𝗟𝗮 𝘃𝗼𝘇 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱 | ʸᵘᵍⁱᵒʰ ˣ ᵗⁿ

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Capítulo 4

Narra TN

De repente, volví a la nada. De nuevo, no había nada, ni nadie, ni siquiera mi yo de hace 5000 años. Este sitio era extraño, demasiado extraño, hasta para mi gusto. Cómo podía estar en un sitio sin nada, y sin nadie, pero en cualquier momento mi yo de hace 5000 años. Aparte el simple hecho de saber que soy su reencarnación era para mi algo impactante.

- Normal que te impacte, a cualquiera lo haría la verdad – dijo una voz que perfectamente conocía

- Tú, o mejor dicho, yo – dije girándome, porque estaba detrás mío y señalándole con mi mano

- La misma – dijo tumbada en lo que parecía ser el aire

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabías lo que estaba pensando? – dije algo mosqueada, la verdad no me gusta que cotilleen mis pensamientos

- Una por una. No soy un robot, ¿sabes? – dijo ella bostezando, parecía que estaba cansada

- Vale, ¿Qué haces aquí? – le pregunté

- ¿Hablar contigo? Jajaja – dijo descojonándose en mi cara

- JA – JA, por dios que graciosa eres – dije con sarcasmo

- Perdón, perdón – dijo calmándose y secándose unas lágrimas que le salieron de reírse tanto de mi persona – Mira, pues como sabes estoy muerta

- Si a ese punto ya había llegado yo solita – dije con una sonrisa sarcástica

- Al estar muerta, mi mente ha vagado demasiado tiempo mientras los años transcurrían, y la verdad no sé cómo cree esta dimensión, solo puedo comunicarme contigo, pero si prefieres me puedo aparecer en el mundo real, de manera que tu seas la única que pueda verme

- ¿Puedes hacer eso? – pregunte sorprendida

- Pues claro, te recuerdo que tenemos muchísima más magia de lo que tu piensas – dijo segura de sí misma creando un racimo de uvas

- ¿Hay más magia aparte la de los objetos milenarios? – pregunte intentando aprender más al respecto

- Claro, te recuerdo la existencia del reino de las sombras – dijo recordándome lo mal que lo he pasado las muchas veces que estuve ahí dentro

-  Pues ya está ahí tienes un ejemplo de ello

- ¿Y ahí más?

- Eso lo tendrás que descubrir por tu cuenta, ¿quieres una uva? – preguntó mientras se las comía

- No gracias, ¿y como sabias lo que yo estaba pensando? – pregunte

- Pues mira, ¿ pensemos un poco sí? – dijo de manera burlona, cosa que me molesto – Si yo soy tú, y tú eres yo, ¿no somos la misma persona? Si no, solo de tiempos distintos. Hasta ahí todo bien, ¿No? – pregunto y yo asentí con la cabeza – Bien, entonces sabiendo eso, yo sé algo de magia, tú también sabes de magia pero no sabes controlarle, a diferencia de mí. Pues cuando controles un poco más la magia que tienes en tu interior serás capaz de leerme la mente. Yo ya lo logré que tampoco es una cosa súper difícil, ¿sabes? Cuando seas capaz lo harás

- Pero yo como tal no se usar magia – le dije

- Ya, lo sé. Pero gracias a las veces que experimentaron contigo te hiciste inmune a la magia del ojo milenario, ¿recuerdas? – dijo como si nada, como si fuera algo que todo el mundo supiese. ¿Hasta dónde sabe mi yo de hace 5000 años

- ¿Como lo

- ¿Se? Te recuerdo que soy yo, estuve observándote desde que naciste – dijo tranquilamente terminándose las uvas