I cross my legs just like a qu***

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Otro día se sumaba, Roier se encontraba con Bobby en el patio de su castillo terminando aquella imponente torre. Máximus interrumpio su tranquila tarde en una llamada.
M-Ro, los brasileños necesitan terapia y quieren conocer el consultorio-
R- No lo se Máximus,  cuanto crees que demoren? Tengo que terminar esto-
M- mmmm pues lo que tengan que tardar cariño, van a pagar igual -
Se lo pensó varias veces antes de responder, si bien Máximus sabía sobre ese alterego por el tema de las casualonas, también no podía negar que estaba tentado a mostrarlo a aquel rubio cenizo que no había salido de su mente desde ese día. Cellbit era guapísimo, atento, amable y era justo lo que el merecía. Sin embargo no sabía cuales eran las aficiones del mismo , quizás si viera a Melissa podría obtener alguna respuesta. Sonrió a sus adentros y contestó- Tengo una idea , enseguida te veo- . La llamada terminó y el se dirigió a cambiarse y arreglarse al final ¿que lo detenía?, Spreen estaba fuera de su vida y el era un alma libre. Bobby le soltó una mirada de confusión en cuanto lo vio salir vestido como aquella señorita. Usaba un atuendo diferente al de las casualonas, una camisa blanca y corbata y una minifalda negra con sus respectivas medias. La peluca y el maquillaje eran lo mismo. Y con orgullo abrió la puerta del consultorio.

Cellbit se encontraba en la favela terminando su sala secreta, cuando sin saberlo los chicos armaban un plan a sus espaldas. Sabían que su amigo necesitaba aliviar cierta tensión.... por lo que le comentaron acerca de el lugar de terapia de la ciudad. Máximus se atribuyo aquel plan. Sabía que últimamente su amigo castaño había estado triste y decaído aunque no les dijera nada, el conocía el motivo. Lo único que querían era regresarle un poco de lo que el les daba, que básicamente consistía en estar con ellos siempre y ser el centro de su alegría. Roier era un sol, un sol que ocultaron tras una espesa nube que amenazaba con inundar si no hacian algo pronto. Así que junto con los brasileños, enviaron a Cellbit a esa dirección. Una vez estando ahí tocó la puerta con un semblante temeroso sin saber que esperar.

Roier se dirigió a la puerta, el esperaba un grupo de gente pero lo que se encontró lo dejó más que avergonzado. Cellbit solo le dirigió una mirada expectante y un sonrojo se formó en su rostro. Tratando de mantener la compostura pensando que el ojiazul no había notado que era el, lo guió hasta los sillones del consultorio y tomó asiento cruzando sensualmente las piernas con su libreta en mano.  Las preguntas se dieron de manera normal,el mismo libreto que usaba con todos sus pacientes, Cellbit se veía un tanto perdido en sus pensamientos cada que respondía pero agradecía que no hubiera salido corriendo al verlo. Sabe que es el porque en 2 ocasiones en vez de llamarlo Melissa le dijo Roier. Al terminar el cuestionario un silencio inundó el lugar, ambos nerviosos y con un deseo creciente y desesperado. Antes de que Roier pudiera decir algo, el ojiazul planto un beso suave y temeroso en sus labios, beso que fue correspondido, empezaron con un roce suave, luego se dejaron llevar explorando con sus lenguas la cavidad uno del otro. Roier se recostó sobre aquel sofá , poniendo sus manos sobre los hombros de Cellbit y Cellbit se recostó sobre el con mucho cuidado, el beso se fue haciendo un poco más ansioso y las manos de Cellbit recorrieron toda la cintura y muslos de Roier,logrando que este mismo soltará uno que otro gemido. El castaño se sentía en el mismo cielo, estaba acostumbrado a lo brusco, a ser ignorado en sus deseos pasionales y juegos previos y Cellbit era todo lo contrario, lo trataba con una delicadeza, como si fuera a romperlo en cualquier momento y encima los toques precisos. Evidentemente ambos bultos en sus pelvis se hicieron cada vez más notorios, envueltos en una sensación embriagante se separaron y acomodaron sus ropas. Sabían que en cualquier momento alguien entraría a aquel lugar y además ambos tenían que encargarse de sus hijos así que se despidieron con una sonrisa coqueta y un largo beso.
Ninguno tocó el tema sobre lo que acababan de hacer, la conexión que había entre ellos cada día que pasaba era más y más grande. Usaban ya apodos cariñosos frente a los demás  por parte de Cellbit le decía "Guapito" y Roier lo llamaba "Gathino".  Todos habían notado el cambio de actitud en ambos, estaban más que felices sin embargo. . . El día de la consulta que los había hecho más cercanos, Roier nunca supo porque tuvieron que detenerse ahí, el sabía que Cellbit no tenía algún compromiso y nunca dio señales de no querer seguir ... mientras el ojiazul al sentir los roces y el deseo creciente también se puso a pensar en que diría Roier sobre aquel fetiche...aquel de probar aunque sea un poco de su piel y no de la buena manera.

Decidió que la próxima vez se lo diría, total Roier también tenía los suyos.

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Agradezco muchísimo todo su apoyo en verdad no se como pagarles.

Este capítulo es corto y lo lamento por eso pero estuve muy ocupada últimamente.

Sin embargo prometo no dejar pasar más de 3 días entre actualización.

Les mando un besote♡

GuapoDuo | All i need is a Heart attackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora