir.Se colocó sus lentes y busco algo de ropa.
Encontró una camisa de botones blanca, un saco largo de color café y unos pantalones igualmente cafés, se alistó y se perfumo, tomó su mochila y bajo a buscar un ramo de flores, vaya sorpresa, Phil dejo un ramo de flores con gardenias, orquídeas amarillas y margaritas. William tragó saliva y tomo el ramo, salió de la floreria y se subió a el carro, dejo el ramo en el asiento del copiloto y manejo hacia la casa de Alex, había anotado la dirección el día anterior así que no fue complicado llegar.