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Tal como Bucky había supuesto, Tony no tardo en regresar al complejo, como si nada hubiera sucedido. Peter fingió que no había sucedido nada y menciono, como de pasada, que planeaba instalarse allí durante un tiempo a vivir, utilizando las instalaciones y su cómoda habitación.

—May está de acuerdo conmigo en que es hora que me independice un poco—Dijo alegremente Peter sentado en la barra mientras Steve pelaba patatas y Bucky las troceaba, una imagen extrañamente doméstica para tratarse de dos héroes. Tony lo oía, apoyado en la encimera y Banner asentía comprensivamente—. Siempre que no descuide mis notas, claro. Pero ya tengo dieciocho, si no contamos... umm, bueno, el chasquido—Menciono, incomodo—. ¡Si no hubiera desaparecido, tendría veintidós!

Steve rio, rompiendo la tensión tras haber nombrado aquellos hechos, que parecían ser innombrables bajo ese techo.

—Eres como Peter Pan—Bromeo, sorprendiendo a todos. Probablemente hubiera visto la película recientemente. Desde que había sido despertado después de tanto tiempo en el hielo, el capitán parecía seguir intentando a toda costa actualizarse con la época—. Un eterno niño.

— ¡Eh! ¡No soy un niño!

—Además, hasta Peter Pan creció —Intervino Tony, sonriendo ligeramente. Considerando su aura sombría y sus pronunciadas ojeras, era casi un milagro verlo sonreír, aunque apenas se elevaran sus comisuras—. Se enamoró de la nieta de Wendy y decidió crecer.

— ¿De verdad?—Steve frunció el ceño, confundido y Tony le explico sobre la continuación de la película, mientras Bucky los observaba como si estuvieran chiflados, sin entender nada de lo que decían. Peter continuo con el ceño fruncido, indignado porque que le dijeran niño.

Vestigios de cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora