—¿Estás segura de lo que piensas hacer? —Lucy se dejó caer en el piso debido al cansancio mientras seguía de cerca cada movimiento de su amiga, quién se sentó frente a ella—. Han sido buenos amigos durante mucho tiempo. No vale la pena arriesgar todo eso.
—¿Y qué es lo que esperas que haga? No pienso vivir con el arrepentimiento de nunca haberle dicho sobre mis sentimientos.
El silencio se hizo presente entre las dos dejando escuchar nada más el murmullo y quejidos de sus compañeras luego de un acalorado partido amistoso de Voleibol. Fue de esa manera que cinco años atrás, Kim Lucy y Brianna Richards cruzaron palabras la primera vez, la conexión fue instantánea a pesar de ser de equipos rivales.
Pronto Lucy abandonaría a su colegio y equipo para pasar más tiempo al lado de Brianna, le parecía demasiado llamativo como una chica que parecía ser tan refinada lograba convertirse en un monstruo dentro del juego.
—Creo que aún no es el momento indicado —comentó.
—Yo tampoco lo creo —musitó Brianna, escondiendo su rostro entre sus piernas—. Pero no puedo arriesgarme a qué sea demasiado tarde.
—Bri, ¿Y si no acaba bien? ¿Si te rechaza y rompe tu corazón? —La preocupación era más que evidente en el tono de la pelirroja—. Piénsalo una vez más.
—No hay nada que pensar —afirmó, poniéndose de pie—. Hoy por la mañana me dijo que iría a mi casa, será el momento adecuado.
A pasos rápidos salió fuera del gimnasio, ignorando cada una de las advertencias que su amiga le decía. Se le hacía irritante escuchar solamente cosas pesimistas salir de la boca de Lucy, cuando ella luchaba consigo misma por mantener la cordura y convencerse a sí misma que todo saldría bien.
—Cuando regrese con las buenas noticias tendrás que invitarme a un café —dijo Brianna con una sonrisa mientras subía a su auto.
—Ni siquiera te gusta el café —respondió Lucy, alzando una ceja.
—Seré demasiado feliz como para pensar en eso —afirmó guiñandole un ojo, sacudió su mano despidiéndose de la pelirroja antes de arrancar.
El camino a su casa fue extrañamente tranquilo, ningún semáforo la detuvo en su trayecto, su canción favorita sonaba en la radio y el común tráfico del mediodía parecía estar más ligero, todos parecían ser amables y tranquilos en la calle ese día. Una sonrisa se escapó de los labios de Brianna al pensar que quizás eso era una señal de que todo saldría bien y que al final del día sería feliz completamente.
Entró a la propiedad de sus padres saludando y regalando una sonrisa a cada uno de los empleados que se topó hasta llegar a su habitación. Mientras se daba un baño escuchó el singular sonido que nada más marcaba los mensajes de Evan, no dudo dos segundos en salir del baño con rapidez para ver su mensaje.
"¿Ya estás en tu casa? Tengo algo muy importante que decirte. Te veo en una hora".
Su corazón dió un vuelco, las mariposas en el estómago comenzaban a revolotear con intensidad mientras sentía como sus mejillas se calentaban.
«¿Y si él también siente lo mismo por mí? ¿Habrá estado callando sus sentimientos al igual que yo?» Brianna pensó en incontables preguntas sin una respuesta aparente, pero algo era seguro, nada la detendría y obtendría lo que quiere. Cómo siempre.
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𝐄𝐥 𝐏𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐀𝐦𝐨𝐫
RomanceEl amor puede ser algo tan bello y genuino en los corazones adecuados pero cuando este cae en aquellos corazones oscuros que apenas comprenden lo que es amar, ¿Puede el amor convertirse en algo más? Descubre los estragos que puede dejar entregarte...