𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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𝗠𝗲𝘁𝗿𝗼𝗽𝗼𝗹𝗶𝘁𝗮𝗻 𝗣𝗼𝗹𝗶𝗰𝗲 𝗔𝗰𝗮𝗱𝗲𝗺𝘆
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«𝘠𝘶𝘳𝘪𝘬𝘰 𝘒𝘶𝘥𝘰»

Primavera, una de las estaciones del año más hermosas que existe debido al cambio natural en plantas y el florecimiento de las bellas flores de cerezo.

Mi nombre es Yuriko Kudo, tengo 22 años, me considero alguien normal, aunque mi hermano mayor suele decir que no utilizo mi inteligencia como es debido, y además, por su culpa ahora me encuentro estudiando para ser agente de policía.

Luego de un duro día de fuerte entrenamiento me encontraba dando un paseo por el parque dentro de las instalaciones de la academia para policías, disfrutando de la brisa de primavera y como algunos pétalos de cerezo caían de los árboles a mi alrededor.

Iba muy metida en mi mente, como solía hacer de vez en cuando, hasta que dos voces me sacaron de mi cabeza, o más bien, voces y golpes.

– ¡Me parece sorprendente que sigas de pie luego de recibir mis golpes!

– ¡Lo mismo digo, Rubia! – Me escondí detrás de un árbol, viendo toda la escena, ambos procedieron a seguir golpeándose, como si no tuvieran nada mejor que hacer o no pudieran hablar para resolver el dilema entre ellos. Simplemente fascinante, cada día las personas se ganan más mi admiración... notece el sarcasmo.

Hasta que decidí ponerle fin a ese pequeño pleito.

– No se cual sea el problema entre ustedes dos... – Dije mientras salía de mi escondite y los enfrentaba cara a cara. – pero pueden resolverlo hablando.

– ¡No des opiniones de lo que no tienes conocimiento! – Me gritó uno de los dos. Castaño, de cabello despeinado y ojos azul eléctrico, no lo reconocí, en cambio al otro chico si, lo había visto en clases. – ¡Por más que le explique, esta rubia oxigenada jamás entenderá mi odio hacía los policías!

El rubio lo miro indignado por el apodo, yo sólo suspiré y me coloqué frente al castaño mirándolo fríamente.

– Si te uniste a esta academia fue para convertirte en policía, – El miró al suelo – resuelvanlo como si fueran uno y si no quieres hablar del tema, está bien, pero los golpes no son la solución a tus problemas. – Me giré a mirar al rubio y le sonreí, el parecía sorprendido por mis acciones y la manera en la que dejé sin palabras al otro chico.

– ¡Tsk! – Fue lo único que salio de la boca del castaño para luego irse de allí golpeando mi hombro con el suyo bruscamente, pero ni siquiera me moví.

Cuando lo perdí de vista, suspiré aliviada de que el asunto no allá pasado a mayores, uno de ellos podría haber salido gravemente lastimando si no hubiese intervenido, y estaba por irme pero fui tomada de la mano por el chico rubio de antes.

– O-Oye, fue muy valiente de tu parte enfrentar a Matsuda, pero no era necesario, suele ser así la mayoría del tiempo. – Comentó mirándome a los ojos, tenía unos grandes ojos azules, una tez morena con algún que otro rasguño debido a la pelea y un extraño cabello rubio, parecía extranjero.

– Un gracias hubiera resultado mejor – Admití con la misma frialdad de siempre y me solté bruscamente de su agarre.

El pareció sorprendido ante mis palabras y acciones, pero no se movió de donde estaba. Luego de unos segundos sonrió.

𝗠𝘆 𝗭𝗲𝗿𝗼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora