Capítulo 2

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¿Te dice que te ama cuando menos lo esperas?
¿Hace aletear tu corazón cuando besa tu cuello?
No necesito ningún científico o biología
Es obvio cuando me está abrazando
Es natural que esté tan afectado

Y mi corazón no volverá a latir Si no puedo sentirlo en mis venas No hay necesidad de preguntar, ya lo sé

Está en su ADN
Me deja sin aliento

ㅡLittle Mix, DNA

[•••]

Mis nudillos golpean tres o cuatro veces la madera frente a ellos, para luego dejarle la tarea a mis oídos de esperar alerta la señal. Cuando la voz afirmativa llega a ellos, giro el picaporte y doy las buenas noches a los presentes tras el primer paso.

Mi abuelo apunta algo en su cuaderno, así que sólo me saluda con la voz. Mientras yo me acomodo en el asiento del otro lado del escritorio, el General parado justo a su lado sigue mis movimientos en silencio, para dedicarme un guiño sutil después junto a una sonrisa de labios estirados.

Mis ojos se van en picada a mis rodillas, incapaz de seguir mirándolo después de ese gesto. Intento con todas mis fuerzas no sonreír, pero sé que he perdido la batalla cuando siento mis mejillas calientes tensarse.

El desgraciado parece no ser consciente del cortocircuito neuronal que me genera su sola presencia.

Nota mental: tomar un curso online de autocontrol lo antes posible.

ㅡYeosang ㅡllama mi abuelo. Dirijo mi atención como un rayo hacia esa figura autoritaria, entrada en años y de piel aceitunadaㅡ. ¿Has decidido tú, o también tengo que hacer esto por ti?

Jugueteo con mis dedos fuera de su vista, sin una respuesta concreta aún.

Hacerme pequeño en mi asiento hasta desaparecer no es una opción válida, ni tampoco lo es callar hasta que se le olvide. Sus ojos fijos en mí claman embravecidos por una respuesta, y nada va a detenerlo hasta conseguir una.

Escaneo la habitación mientras siento mi cuerpo entero temblar ligeramente. Los nervios se apoderan de mí mientras mi mente se va de vacaciones a una dimensión paralela desconocida.

No puedo decirle lo que quiere. De ninguna manera estoy dispuesto a perder lo que sea que está naciendo entre San y yo por la bendita corona. La sola idea de hacerlo me enloquece, aunque también lo hace tener que volver a ver a todas esas chicas ahora esperanzadas de ser la próxima reina de Samaria.

Me pregunto qué clase de tonterías se inventarán para "ganar la carrera". Jongho me dijo que cuando él pasó por esto antes de que su hermano reclamara el trono, una de sus pretendientas le regaló una escultura de su cara hecha de puros zafiros. Lástima que lo único que obtuvo a cambio fue un par de noches en la habitación de mi amigo antes de ser desechada como un pañuelo. Fue una pena, porque ella me caía mejor que todas las mujeres con las que se ha metido hasta ahora.

ㅡH-Hay algunas… ㅡdigo, aún prestándole atención a mis dedosㅡ…unas cuatro, creo. Llamaron mi atención, pero me gustaría conocerlas mejor antes de tomar una decisión.

ㅡYeosang, basta de largas. He sido muy indulgente contigo, pero ya fue suficiente. Tu coronación es en mes y medio, técnicamente deberías estar rumbo al altar en este momento.

ㅡLo sé, abuelo. Te lo agradezco y te prometo que me estoy tomando en serio todo esto. Sólo… necesito al menos un par de citas más.

ㅡYa estamos otra vez ㅡagacha la mirada y toma el puente de su nariz con los dedos.

The Prince and his General - SansangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora