Dormir no fue tan fácil como solía serlo.
Konoe lo sabía, y ahora Dazai también.
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Fandom: Bungou stray dogs
Relationship: Dazai y Konoe
Portada y separadores: LyraGames
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Dazai se despertó sobresaltado esa misma noche, sus gritos ahogados lo sacaron de su sueño. Se estremeció con fuerza y se sentó rápidamente, cerrando la mano sobre su boca para ahogar los sonidos casi histéricos que provenían de él. Su respiración era pesada, su ritmo cardíaco más rápido de lo habitual; Dazai podía sentir su corazón latiendo con fuerza en su garganta, haciendo difícil tragar.
-M-mi-mierda ...
Esa había sido la quinta vez en ese mes en que él tenía que salir de otra pesadilla. Le hicieron sentir náuseas hasta un punto en el que tuvo que sentarse en la cama y tragar respiraciones profundas y lentas para refrescarse, y lo hizo, extendiendo las manos para frotarse los ojos antes de echar una mirada tensa a su alrededor de la habitación.
Exhalando pesadamente, Dazai se giró para mirar el escritorio cerca de su cama. Su teléfono estaba allí. Dudando por solo un segundo, extendió su mano y tomó el dispositivo en sus manos. Cuando la pantalla se iluminó, un mensaje de texto de Konoe lo esperaba allí.
-Duerme bien, Dazai -había sido enviado hace dos horas.
Él deslizó y desbloqueó su teléfono con manos temblorosas.
-¿Estás ahí? -enviado a las 2:47 am
-¡Si! Pensé que te habías quedado dormido.
Él tuvo que esperar casi un minuto por la respuesta de Konoe. Fue el minuto más largo que jamás había tenido que pasar sentado.
-Me desperté. Pesadillas.
-¿Pesadilla? ¿Tuviste una pesadilla? ¿Fue muy malo?
-Bueno, logró despertarme.
-¿El tipo tranquilo de despertarse?
-No, más como el tipo cliché, donde te sientas en la cama con un sudor frío.
-¿Te estás calmando? ¿Te sientes mejor?
Dazai miró el mensaje de texto y dejó escapar un suspiro tembloroso. A juzgar por sus manos aún temblorosas, sabía que no.
-Si. Solo estoy un poco conmocionado.
-No te creo en esa parte de "sí"
-Estoy bien.
-Muy bien, bueno ... Ya veremos eso.
Frunciendo el ceño, él miró la pantalla de su teléfono y apoyó la cabeza hacia un lado. No era propio de ella cuestionar lo que dijo de una manera tan directa.
-No hay nada que ver ...
Presionó enviar y observó el teléfono cuidadosamente, esperando que aparecieran las pequeñas elipses en el lado inferior izquierdo de la pantalla. Pero en cambio, fue recibido sin nada. No obtuvo respuesta ni vio señales de responder.