El grupo estaba sentado en los sofás esperando una respuesta de Karma. Arthur estaba sentado junto a ella mientras le acariciaba la espalda y Karma simplemente veía el suelo con una mirada perdida. Davina, Noelle y Morticia la miraban sin ninguna expresión en sus rostros.
–Hace tiempo lo hice. –habló Karma en un susurro casi inaudible pero fue escuchada por todos. –Sólo lo hacía como siempre, por reírme de las desgracias de los humanos. No pensé que algo así pudiera pasar.
–Eso te sirve para valorar la vida de todos por igual. –dijo Davina. –Los humanos no son como nosotros, seres inmortales. Ellos tienen una vida corta, algunos la aprovechan para vivir felices y otros la malgastan. He visto muchos casos.
–Por ahora debemos salvar a Jessica. –habló Noelle levantándose del sofá y mirando a sus amigas.
–Pero...
–Jessica te importa, ¿no? –preguntó Noelle a Karma, quién asintió lentamente. –Eso es lo único que te debería importar ahora mismo. Salvar a la pequeña Moore.
–Yo me debo marchar. –dijo Morticia sorprendiendo a todos.
–No te puedes ir, debemos hacer algo. –Davina se interpuso entre la salida y Morticia.
–Me he cansado de vuestras payasadas.
Morticia usó sus poderes y desapareció haciendo que Karma se sintiera aún peor de lo que ya estaba. Davina y Noelle comenzaron a idear un plan, Magnus era un simple humano por lo que se podían hacer cargo de él con facilidad, el problema real era Rasmondeus. Un demonio de clase alta, y aunque fueran a pelear contra él, aún no tendrían suficiente fuerza para derrotarlo. Davina y él al ser opuestos sus poderes eran nulos el uno contra el otro, por lo que las únicas eran Dharma, Noelle y Karma en caso de que pudiera usar alguno de sus poderes, algo en lo que no tenía ninguna esperanza.
–Por ahora Dharma se quedará con Sabrina. –avisó Davina apareciendo en el salón con sus poderes. –Será mejor que no se involucre aunque creo que lo está deseando. ¿Y Karma?
–Salió corriendo de la casa. –dijo Arthur algo preocupado. –Pero de eso y a hace dos horas.
–Desde luego, Sabrina y ella son cabezotas. –rio Noelle mientras se comía un dulce.
–Deberías dejar de comer tantos dulces, te saldrán caries. –Arthur miró a Noelle y le sonrió.
–Nunca cojo caries, querido Arthur.
–Que suerte tienes.
(...)
Karma corría por el bosque intentando llegar al pueblo más cercano, lo que empeoró la situación fue que había empezado a llover, haciendo que toda su ropa se mojara y comenzara a tener lo que los humanos llamaban escalofríos. Observó a su alrededor pero sólo podía ver árboles, desde luego su orientación en tierra no era lo suyo.
–Hola Karma. –le saludó Gabriel detrás suya. Él vestía con ropa completamente blanca, sus alas blancas era perfectas y su halo sobre su cabeza brillaba en un tono dorado.
–Tú. Maldito. –Karma se acercó a él con rabia. –Dame mis poderes.
–¿Para seguir con tus bromas? Aun no es el momento de que los tengas.
–Tú no lo entiendes. ¡Tengo que salvarla! –gritó Karma pero Gabriel ni se inmutó haciendo que la chica quisiera llorar. –Tengo que hacerlo, por favor.
–Lo siento. Aún no es el momento.
–Entonces, ¿para qué has venido?
Karma vio como Gabriel se había marchado, la rabia crecía en su interior y dio un puñetazo contra el tronco de un árbol, haciendo que se hiciera cortes en su mano y comenzara a sangrar. Sintiendo por primera vez el dolor físico, el emocional ya lo conocía muy bien.
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Me llamo Karma
Teen Fiction¿Qué es el karma? El karma es una energía que se genera a partir de los actos de las personas, también es conocido como un espíritu de justicia o equilibrio. En cada ciudad del mundo hay una energía que ejerce su justicia sobre las buenas o malas p...