(Continuación de Our Past)
James siendo inmortal, ha pasado estos años preocupado de sus negocios sin dejar de lado su instinto asesino. Si alguien lo trataba mal o lo miraba en menos, lo mataba. La vida se volvió una agonía sin su amada Crista, ca...
Hazel lo esperaba en la puerta, James la miró y sonrió. -Parece que será un buen día.
La mujer se extrañó. -Hace tiempo no lo veía así, sucedió algo?
James entró y le pasó su chaqueta a la mujer. -Nada en especial. Los invitados aun no llegan?
Hazel le acompañaba mientras caminaban hasta el ascensor. -No. Pero ya deben estar por llegar. Necesita algo?
James negó con la cabeza y se subió al ascensor. -Me avisas cuando lleguen. . . .
-Buenas tardes señor, cómo le fue en la reunión?
James suspiró mientras se sentaba en su escritorio y Milán le entregaba unas carpetas. -Bien, nos hicieron un 15% de descuento en los las telas. No pude conseguir más pero será por 1 año.
Miró las carpetas las cuales contenían solicitudes de los empleados. -Estan ordenadas por tipo, hay solicitudes de vacaciones, cambios de día y de aumento de sueldo... Está seguro que no quiere que lo revise yo?
El joven negó, mientras se preparaba un café. -No, quiero que te preocupes de buscar a tu suplente. No quiero que te estreses en otras cosas, suficiente tienes con estar formando a un bebé.
Milán sonrió, su jefe siempre parecía muy serio y sin empatía pero era todo lo contrario. -Tengo a tres candidatas, vendrán mañana temprano, yo las entrevisto?
-Si, confío en tu criterio. Tu solo me la presentas cuando todo esté listo.
Milan asintió y se retiró del lugar. James se sirvió su café mirando por la ventana las pequeñas calles de la ciudad. Siempre que miraba por la ventana, pensaba en lanzarse desde ese piso para terminar con su vida y reunirse con Crista, pero ese día sus pensamientos fueron diferentes. Había visto a su amada después de décadas. Frunció el seño, miró su computador el cual estaba funcionando. Se sentó en la silla pensando en ella. Tal vez era una simple coincidencia...no?
Se frustró por no haberla detenido, todo fue tan rápido y desconcertante.
Tomó las carpetas y decidió trabajar hasta que cayó la noche. . . . .
Iba caminando hasta el hotel, siempre que necesitaba pensar le gustaba recorrer la ciudad a pie.
Cuando estaba a unos metros de su destino, divisó una silueta. Entre cerro los ojos y al acercarse más la vio. Su cabello había cambiado pero era ella... Crista esperando a alguien a la entrada del hotel.
La joven miraba el cielo mientras sonreía, esto conmovió a James, quien se detuvo a contemplarla.
La chica no se habia dado cuenta que James estaba a su lado. -Que lindas son las estrellas.
Susurró y James sonrió. -Disculpe, busca a alguien?
Crista se asustó y se alejó un poco de él. -Oh... perdón... es usted.
James frunció el seño confundido y ella le sonrió. -Estuve esperando un tiempo, pensé que no lo volvería a ver.
Antes de que dijera algo, Crista sacó de su mochila un reloj de bolsillo. -Creo que se enredó en mi ropa cuando chocamos, se ve antiguo, supuse que era importante.
James se sorprendió, no se había percatado que le faltaba su reloj. -Gracias...
Lo tomó de las manos de la joven y esta las puso en sus bolsillos. -Bien, ya es tarde. Adios.
-Espera!
Crista se volteó a verlo. -Si?
James estaba nervioso, no sabía cómo actuar, la conocía de hace años pero ella no le recordaba. Pensó por unos segundos y dijo. -Te invito a un café, es lo mínimo que puedo hacer por ti.
La joven mordió sus labios, miro la hora en su celular y pensó por unos segundos. -Usualmente no acepto pero está bien.
James sonrió triunfante. -Mi nombre es James March.
Le extendió la mano y Crista se la tomó. -Yo soy Crista, Crista Brinn.
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