Capítulo 02.

4.5K 422 45
                                    

Capítulo 02

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 02

Encuentros a Primera Luz

A la mañana siguiente Alexander se despertó temprano, un tempus mostro que eran las cinco de la mañana, se vistió con ropa deportiva y salió de la sala común al patio de quidditch.

Durante el año que los mortífagos se apoderaron de Gran Bretaña, todos se mantuvieron en forma, listos para huir o atacar en caso de que fuera necesario, correr se hizo más que un ejercicio, se hizo algo común, una necesidad. Después de una hora corriendo, volvió a la sala común, sus compañeros seguían durmiendo, haciendo el menor ruido posible se metió al baño y salió listo hacia la sala común.

Hufflepuff tenía una bonita sala común, pero no le gusta del todo, prefería hacer sus tareas en el gran comedor. Estaba tomando de optativas Runas y Aritmacia, el segundo si bien no era su fuerte le iba lo suficientemente bien.

Al llegar al comedor no había nadie, se sentó en la mesa de Hufflepuff y empezó a estudiar Runas. Después de la derrota de Voldemort, Bill le había enseñado todo sobre las Runas y descubrió que en realidad era bastante bueno. Mientras estudiaba puso música, algo leve, algo como Beethoven – música que había empezado a escuchar después de la guerra, intentando relajarse - siempre lo relajaba y ayudaba a concentrarse.

Lily Potter era una mujer bastante inteligente, cuando había terminado la guerra, no supo a qué quería dedicarse, pensó en medimagia o maestra de pociones pero las descartó porque quería enseñar, quería hacer la diferencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lily Potter era una mujer bastante inteligente, cuando había terminado la guerra, no supo a qué quería dedicarse, pensó en medimagia o maestra de pociones pero las descartó porque quería enseñar, quería hacer la diferencia. Así que levantarse a las cinco y media de la mañana a preparar sus clases era bastante razonable y pedir ayuda a su mejor amigo también.

— Recuérdame porque estamos levantados a esta hora —pidió arrastrando las palabras el hombre a su lado.

— Me vas a ayudar a preparar mis clases de aritmacia —contestó sonriendo divertida ante el ceño fruncido de Severus.

— Simplemente genial — murmuró quejándose el pelinegro.

— Lo sé, Sev.

Los dos caminaban hacia su oficina cuando escucharon una música.

Totalmente DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora