La Eterna Tentación | Tom Kaulitz

Medianoche -4

Eric caminaba por el estudio, dirigiéndose a la habitación donde ____ cantaba dejándose la voz en cada canción, disfrutando cada nota y sintiendo la letra como si hubiera pasado por todas las situaciones de las que hablaban las canciones tristes.

Cantaba sin ninguna preocupación, ya que su habitación era la más apartada y nadie iría por la noche, además de que estaba insonorizada.

El amigo de su padre, comenzó a tocar la mesa llena de botones y palancas que había al otro lado del cristal, justo en frente de donde la chica se encontraba cantando. Esa habitación tenía cámaras, y para que ella no lo viera parado en frente del enorme cristal, las encendió y pudo verla por una pequeña pantalla. Al ver que estaba cantando apretó un botón con el símbolo de un micrófono y comenzó a subir el volumen después de colocarse los cascos conectados a la mesa.

— Wow, su padre tenía razón

La voz de la chica sonaba en los cascos de Eric, que miraba como esa niña que casi no había usado la voz para hablar, cantaba usándola tan bien que era adictivo escucharla.

— WILSON — gritó Eric llamándolo

Unos cuantos segundos después apareció el padre de la chica, que al llegar al lado de su amigo y ver la pantalla que veía Eric, comprendió la razón de que lo hubiera llamado. Una sonrisa se formó en su rostro.

— ahora me entiendes cierto? — desconectó los cascos de la mesa para poder escucharla él también, lo que hizo que la voz de su hija llegara a oídos de los chicos a los que él representaba

— escuchan eso? No tenemos televisión en el estudio

— puede que estén escuchando algo en la radio  — respondió Bill a Georg

— pero entonces no sonaría tan vivo

— estoy de acuerdo con Tom, suena muy bien... Creen que será otra cliente del señor Wilson?

— pero nosotros somos los clientes del señor Wilson... No creo que pueda tener más... Comprobemos — Bill se levantó y salió de la habitación

Al llegar a donde estaban escuchando a la niña, los chicos la miraron y se ocultaron con los dos adultos, mirando la pantalla y disfrutando de la melodiosa voz.

— realmente está cantando ella o es una clase de broma? — preguntó Bill al ver que su amiga cantaba impensablemente bien

— es ella, ahora comprenden a su padre?

— haré que esa chica cante como que me llamo Bill Kaulitz

Tom la miraba atentamente, intentaba encontrar un solo fallo en su rostro, en su voz, en su figura o en ella en general. Nunca lo encontró, pero tenía que tener alguno no? Nadie es perfecto.

Para Tom esa chica lo era, lo tenía todo: linda, carácter y talento. Esas 3 cosas hacían que Tom se lamentara no poder hacerla suya.

— saben lo que sería mezclar su voz con vuestro grupo? No unirse, pero una sola canción aunque sea solo en un concierto, al menos pido un solo ensayo — el padre de la chica deseaba poder ver como su hija se interesaba por cantar

— sería genial, imaginen su voz con la mía — Bill fantaseaba sobre cómo se escucharían sus voces en una sola canción

— tiene un talento indiscutible — habló Eric cuando ____ dejó de cantar para sentarse y mirar al techo pensativa

— que piensa? — preguntó Gustav curioso

— daría lo que fuera por leer mentes Gustav, pero lamentablemente es imposible — volvió a hablar el padre de la chica