Alex miro a Wilbur con esos ojo cansados que penetraban el alma de Wilbur.
─Como quieras.
Wilbur camino al ritmo de Alex, mirándolo fijamente, sus ojos no se despegaban de el, para su desgracia, el último taxi que quedaba ya se había ido, así que solo les quedó ir caminando. Los dos caminaban algo apurados, estaban muy intranquilos.
En mitad de camino, Wilbur se acercó a el pelinegro y olió un extraño olor amargo proveniente del cuello del pelinegro.
─Hueles raro...
─¿A qué?
─Como a whiskey...
─...
El pelinegro miro al suelo y paso saliva, pues el putrefacto olor a whiskey en su cuello se lo había dejado Jschlatt.
─¿Estas bien?
─Si!, callate y camina.
Después de una caminata de unos minutos los dos chicos llegaron a la casa de Alex, ambos estaban bastante incómodos desde lo que pasó en la florería, pero ya era hora de hablarlo tranquilamente, o ese era el plan de Wilbur. Alex abrió la puerta principal y Wilbur paso tras de él, Nevadas fue a su cuarto y el castaño lo siguió.
─¿Qué haces?, espérame en la cocina.
─Ah si...
La casa era demasiado grande como para que Wilbur recordara donde estaba la cocina, al poco rato se percató de que había dos cocinas, una arriba y otra abajo, Wilbur fue a la de arriba ya que está tenía mejor vista, una hermosa vista, una Gran ventana donde se podía admirar la belleza de Los Ángeles por la noche, se sentó en una silla y espero.
Después de unos minutos Nevadas volvió con una pequeña coleta en su cabello y con otra ropa.
─Pensé que te quedarías en la de abajo.
─Esta es más linda, ¿no crees?
─Si... Esta era la cocina de mi madre.
─Oh, tu madre tiene un gusto refinado.
─Aquí fue mi primera cita con mi jefe...
Dijo el pelinegro con un tono de voz triste, miraba a la ventana desconsolado. Wilbur miro a otro lado algo incomodo después de ese comentario.
─Perdón, no debería estar contándote esas cosas, lo siento.
─No te preocupes, esta bien.
─No, no esta bien.
Wilbur tomo la mano de Alex, la levanto a la altura de su cara y miro al pelinegro a los ojos.
─Alex, hace poco nos hablamos sobre nosotros, ¿Lo recuerdas? Siento que no te he conocido lo suficiente incluso desde esa vez.
Lo recuerdo... Y, ¿ahora qué necesitas saber de mi?
Muchas cosas, si soy honesto.
Yo se suficiente sobre ti, ¿No es eso suficiente?.
No recuerdo haberte hablado de mi.
No, tu no, Tommy me lo conto. Entonces, ¿Qué necesitas saber?
No hay algo en especifico, solo quiero saber quien eres.
¿Quien soy?
Dijo Nevadas confundido.
Si... Quiero saber quien esta detrás de esos ojos sin vida.
Wilbur se levanto de la silla donde se encontraba, se inclino un poco hacia Alex y tomo sus manos.
Por alguna razón, a Nevadas no le agrado este comentario, soltó las manos de William y lo miro algo enojado.
Detrás de estos ojos, William, hay un hombre alcohólico, manipulador y violento controlando cada cosa que hago. Yo, no soy yo, solo soy la marioneta de todos los hombres con los que me acuesto. ¿Que curioso no?, ¿Ya no te gusto tanto cuando descubres quien soy?
Wilbur dio un paso hacia atrás y miro enojado al suelo.
Si eres una marioneta, ¿Por qué no te sueltas de todos los hilos?.
Nevadas caminaba hacía Wilbur, pero Wilbur se hacia un paso más atrás.
¿Crees qué es tan fácil?, si te tienen atado a una silla con una pistola apuntándote a la cabeza, ¿Por qué no simplemente te vas?, Por favor!
¿Qué no te deja soltarte a ti?
Que yo tengo cientos de pistolas en la cabeza William, y si trato de escapar, esas pistolas me van a disparar.
¿Quien te esta apuntando?
La espalda de Wilbur finalmente choco contra la pared.
¿Tu quien crees?
Wilbur se inclino a la altura de Alex y le dio un beso, Alex no entendía que estaba tratando de hace, pero no se despego, cuando el castaño se separo de Alex, le dio un abrazo, el cuerpo del pelinegro se hizo más ligero, de repente sus ojos se volvieron cristalinos, realmente necesitaba un abrazo tan fuerte como ese, la voz quebradiza de Alex intento decir algo.
¿Qué crees que estas haciendo?
Cállate y no te sueltes.
Dijo Wilbur con su cabeza recargada en el hombro de Nevadas
No tiene sentido que me abraces, ya dijiste suficientes estupideces.
Me faltan varias por decir, ¿cual es la estupidez más grande que puedo decir?
Que me amas.
¿Por qué eso es estúpido?
Por que se que es una mentira, tu no me amas, solo me quieres, me quieres en el sentido de propiedad, ¿entiendes?, me quieres para ti, más no me amas, te falta mucho para amarme.
Wilbur guardo silencio y miro al suelo, aun abrazando a Nevadas.
Tal vez tengas razón, pero voy a hacer todo para amarte.
Nevadas miro a Wilbur con disgusto y ternura, se alejo unos pasos de el y se recargo en la pared.
Que asquerosamente cursi sonaste. Ya es hora de que te vuelvas a tu casa.
Dijo Nevadas dejando la cocina para ir a su habitación, Wilbur fue abajo y dejo unas semillas en el patio, estas tenían una pequeña carta y un listón rojo muy bello, finalmente salió de la casa y camino hacía la florería.
Cuando llego, se recargo en la pared de afuera y tomo un cigarrillo, pero no encontraba su encendedor, decidió ir adentro a buscarlo, pero cuando entro, Phil estaba sentado en una silla aún lado de un hombre castaño oscuro de traje.
Jardinero!
Esa voz tan conocida lo hizo estremecerse, Jschlatt se levanto y camino hacía William.
Que gusto verte.