I wear women's underwear

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Roier era un chico bastante guapo, sus facciones delicadas y su piel aperlada lo hacían bastante atractivo por si no fuera poco tenia unas curvas que no cualquiera podia notar gracias a esa hoodie de Spiderman que llevaba la mayoria del tiempo....por lo que Máximus le propuso vestir lencería para así  llamar la atención de Quackity de manera eficiente, al principio dudo un poco, pero se convecio a si mismo que todo era por un bien común y además aunque ese bien no existiera no podia negar que esta nueva experiencia le gustaba un poco hasta nombró a su alterego el mismo como "Melissa" . Vegetta, el mago al contrario de Roier tenía un cuerpo musculoso y bastante trabajado, es lo que podemos considerar un hombre de revista. Su cabello azabache, sus manos grandes ...  Ambos eran básicamente el blanco perfecto de las perversiones de aquel pelinegro de beanie, Máximus se había encargado de investigarlo por completo, por algo Roier y Vegetta eran perfectos para el plan.

El día de la inauguración llegó, el club estaba por fin abierto y todos ocupaban su lugar. -Recuerden hay que preguntar sobre el "error" y sobre como salir de aquí. -Les indicaba Máximus a los bailarines, quienes asintieron mientras se preparaban.

Quackity finalmente arribó al lugar saludando a todo el mundo, observaba todo anonadado las decoraciones y lo bien equipado que estaba. Tomó asiento frente a la pista de baile iluminada con un caño de por medio. Si bien Quackity había invitado a los chicos a la isla, desconocía totalmente si la federación les había permitido llevar mujeres de ese tipo de profesión. La verdad es que en un inicio si había sido parte del secuestro vacacional de sus amigos, lo hizo porque su casino "Las Nevadas" había perdido una gran cantidad de dinero y curiosamente esta gente llamada la federación se había propuesto liquidar su deuda, siempre y cuando el llevara a unos cuantos amigos a aquella isla. Nunca le dijeron que no podría salir jamás, en ocasiones para mantenerlo controlado lo consentían con pequeños favores. Así que probablemente esté sería uno de aquellos favores, todo mundo sabía la tristeza que cargaba en su ser después de la pérdida de la huevita a su cargo y del reciente abandono de Luzu su pareja. Estaba dispuesto a disfrutar al 100 la experiencia, miraba atento como las bailarinas se movían de un lado a otro, con una sensualidad impresionante. Máximus desde la mesa de dj, estaba complacido con la actitud del pelinegro, por lo que al terminar la canción, lo llevó hasta una sala privada donde Melissa y LaMamahada lo esperaban impacientes. Tomaron asiento a su lado, le servían cada vez más alcohol hasta que finalmente sintió la necesidad de confesarlo todo. -Quiero que todos los huevos mueran como tilin, si no soy feliz nadie debería serlo- decía entre sollozos mientras ambas bailarinas lo miraban fingiendo preocupación- Cucurucho dice que el error será liberado nuevamente, espero que lo hagan y ahora si acaben con todos de una vez por todas-.

Máximus observaba todo desde la sala de cámaras, se dio cuenta que si eran reales todas sus suposiciones, Quackity era un traidor pero también era el único en la isla que los podría ayudar a salir. -Pregunten por la sala de comunicaciones o si podemos llamar al exterior- le decía en voz baja a Roier a través del auricular. -Oyeee guapo y tu hablas seguido con gente afuera- le decía la coqueta Melissa. -Si mi amor sin problemas puedo hacer que te traigan lo que tu quieras, o puedes hablar con quien tu quieras, me dejan usarla todo el tiempo- contesto el pelinegro y esto hizo que Máximus diera señal para acabar con la farsa. Tanto Roier y Vegetta se quitaron finalmente las mascaras dejando a Quackity encerrado,  con un sentimiento de traición en su pecho. Ambos rieron en su cara indicándole que si se atrevía a tocar a sus hijos el o los payasos detrás de todo, no se iban a quedar de brazos cruzados y terminaron rompiéndolo diciéndole que no era culpa suya que el no supiera cuidar de aquel huevito que en incontables ocasiones abandonó.

Máximus uso su radar y rápido ubico en el mapa aquella sala de comunicaciones a la que Quackity se refería. Esta se encontraba cerca de casa del pelinegro, más no se percato que estaba siendo observado a lo lejos... Un híbrido osezno albino sonreía con cinismo. La federación controlaba todo movimiento en la isla, era imposible que no descubrieran su plan y al final...necesitaban más víctimas.

A como pudo Máximus sintonizo una estación en aquella radio gigantesca, para darle un poco más de emoción la federación había llenado el lugar de monstruos que golpeaban la puerta detrás de él -Auxilio, por ... favor.. a...quien...sea...que...me..escuche...Las coordenadas son... 1001,0021,1100...quesadilla...isla...auxilio...- finalmente la puerta se quebró y un golpe lo dejó inconsciente, sin saber cómo terminó de nuevo en su hogar, rezando al cielo que esa grabación fuera escuchada. 

Los demás habían vuelto a casa después de lo de Quackity, al final decidieron soltarlo con todas las amenazas posibles. Al salir llamó a Cucurucho directamente, quien con toda la paz del mundo solo le respondió con un -Disfruta la isla-.

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Despacio y sin prisas.
Perdón por tardar, hoy fue un día de mierda.
Un beso♡

GuapoDuo | All i need is a Heart attackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora